— Vale, Paine… Aparentemente según Mau tienes una semilla o algo así, pero ¿Cómo? No entiendo si es una metáfora, si es una semilla real o si realmente es así, no sé ni si quiera donde la tienes ¿Dentro, en tu cuerpo o cabeza? La verdad no tengo idea, por supuesto que no voy a abrirte el estómago para averiguarlo así que no te preocupes por eso. Solo estoy indagando esperando resolver esto lo más pronto posible. — James acariciaba un poco a Paine mientras le hablaba.
— Quisiera de verdad que las cosas hubieses sucedido de otra manera, esto es tan sobrenatural que incluso me sorprende que exista, pero supongo que si nosotros los humanos existimos por alguna razón entonces no puedo negar la probabilidad de que existan otras cosas aparte de nosotros, creo que así es como lo ve Leo y en ello creo que puede tener un poco de lógica. Pero volviendo al tema que n
— Eres tú, ¿verdad? — Leo mirando a James postrado frente al televisor pregunta.Aquel hombre que antes se llenaba de orgullo de ser “James Wolfhound” en la actualidad sentía vergüenza y decepción, por su cabeza pasaba tantas situaciones de rechazo que iba a vivir a partir de ese momento… Sabía que iba a ser reconocido en cualquier lugar que llegara de la peor manera posible, “El monstruo, el hombre-lobo- licántropo, el hombre que se comió a dos oficiales, la bestia que mató a la familia en Moonhouse” Y el peor de todos si llegaban a descubrirlo sería “El hombre que dejó que su esposa e hija fueran comidas vivas frente a él por una manada de lobos”. Todas esas eran las principales formas en que sería señalado por el resto de las personas todo el tiempo que durara su vida. Ya no habría una oportunidad de trabajo, de amist
La implacable noche destilaba el cielo, los búhos comenzaban su jornada de vigilancia al igual que los murciélagos dentro del granero comenzaban a despertar. Poco a poco el ambiente se tornaba áspero en cuanto a lo que pasaría a continuación con James como protagonista. El ganado de Leo aparentemente ya conocía el peligro por lo que todos los animales se amontonaban unos con otros esperando resguardarse del depredador que cerca estaba a punto de salir, la neblina rodeaba el panorama y dificultaba la visión de cualquier cosa difuminando todo aquello que la atravesaba. Discretamente las lagartijas se situaban en lo más alto del techo y en lo más oscuro de las ranuras asegurándose de no encontrarse en el paso del monstruo a punto de surgir desde el cuerpo de James adueñándose completamente de él. El silbido del viento daba escalofríos y acompañado del frío arropamiento del cl
El aullido de James atravesaba el bosque como un llamado a que la hora del terror había comenzado una vez más, que no habría manera alguna de detenerla y tampoco manera alguna de esconderse… El reciente intento fallido de James de mantener a la bestia dormida había fallado y estaba ahora como más hambriento que nunca, más hostil, con energías sobrecargadas y una potencia monstruosa con muchas ganas de devorar mucha carne.Se veía venir la peor noche hasta ahora para James siendo licántropo, tenía una adrenalina distinta a la de las noches anteriores que impulsaba al coloso animal a ansiosamente buscar algo para masticar urgentemente. A pesar de la noche sumamente fría tenía una sensación incómodamente calurosa, el enfoque parecía más activo y su elevado cuerpo hacía la ilusión que estaba en una sobredosis de drogas muy potente. El territorio a s
Un tornado de sensaciones daba vueltas por todo el ambiente que estaba a punto de estallar posiblemente en nada bonito. Los cuervos hacían bulla como locos y aleteaban en sus puestos como salvaje público de un coliseo romano en la batalla estelar. Ambos estaban llenos de sangre humana, la sangre de dos pobres sujetos que seguramente temblaban esa misma noche sin poder sacarse de la cabeza las noticias que habían desafortunadamente confirmado que eran reales justo antes de morir… No había cabida para algo más terrorífico que dos licántropos mirándose fijamente el uno al otro, la niebla se reflejaba y se humidificaba en las exhalaciones de respiración de dichos mastodontes que no tenían ninguna intención de correr.Un camaleón en la rama de un árbol cercano se encontraba inquieto con sus ojos mirando cada pequeño movimiento a la vez que pintaba su cuerpo en camuflaje con los
