Capítulo treinta y siete
—Jex, escúchame —Elián habla con un tono de voz suave e intenta tomar nuevamente mi mano, pero la aparto —Jexi, te juro que con esa loca yo no he tenido nada —señala a su ex y está intenta hablar, pero le doy una mirada dura y regresa a su lugar.
Me cruzo de brazos y señaló a mi vecina la rebuscada con la cabeza —¿Y que me dices de ella? ¿Me vas a negar el hecho de que te vi saliendo de su casa el día que justo supiste que yo era tu mate?
—¡Yo ni siquiera recuerdo haberme acostado con ella! Solo sé que desperté en su cama, porque justo la noche anterior había tomado demasiado y ya había perdido la línea de cordura que tenía, así que no puedo afirmar con seguridad que ese hijo sea mío.
Sube lentamente una de sus
Capítulo treinta y ochoYa he tomado un baño, me siento más tranquila y relajada, pero con una tremenda hambre que siento que me comería una ballena y no sería suficiente.Lo que me recuerda el hecho de que tengo que volver a casa.Que miedo.Salgo de la ducha con la ropa sucia en mis manos —¿Dónde la dejo? —le pregunto al verlo sentado en su cama.—¿Ya te he dicho que mi ropa se ve mejor en ti que en mí? —muerde sus labios escaneandome de arriba a bajo y veo mi atuendo.Una camisa negra gigante y una pantaloneta blanca que me queda justo arriba de las rodillas, mis piernas son cubiertas por un par de medias largas y estas son protegidas por un par de pantuflas del mismo color que la pantaloneta.No entiendo que él v
Capítulo treinta y nueveEstoy cansada de decir que tengo miedo, pero la verdad es que todo el día de hoy desde la madrugada solo me han pasado cosas fuertes.Tengo miedo.Miro por el retrovisor a Derly quien no deja de sacudir sus mocos en todo momento, le doy una rápida mirada a la persona con la que me escape y niego sabiendo que lo que vamos a hacer es una mala idea.Todo el mundo se va a enterar de quien soy y quien es mi mate, porque es seguro que en más de una ocasión gritara para reclamarnos algo y el chico a mi lado se meterá para defenderme y mucho más enojado se pondrá.Lo importante es que al menos lo tienes a él por si a tu padre le entra la loquera, cara ñame.Rápidamente reconozco el vecindario donde estamos y a pocos metros veo el café-Internet donde trabaja Ne
Capítulo cuarentaPov EliánTengo un muy mal presentimiento.Son las doce de la noche y aún no he recibido ningún mensaje de Jex, tampoco le llegan los míos y la he llamado, pero sale apagado.Quiero pensar que apago el móvil, porque el tema con su madrastra es serio y se le olvido prenderlo después de arreglar todo.Quiero pensar que es así, pero no lo sé.Si tanto te inquieta, ¡levanta tu trasero de la cama y ve a buscarla!¿Crees que no lo he pensado, Ameth? Pero tengo miedo de arruinar las cosas si aparezco.Al menos te quedarás más tranquilo si te das cuenta de que está bien, además, me gustaría hablar aunque sea un ratito con Fally.Vale, tú ganas.Me lev
Capítulo cuarenta y unoEstoy cabreado.¡¿Cómo es que la mandaron a ella sola a una misión de esa magnitud?!Siempre supe que Zuani era una manipuladora. Era fácil de notarlo cuando los manejaba a su antojo en cada momento.—No les dije nada precisamente para evitar que impidieran su partida e interfirieran con su objetivo, incluso Amir se dio cuenta mucho más tarde —los ojos verdes de él dan conmigo —cuando ocurrió lo de Elián.Volteo a ver a mi padre —y te quedaste callado —digo firme y aprieto la mandíbula.—Ella quería esto y de manera anónima, no quería que ustedes se involucrarán en algo donde todos podrían ser heridos.Mi madre se levanta del sillón y se detiene al frente de
Capítulo cuarenta y dosPov JexiMe estoy ahogando.Llevo horas metida en el maletero del coche con Derly desmayada en mi espalda.El dorso de mis manos y pies arden por el constante contacto de la soga fuertemente apretada para no soltarme, hace rato ya deje de luchar con la mordaza en la boca y solo lucho por respirar lo poco que me queda de aire.Mi nariz pica al verme en esta situación, pero evito llorar para no empeorar. Elián, ¿dónde estás?Te necesito.Fally dejo de hablarme hace horas y mi única esperanza aquí es que él venga a buscarme, ya que no pude defenderme cuando tuve la oportunidad aún estando en casa.Flashback—Neftali, —sonríe con malicia —ya sabes que hacer.
Capítulo cuarenta y tresDespierto gracias a un gran peso sobre mi mano y abro los ojos poco a poco para acostumbrarme a la luz.Mi cuerpo se siente molido, pero la sensación agradable de las sábanas suaves donde estoy me reconforta.Bajo la vista a la persona dormida sobre mí y sonrío viendo la perfección en su máximo esplendor. Cabello revuelto, pestañas largas, nariz perfilada, labios semi-abiertos, mandíbula marcada y sobre todo esa piel de porcelana algo bronceada.—Que guapo eres —niego y Elián intenta disimular su sonrisa y fingir que sigue dormido, —te quiero —digo rápidamente y en cuestión de cero coma lo tengo totalmente despierto mirándome fijamente.Escondo lo sonrisa y desvío la vista a otro lado. —¿Qué dijiste? —cu
Capítulo cuarenta y cuatroTengo que hablar con Derly.Esa es la única manera de distraerme y no pensar en que Elián, justo ahora, está en una misión suicida.Termino de comerme el plato de cereal a las una de la tarde y lo dejo en el fregadero, lavo mis manos y cierro el grifo antes de ir a la sala donde está nuestra luna caminando de un lado a otro.Le está haciendo un agujero al piso de tanto ir de un lado a otro.Cállate, Fally.Pero yo solo digo... Mejor me callo, no vaya a ser que una cara pájaro por ahí me diga más de cuatro cosas.—¿Está bien? —preguntó lo primero que se me viene a la mente y ella niega comiéndose las pocas uñas que tiene.—No, no estoy nada bien, porque
Capítulo cuarenta y cincoSigo en shock.Y aún no me termina de convencer todo lo que dijo.¿Por qué si es mi madre hasta ahora me viene a decir todo esto?¡Ahhhh!Tengo la cabeza hecha un lío entre lo de Elián y ahora esto, y lo peor del caso es que seguramente el señor Dornam ya ni esté entre nosotros para preguntarle como realmente fueron las cosas.—¿Aún sigues dudando sobre lo que te contó tu madre? —la luna soba mi cabeza y volteo hacia ella.Suspiro —No lo sé, no... No sé porque hay algo que me dice que aquí aún faltan piezas por armar.—¿Y no tienes a algún otro familiar que no sea tu papá? —la ex-luna Sara toma asiento e