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Ah, hacía tiempo que no dormía tan bien. Se sentía genial. La tensión de su cuerpo se había esfumado. Estaba incluso más relajado que cuando tenía sexo y eso que esta vez había tenido que terminar con su propia mano y tener que limpiar el desastre que había quedado.

Que Alicia se hubiera desmayado y él tener que masturbarse con la vista de su sexo húmedo e hinchado y correrse sobre este había sido realmente satisfactorio como frustrante. Era una maldita tortura que no entendía en qué momento él había decidido recibir.

Se removió ligeramente para no despertar a la mujer, pero para su sorpresa… no estaba el peso en su pecho brazo que esperó encontrar. Estaba seguro que Alicia había estado durmiendo de la parte de adentro de sofá a su lado, pero al abrir los ojos no había nadie. Chasqueó la lengua.

Y ahora… el despertar bonito de novela rosa donde ellos hablaban y se daban un beso matutino que terminaría en volverse a tocar y hacerse sentir bien. ¿Dónde estaba el lindo sonrojo que siempr
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