Fernando mira el panorama que la ventana de su oficina le brinda, contempla los altos edificios que sobresalen de entre las demás edificaciones, como inmutables gigantes que se mantienen observando todo a su alrededor sin que el tiempo o lo que sucede a su alrededor les afecte. Tal y como creía que sucedía con él, que desde la altura de su vasto imperio podía manejar inmutable a los que estaban por debajo de su persona, sin embargo dadas las circunstancias ahora comienza a pensar que solo ha sido una ilusión, que el poder se le subió a la cabeza cometiendo el error de confiarse. —O quizás solo fui algo descuidado, pero de todas maneras aun estoy a tiempo para cambiar el rumbo de las cosas. Por más que crean que me llevan la delantera, eso no dudará mucho —murmura el empresario recostado tranquilamente en su sillón sin temer a sus adversarios. —¿Puedo pasar? —pregunta Timoteo entreabriendo la puerta de la oficina. —Adelante, muchacho. Dime, ¿Qué sucede? —responde el empresario girá
Julieta pone todo su esfuerzo en esbozar una gran sonrisa frente a la cámara que dispara varios flashes hasta que se detiene dando por terminada esa sesión de fotos con el vestido corte de sirena turquesa. Sin siquiera esperar algún comentario por parte del fotógrafo de cómo ha estado la sesión, la modelo se dirige lo más disimuladamente que puede hacia el baño para devolver lo poco que ha desayunado, hace por lo menos cinco minutos que se ha estado obligando a soportar las nauseas. —Has estado hermosa como siempre, ven a que te retoque el maquillaje, cariño —invita Keyla con una sonrisa amistosa señalando la silla de la modelo. —Por un momento creí que no terminaría nunca esa sesión —confiesa Julieta sentándose en la silla tomando un largo sorbo de su botella de agua mineral antes de tener que quedarse quieta para que la maquilladora haga su magia. —Bueno, por lo que he oído ya no nos queda mucho tiempo, según comentan Jaguer ha pedido que terminemos la campaña cuanto antes. Lo cu
El Fiscal Avilés contiene un suspiro al sacar de una vieja caja de cartón un oso de peluche que en algún tiempo fue de color blanco, con la mirada empañada por las lagrimas sostiene ese peluche que solía pertenecer a su pequeña hija. Incluso es asaltado por el recuerdo de arroparla cada noche abrazada a ese oso, mirándolo con sus ojos grandes llenos de vida y seguridad, con la certeza de que su padre la protegerá de cualquier peligro. —Pero la decepcioné, le fallé, solo tenía que mantenerla a salvo y no fui capaz, no sé cómo se supone que sea capaz de vivir con eso. Si no fuese por el querer hacer pagar a Steinberg por lo que hizo hace mucho que me habría rendido —murmura el Fiscal sintiendo las lagrimas corriendo por sus mejillas. Lo cierto es que estuvo a punto de rendirse cuando su esposa le puso los papeles del divorcio sobre la mesa tomando las valijas con sus cosas y marchándose para no volver, después de la muerte de su pequeña él trató de seguir con su matrimonio, pero aunque
—No puedo creerlo… —murmura Ariel boquiabierto mirando sentado en su oficina la noticia que el informativo está presentando. —El Fiscal Antonio Avilés se ha visto en los medios últimamente como figura central de la Investigación contra Fernando Steinberg, y la contaminación que sus campos pueden haber provocado en la ciudad de Las flores. Y hace poco incluso reveló que su hija murió a causa de un tumor provocado por esos contaminantes, sin embargo hoy no es noticia por esa razón —indica un serio reportero sentado detrás del escritorio junto a su compañera. —Así es, tristemente se podría decir que el suceso que lo ha tenido como protagonista no solo ha sido vergonzoso, sino incluso peligroso. Apareciendo en una de las empresas de Steinberg con un arma desenfundada amenazando a los presentes, si bien el personal de seguridad pudo reducirlo sin tener que lamentar victimas, es un hecho que no lo deja bien parado —informa la panelista meneando la cabeza en señal de desaprobación. —Si bie
—¡Es increíble que ni siquiera estando embarazada los hombre dejen de mirarte, uno por poco se choca un poste de luz por no sacarte los ojos de encima! —declara Malena dándole un fuerte abrazo a su amiga en la acera de la clínica. —No puedo determinar si es un tipo de halago o reclamo, por cierto, ¿Qué estás haciendo aquí? —pregunta Julieta alisándose nerviosa el vestido casual con estampados de mariposas que ha elegido para ir a la cita médica. —Una observación con cierta pizca de envidia, creo que bastante obvio por qué estoy aquí, he venido a ver a mi ahijado, y por lo que veo menos mal que vine —declara la amiga entrelazando su brazo con el de su compañera para entrar juntas a la clínica. —La verdad es que me alivia bastante que hayas venido, Ariel tenía la ecografía de su hijo también así que no creo que pueda venir, aunque en realidad me alivia bastante, no me agrada la idea de que debo compartir a mi hijo con él —confiesa la modelo ocultando cierta decepción que llega a contr
Carolina conduce hacia la casa de su suegro apretando tanto los dientes que por un momento hasta se hace la idea de que se le van a partir, se había asegurado de conseguir la cita para la ecografía en el mismo horario que Julieta. De esa manera Ariel debería estar junto a ella y no al lado de esa modelo, pero el muy maldito se las apaño para pagar y conseguir que le cambiaran el horario, lo cual en parte no debería sorprenderle si ese ecógrafo recibió dinero para hacer una ecografía falsa, probablemente sería capaz de vender hasta a su propia madre por un buen precio.—De seguro esa maldita estará disfrutando de tenerlo junto a ella, haciéndose la pobrecita para asi poder asegurarse que él no deje de prestarle atención. Estoy a muy poco de encargarme de hacerla desaparecer de este mundo con mis propias manos —masculla la mujer adelantando a un auto con muy poca precaución.Durante estos últimos meses ha logrado que Ariel le presté cada vez menos atención a Julieta, y gran parte de ese
Julieta inhala el aroma del revuelto de huevos con queso que se ha preparado para desayunar junto al pan tostado, y una leche caliente. Si bien sabe que debe alimentarse bien no quiere dar paso libre a sus cada vez más extraños antojos, que si fuera por ellos estaría comiendo durante todo el día. Trata de llevar una dieta nutritiva para brindarle a su pequeño todo lo necesario para crecer, pero tampoco quiere descuidar demasiado su silueta. No porque piense volver a la pasarela, sino porque quiere mantenerse bien.Al oír el timbre sonando la modelo deja sobre un plato la tostada con mermelada de frambuesa a la que le ha dado un mordisco, no tiene idea de quién podría ser, de vez en cuando Timoteo suele venir a desayunar con ella, pero le ha avisado que esa mañana no podría ir por una reunión importante que tenían. S i no fuera que supiese que Ariel es parte de esa reunión, podría imaginar que fuese él, aunque no puede decir que eso pueda ser algo que realmente desee.—Hola, querida. ¿
Ariel pasa el dedo con cariño por la ecografía de su bebé la cual ha hecho imprimir y enmarcar para lucir en su escritorio, no en su oficina de Research Technology, sino en la casa central de Industrias Steinberg. Su agencia de publicidad ha quedado bajo el completo control de su esposa, mientras que él tomaba el control de las empresas de la familia junto con su primo. En primera instancia esa transición fue difícil de llevar a cabo, pero al tener un objetivo claro en vista eso se fue haciendo más sencillo a medida que el tiempo pasaba y cada victoria lo acercaba más a la razón por la que estaba allí. Y hoy parece haber llegado el día en que todos los esfuerzos y sacrificios que ha estado haciendo estos último meses comenzarán a dirigirse hacia el final de todo. —Estoy camino a la libertad —murmura el empresario que nunca creyó que un día tendría que pelear por algo así, uno simplemente da por sentado que es una persona libre de tomar sus decisiones, aunque la experiencia le ha en