Paloma, llegó con los niños al departamento de Diego, ellos ingresaron corriendo a saludar a Sonia, y al doctor.
La madre de los pequeños se acercó a su novio y lo abrazó rebosante de alegría.
—¿Cómo estás? ¿Te sientes bien? —averiguó sin dejar de darle muchos besos en su rostro.
Diego no pudo evitar sonreír ante las demostraciones de afecto de su novia y de los pequeños.
—Con su cariño cada día me siento mejor —respondió abrazándolos.
—Me da tanto gusto, quiero verte recuperado, tus pacientes te necesitan mucho, tus alumnos, nosotros.
—Yo también deseo retomar mi vida, y que todo vuelva a ser como antes.
—Será mejor mi amor, te lo aseguro. —Paloma, habló
El corazón de Diego, entristeció, pero no podía juzgarla sin antes escuchar a Paloma, debía existir una explicación lógica para lo que estaba pasando y sí ella confesaba que amaba a Iván, entonces el tiempo de decirle adiós había llegado. Olivia, con lágrimas en los ojos, y el corazón hecho añicos salió descontrolada del departamento, Diego, fue tras de ella. —Olivia, por favor espera —suplicó, él no podía correr detrás de la joven. —¿Qué quiere doctor? —cuestionó girando hacía él—. No se da cuenta de que nosotros salimos sobrando... yo no lo quería creer —pronunció llevándose ambas manos al rostro—. Ayer Iván, tenía impregnado el perfume de Paloma en su ropa, me mintió diciendo que iba a una reunión importante y no era así. Diego también recordó la extraña conducta de su novia, pero no podía dudar. El amor de ella siempre le pareció sincero, sabía que su mujer sería incapaz de engañarlo como
«Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar el alma» … Jorge Luis Borges. Buenos Aires- ArgentinaVarias semanas después.Iván, observaba el humo que salía de la taza de mate que se disponía a beber después de haber cerrado un importante negocio.Esas semanas se había dedicado por completo a sus empresas tratando de mantener su mente ocupada para no pensar en ella, sin embargo, a pesar de la distancia y de su ausencia, la recordaba a cada instante.Era su dulzura la que tanto extrañaba, su sonrisa que lo volvía vulnerable ante ella, a pesar de todo deseaba que Olivia, fuera feliz, que encontrara la paz que tanto le hacía falta a su alma atormentada por aquellas heridas del pasado como le escribió en esa
«…Y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...» Jorge Luis Borges. Cuando Paloma, abrió la puerta sus ojos se abrieron de golpe al ver tan solo las luces de las velas alumbrando su departamento, abrazó a Diego, emocionada, de la mano de él se acercó a la mesa del comedor para apreciar los hermosos candelabros que sostenían las lamparillas.Diego abrió la silla para que ella pudiera sentarse, encendió el reproductor de música:«Ojos negros by Ricardo Montaner» empezó a sonar, mientras él tomaba asiento frente a ella.—¿Y esto? —averiguó Paloma, fijando sus hermosos ojos negros en la castaña mirada de Diego.&mda
«…Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas…» Jorge Luis Borges. ****Olivia salió del centro médico envuelta en un mar de lágrimas, no podía contener su llanto tampoco le importaba las miradas de la gente sobre ella al verla en ese estado, muchos suponían que alguna mala noticia con respecto a su salud había recibido.Caminó por las calles sin rumbo fijo mientras las lágrimas no cesaban y las miradas y murmullos de las personas no se hacían esperar.Tomó asiento en una de las bancas del parque necesitaba mantener la calma, pensar con claridad, y serenarse para poder ir más tarde a la aseguradora por su liquidación.*****El relo
«Cuando se ama no se utiliza a la persona amada, ni se la ilusiona falsamente» …Walter Riso***Cuenca- EcuadorDías después.La lluvia bajaba con fuerza sobre las grandes ventanas del departamento de Paloma, la joven con una taza de café caliente en sus manos miraba a través de los cristales.«Para volver a amar by Kanny García» acompañaba la fría noche:«Sé muy bien que intenté poder, recuperar los trozos que me quedande este corazón que amó sin ver medida. Y que hoy vive con miedo y anda a escondidas»Mientras su mirada aún permanecía fija en los cristales su vida se vio reflejada como una especie
La muchacha se puso de pie se acercó al Padre Alejandro, entonces inhaló profundo, observó a Iván, y luego a Diego, enseguida tomó la palabra: —Buenos días soy Paloma Borrero, en este hermoso día que el cielo nos envuelve del mágico color azul y los rayos del sol nos abriga la piel no quiero hablar sobre los tristes episodios que todos los que estamos aquí hemos vivido. —Sonrió—. Yo vengo a decirles que, aunque a veces en la vida se nos presentan días grises en los cuales pensamos que no tenemos salida y que no podremos avanzar; el sol nunca deja de brillar. —La mirada de Paloma se clavó en los azules ojos de Iván—. Fui víctima de una terrible venganza, que no tenía sentido, yo era inocente de lo que se me acusaba, sin embargo, mi pareja me destrozó la vida. La mirada de Iván se nubló de tristeza, su corazón se fragmentó al recordar todo el daño que le causó a esa joven que solo buscaba sentirse amada. Pasó con dificultad la saliva para
Quito- EcuadorUn mes despuésOlivia, se miraba al espejo sin poder dar crédito a lo que sus ojos veían, todo parecía un sueño; sin embargo, Victoria, su tía la hizo reaccionar.—Si mi hermano estuviera vivo estaría tan contento de verte feliz — comentó con los ojos cristalinos. En ese momento Olivia, recordó con melancolía a su padre, sin embargo, aquel sentimiento de culpa que tanto la aquejaba en el pasado se iba disipando con sus terapias, con el amor de Iván, y con la espera de la llegada de su bebé.—Me hubiese gustado tanto que me acompañara hoy. —Sollozó Olivia.—Estoy segura de que está con nosotras, y que se siente muy orgulloso de ti —comentó Victoria, limpiando sus lágrimas&mdas
Las felicitaciones no se hicieron esperar. Paloma, se acercó a los novios. —Deseo que seas muy feliz con Olivia —expresó abrazando a Iván. —Muchas gracias, anhelo que te cases pronto con Diego. —Correspondió el cariño. —En unos meses lo haremos —indicó con la mirada llena de alegría, después ella se acercó a Olivia. —Muchas felicidades. —La abrazó. —Gracias. —Sonrió Olivia, mirando a su esposo. —Mis pequeños están muy ilusionados con la llegada de su hermanito. Olivia pasó su mano por su vientre. — Yo estoy muy emocionada y nerviosa a la vez —comentó— me da gusto saber que nuestros hijos serán buenos hermanos. —Cómo tiene que ser —aseveró Paloma—. De nosotros depende inculcar principios y valores desde niños, mis hijos son muy inteligentes pero una cosa es eso, y otra las malas c