33

Capítulo treinta y tres 

Sonrío mordiendo mis labios y niego, sigo el recorrido hasta la puerta y tocó el timbre indicándole a la única que está despierta viendo novelas en la televisión que acabo de llegar. 

Observo de reojo como él está parado en la acera esperando a que entre y dejo que mis pies vayan a donde quieren ir, agarro su sudadera con fuerza y dejo un corto beso en sus labios, lo suelto al escuchar la puerta abrirse y esos bonitos ojos me miran de forma divertida y coqueta.

Con que me saliste picarona, eh, cara chancla. 

Retrocedo y entro corriendo a la casa como si eso fuera a cambiar lo que acabo de hacer, mi corazón late fuerte y escucho como la puerta se cierra automáticamente, me pongo una mano en la frente y mi madrastra me observa preocupada y a la vez sorprendida por lo que acaba de ver.

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP