¡Advertencia!
Este capítulo entero contiene material +18.
No me hago responsable por las mentes traumadas.
Capítulo treinta y cinco
—No calientes cosas que no te vas a comer —habla con un tono de voz demandante y sonrió mordiendo su pulgar, llevo las manos por debajo de su camiseta y toco su abdomen esculpido de arriba a abajo.
¡Oh por la diosa!
¿Qué estoy haciendo?
»—Jex —advierte y bajo hasta tomar el tiro de su pantalón, de la nada soy alzada por los aires y enredo mis piernas a su cadera, llevo mis manos a su cabello y busco con desesperación mi droga natural.
Cada beso que nos damos es demandante y cargado de deseo, Elián aprieta mis piernas suavemente y sube sus grandes manos por dentro de su abrigo hasta meterlas dentro de mi camisa, arqueo l
Capítulo treinta y seisDespierto gracias a unos murmuros provenientes de mi acompañante y me giro en el puesto dándole la espalda para seguir durmiendo.—Joven, usted sabe que lo que hicieron está penalizado, ya que está prohibido ingresar a los estacionamientos de un hotel privado sin siquiera pedir una reservación.—Dígame cuanto quiere y olvidamos este asunto —la voz de Elián se alza —por favor, no quiero tener problemas y tampoco usted.—Lastimosamente reglas son reglas y tiene que venir conmigo, así que le pido amablemente, caballero, que baje del vehículo junto a su acompañante y me acompañe a recepción —el tono de voz del señor suena fuerte y demandante.Me giro juntando mis cejas y pongo un brazo encima de mis ojos —¡CALL
Capítulo treinta y siete—Jex, escúchame —Elián habla con un tono de voz suave e intenta tomar nuevamente mi mano, pero la aparto —Jexi, te juro que con esa loca yo no he tenido nada —señala a su ex y está intenta hablar, pero le doy una mirada dura y regresa a su lugar.Me cruzo de brazos y señaló a mi vecina la rebuscada con la cabeza —¿Y que me dices de ella? ¿Me vas a negar el hecho de que te vi saliendo de su casa el día que justo supiste que yo era tu mate?—¡Yo ni siquiera recuerdo haberme acostado con ella! Solo sé que desperté en su cama, porque justo la noche anterior había tomado demasiado y ya había perdido la línea de cordura que tenía, así que no puedo afirmar con seguridad que ese hijo sea mío.Sube lentamente una de sus
Capítulo treinta y ochoYa he tomado un baño, me siento más tranquila y relajada, pero con una tremenda hambre que siento que me comería una ballena y no sería suficiente.Lo que me recuerda el hecho de que tengo que volver a casa.Que miedo.Salgo de la ducha con la ropa sucia en mis manos —¿Dónde la dejo? —le pregunto al verlo sentado en su cama.—¿Ya te he dicho que mi ropa se ve mejor en ti que en mí? —muerde sus labios escaneandome de arriba a bajo y veo mi atuendo.Una camisa negra gigante y una pantaloneta blanca que me queda justo arriba de las rodillas, mis piernas son cubiertas por un par de medias largas y estas son protegidas por un par de pantuflas del mismo color que la pantaloneta.No entiendo que él v
Capítulo treinta y nueveEstoy cansada de decir que tengo miedo, pero la verdad es que todo el día de hoy desde la madrugada solo me han pasado cosas fuertes.Tengo miedo.Miro por el retrovisor a Derly quien no deja de sacudir sus mocos en todo momento, le doy una rápida mirada a la persona con la que me escape y niego sabiendo que lo que vamos a hacer es una mala idea.Todo el mundo se va a enterar de quien soy y quien es mi mate, porque es seguro que en más de una ocasión gritara para reclamarnos algo y el chico a mi lado se meterá para defenderme y mucho más enojado se pondrá.Lo importante es que al menos lo tienes a él por si a tu padre le entra la loquera, cara ñame.Rápidamente reconozco el vecindario donde estamos y a pocos metros veo el café-Internet donde trabaja Ne
Capítulo cuarentaPov EliánTengo un muy mal presentimiento.Son las doce de la noche y aún no he recibido ningún mensaje de Jex, tampoco le llegan los míos y la he llamado, pero sale apagado.Quiero pensar que apago el móvil, porque el tema con su madrastra es serio y se le olvido prenderlo después de arreglar todo.Quiero pensar que es así, pero no lo sé.Si tanto te inquieta, ¡levanta tu trasero de la cama y ve a buscarla!¿Crees que no lo he pensado, Ameth? Pero tengo miedo de arruinar las cosas si aparezco.Al menos te quedarás más tranquilo si te das cuenta de que está bien, además, me gustaría hablar aunque sea un ratito con Fally.Vale, tú ganas.Me lev
Capítulo cuarenta y unoEstoy cabreado.¡¿Cómo es que la mandaron a ella sola a una misión de esa magnitud?!Siempre supe que Zuani era una manipuladora. Era fácil de notarlo cuando los manejaba a su antojo en cada momento.—No les dije nada precisamente para evitar que impidieran su partida e interfirieran con su objetivo, incluso Amir se dio cuenta mucho más tarde —los ojos verdes de él dan conmigo —cuando ocurrió lo de Elián.Volteo a ver a mi padre —y te quedaste callado —digo firme y aprieto la mandíbula.—Ella quería esto y de manera anónima, no quería que ustedes se involucrarán en algo donde todos podrían ser heridos.Mi madre se levanta del sillón y se detiene al frente de
Capítulo cuarenta y dosPov JexiMe estoy ahogando.Llevo horas metida en el maletero del coche con Derly desmayada en mi espalda.El dorso de mis manos y pies arden por el constante contacto de la soga fuertemente apretada para no soltarme, hace rato ya deje de luchar con la mordaza en la boca y solo lucho por respirar lo poco que me queda de aire.Mi nariz pica al verme en esta situación, pero evito llorar para no empeorar. Elián, ¿dónde estás?Te necesito.Fally dejo de hablarme hace horas y mi única esperanza aquí es que él venga a buscarme, ya que no pude defenderme cuando tuve la oportunidad aún estando en casa.Flashback—Neftali, —sonríe con malicia —ya sabes que hacer.
Capítulo cuarenta y tresDespierto gracias a un gran peso sobre mi mano y abro los ojos poco a poco para acostumbrarme a la luz.Mi cuerpo se siente molido, pero la sensación agradable de las sábanas suaves donde estoy me reconforta.Bajo la vista a la persona dormida sobre mí y sonrío viendo la perfección en su máximo esplendor. Cabello revuelto, pestañas largas, nariz perfilada, labios semi-abiertos, mandíbula marcada y sobre todo esa piel de porcelana algo bronceada.—Que guapo eres —niego y Elián intenta disimular su sonrisa y fingir que sigue dormido, —te quiero —digo rápidamente y en cuestión de cero coma lo tengo totalmente despierto mirándome fijamente.Escondo lo sonrisa y desvío la vista a otro lado. —¿Qué dijiste? —cu