El Fiscal Avilés contiene un suspiro al sacar de una vieja caja de cartón un oso de peluche que en algún tiempo fue de color blanco, con la mirada empañada por las lagrimas sostiene ese peluche que solía pertenecer a su pequeña hija. Incluso es asaltado por el recuerdo de arroparla cada noche abrazada a ese oso, mirándolo con sus ojos grandes llenos de vida y seguridad, con la certeza de que su padre la protegerá de cualquier peligro. —Pero la decepcioné, le fallé, solo tenía que mantenerla a salvo y no fui capaz, no sé cómo se supone que sea capaz de vivir con eso. Si no fuese por el querer hacer pagar a Steinberg por lo que hizo hace mucho que me habría rendido —murmura el Fiscal sintiendo las lagrimas corriendo por sus mejillas. Lo cierto es que estuvo a punto de rendirse cuando su esposa le puso los papeles del divorcio sobre la mesa tomando las valijas con sus cosas y marchándose para no volver, después de la muerte de su pequeña él trató de seguir con su matrimonio, pero aunque
—No puedo creerlo… —murmura Ariel boquiabierto mirando sentado en su oficina la noticia que el informativo está presentando. —El Fiscal Antonio Avilés se ha visto en los medios últimamente como figura central de la Investigación contra Fernando Steinberg, y la contaminación que sus campos pueden haber provocado en la ciudad de Las flores. Y hace poco incluso reveló que su hija murió a causa de un tumor provocado por esos contaminantes, sin embargo hoy no es noticia por esa razón —indica un serio reportero sentado detrás del escritorio junto a su compañera. —Así es, tristemente se podría decir que el suceso que lo ha tenido como protagonista no solo ha sido vergonzoso, sino incluso peligroso. Apareciendo en una de las empresas de Steinberg con un arma desenfundada amenazando a los presentes, si bien el personal de seguridad pudo reducirlo sin tener que lamentar victimas, es un hecho que no lo deja bien parado —informa la panelista meneando la cabeza en señal de desaprobación. —Si bie
—¡Es increíble que ni siquiera estando embarazada los hombre dejen de mirarte, uno por poco se choca un poste de luz por no sacarte los ojos de encima! —declara Malena dándole un fuerte abrazo a su amiga en la acera de la clínica. —No puedo determinar si es un tipo de halago o reclamo, por cierto, ¿Qué estás haciendo aquí? —pregunta Julieta alisándose nerviosa el vestido casual con estampados de mariposas que ha elegido para ir a la cita médica. —Una observación con cierta pizca de envidia, creo que bastante obvio por qué estoy aquí, he venido a ver a mi ahijado, y por lo que veo menos mal que vine —declara la amiga entrelazando su brazo con el de su compañera para entrar juntas a la clínica. —La verdad es que me alivia bastante que hayas venido, Ariel tenía la ecografía de su hijo también así que no creo que pueda venir, aunque en realidad me alivia bastante, no me agrada la idea de que debo compartir a mi hijo con él —confiesa la modelo ocultando cierta decepción que llega a contr
Carolina conduce hacia la casa de su suegro apretando tanto los dientes que por un momento hasta se hace la idea de que se le van a partir, se había asegurado de conseguir la cita para la ecografía en el mismo horario que Julieta. De esa manera Ariel debería estar junto a ella y no al lado de esa modelo, pero el muy maldito se las apaño para pagar y conseguir que le cambiaran el horario, lo cual en parte no debería sorprenderle si ese ecógrafo recibió dinero para hacer una ecografía falsa, probablemente sería capaz de vender hasta a su propia madre por un buen precio.—De seguro esa maldita estará disfrutando de tenerlo junto a ella, haciéndose la pobrecita para asi poder asegurarse que él no deje de prestarle atención. Estoy a muy poco de encargarme de hacerla desaparecer de este mundo con mis propias manos —masculla la mujer adelantando a un auto con muy poca precaución.Durante estos últimos meses ha logrado que Ariel le presté cada vez menos atención a Julieta, y gran parte de ese