Tenebrosamente el viento era el único que se atrevía a cruzar la escena por completo, ambos cara a cara hacían parecer que era la pelea de los mismísimos demonios sobre la tierra. Algo completamente inimaginable, algo que hace muchos años no ocurría en Moonhouse que de nuevo volvía a ser el ojo del huracán en cuanto a las bestias insaciables de poder que alguna vez fueron dueños de la noche. A decir verdad, la oscuridad era la amante de la noche y por ello nunca se consideró segura, en ningún lugar del mundo, pero ahora, definitivamente se volvía inhóspita porque ¿Quién querría investigar o pasear por las noches cuando casi tenía la certeza de que sería presa de un depredador el cual no podría ahuyentar ni si quiera con los disparos de un alma? A menos que quisieras morir, eras bienvenido en el bosque como comida. Mientras todo esto ocurría oídos eran testigos de los fuertes sonidos que provocaba el enfrentamiento de estos animales, los oídos de las mismas personas q
Abrumado, asustado, ansioso y con mucha adrenalina buscaba donde refugiarse para lamer sus heridas. James se sentía bastante débil y junto con ello venía una montaña de preguntas y preocupaciones.— (Debo encontrar a Paine y avisarle a Leo del peligro que puede estar corriendo, que ante cualquier situación se mantenga muy lejos del granero… Que haga como si no existiera.) — Cada segundo más difícil que el anterior hacía que en su consciencia se derramara su cordura.Básicamente estaba huyendo, la paliza que Mau le había dado le estaba dejando muy en claro que a pesar de sentirse muy poderoso y que la bestia fuese aparte muy desafiante no era el más rudo de los hombres-lobo, que delante de Mau y el otro licántropo con el que se había topado era un simple cachorro que siempre huía con la cola entre las patas. Por supuesto que James estaba en contra de su f
— ¡Señor! — Uno de los oficiales se presentaba en el cuartel donde se encontraba el Sargento General Román Palacios. — Adelante, soldado. — El Sargento responde. — Hemos acudido al sitio donde hubo el llamado de emergencias, efectivamente nos enfrentamos a lo que temíamos. — Escapó ¿No es así? — Afirmativo, Sargento. Ambos huyeron a lo denso del bosque, por lo que no pudimos seguirles el rastro, además de que centramos nuestra atención en rescatar a las víctimas del suceso. — Espera, ¿Dijiste “Ambos”? — El Sargento Román tuvo una expresión de sorpresa. — Así es, Sargento. Era más de una bestia, hasta el momento son dos. Ambos tenían una disputa, aunque podría ser territorial. — Comprendo… Entonces tenemos una plaga de hombres-lobo. Lo que quiere decir que ese tal James Wolfhound no operaba solo, quizás tenía un cómplice y ahora se encuentran teniendo diferencias. Siempre sucede en los trabajos donde todos quieres ser el jefe.
James tomaba un poco de agua, quería tener energías para caminar por horas y horas mientras se adentraba en el bosque buscando la capilla y santuario de Astra donde creía que encontraría la clave para su condición, o como él lo llamaba “Maldición”Se quedaba frente al espejo y poco a poco se veía pálido, su cerebro trabajaba prácticamente día y noche sin descanso y el hecho de sufrir insomnio, estrés y mala alimentación dejaba evidentemente rastros muy notorios en su rostro, como ojeras negras y ojos rojos. Tenía un aspecto como el de Drácula en aquella película famosa de la televisión, aunque irónicamente era definitivamente todo lo contrario a un conde vampírico… Lavaba su rostro como intentando despertar de la pesadilla que vivía cada segundo y notaba que nada era más real que eso.Leo lo atendía