Capítulo 114

Horas más tarde.

Sonia apareció en la habitación de Paloma, apenas sus miradas se cruzaron las lágrimas empezaron a brotar de los ojos de ambas.

—Mi niña —sollozó Sonia, acercándose a Paloma—. Me da tanto gusto verte con vida —aseveró tomando la mano de la joven.

—¡Fue horrible! —exclamó en sollozos la chica. —¿Cómo está Diego?

Sonia respiró profundo, no podía ocultarle por más tiempo el estado de salud de su hijo.

—Sufrió un trauma craneoencefálico... está en coma, en la unidad de cuidados intensivos.

Paloma ladeó su cabeza, sintió una punzada en su pecho.

— ¡No! ¡Mi Diego! —Estalló en llant

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