Julieta inhala el aroma del revuelto de huevos con queso que se ha preparado para desayunar junto al pan tostado, y una leche caliente. Si bien sabe que debe alimentarse bien no quiere dar paso libre a sus cada vez más extraños antojos, que si fuera por ellos estaría comiendo durante todo el día. Trata de llevar una dieta nutritiva para brindarle a su pequeño todo lo necesario para crecer, pero tampoco quiere descuidar demasiado su silueta. No porque piense volver a la pasarela, sino porque quiere mantenerse bien.Al oír el timbre sonando la modelo deja sobre un plato la tostada con mermelada de frambuesa a la que le ha dado un mordisco, no tiene idea de quién podría ser, de vez en cuando Timoteo suele venir a desayunar con ella, pero le ha avisado que esa mañana no podría ir por una reunión importante que tenían. S i no fuera que supiese que Ariel es parte de esa reunión, podría imaginar que fuese él, aunque no puede decir que eso pueda ser algo que realmente desee.—Hola, querida. ¿
Ariel pasa el dedo con cariño por la ecografía de su bebé la cual ha hecho imprimir y enmarcar para lucir en su escritorio, no en su oficina de Research Technology, sino en la casa central de Industrias Steinberg. Su agencia de publicidad ha quedado bajo el completo control de su esposa, mientras que él tomaba el control de las empresas de la familia junto con su primo. En primera instancia esa transición fue difícil de llevar a cabo, pero al tener un objetivo claro en vista eso se fue haciendo más sencillo a medida que el tiempo pasaba y cada victoria lo acercaba más a la razón por la que estaba allí. Y hoy parece haber llegado el día en que todos los esfuerzos y sacrificios que ha estado haciendo estos último meses comenzarán a dirigirse hacia el final de todo. —Estoy camino a la libertad —murmura el empresario que nunca creyó que un día tendría que pelear por algo así, uno simplemente da por sentado que es una persona libre de tomar sus decisiones, aunque la experiencia le ha en
De camino a su casa, Julieta se detiene ante una tienda de ropa para contemplar en la vidriera un pequeño conjunto de niño de color verde militar. Con una sonrisa se imagina a su pequeñito con esa ropita si es niño, aunque claro que si llegase a ser una niña le vestirá con todo vestido que halle, como la princesa que será. —Pareciera que falta tanto tiempo, y sin embargo ya han pasado tres meses. Temo que en cualquier momento cerraré mis ojos y al abrirlos ya te tenga en mis brazos —murmura la modelo con una sonrisa divertida acariciándose la barriga con cariño. Desde que ha dejado Research Tecnology, ha contado con mucho tiempo libre, más de lo que está acostumbrada. De hecho hasta ha comenzado a considerar dedicarse a algún emprendimiento, y la ropa podría ser uno, recuerda que su madre siempre ha soñado con tener su propia línea de ropa infantil. Y quizás ella puede cumplir ese sueño, solo necesita algunas telas, una maquina de coser y voluntad para hacerlo, puede comenzar con al
Carolina se mira en el espejo del ascensor observando las ojeras que ha tenido que cubrir con maquillaje, desde que su suegro le soltó la mano, dejándola a su suerte no ha sido capaz de descansar. Su mente le da vueltas una y otra vez al asunto que le urge, el tiempo sigue pasando y ella aún no cuenta con un niño que presentarle a su marido cuando su supuesto embarazo termine.—Aún no puedo creer que me haya desechado como si fuese un trasto inservible, pero le demostraré que no necesito de él ni de nadie para conseguir lo que quiero —declara inflando su pecho con decisión, dispuesta a salir victoriosa de esa situación como siempre.Sin embargo, hay algo que Fernando le expuso, y aunque no le gusta la idea de admitirlo, tiene mucha razón. Que ese embarazo no fue la mejor estrategia para asegurarse poder mantener a Ariel a su lado, y la indiferencia que mostró su marido durante la ecografía es una clara confirmación a eso. En un primer momento creyó que solo así podría opacar a Juliet