La expresión en el rostro de Arlyn no le pasa desapercibida, definitivamente está molesta con ir en el mismo vehículo que Abraham, pero por lo que escuchó por parte de Yaro es que la hermana de David Alberto tampoco soporta estar con Teresa. Pobre mujer, si seguía así iba alejar a sus hijos más de lo que ya estaban.
Escucha la risa de su padre, lo busca rápido con la mirada y al encontrarlo, no duda en reunirse con él, pues David Alberto se encuentra arreglando los últimos detalles del contrato para rentar los autos.
— ¿Todo bien? —pregunta su padre en cuanto ella se pone a su lado, apoyándose en él.
— Sí, sólo quería
El clima en Ciudad Juárez es una de las cosas que Begum sigue sin entender, en las mañanas podría hacer frio o calor, en las tardes un fuerte viento iba a levantar la tierra y en la noche una oscura calma iba a caer, sin embargo, había ocasiones que se invertían o como amanecía iba a oscurecer, pero hoy, viendo la caja de madera donde yacen las cenizas de Teresa Herrera Cabriales, escucha nuevamente el cielo caer en forma de lluvia.Desde que amaneció, la lluvia no ha cesado y duda mucho que vaya hacerlo, pues las nubes siguen tan juntas y oscuras que no dejan entrar ningún rayo de sol a través de ellas. Dejando de lado que ya pasan las dos de la tarde.Voltea a ver el reloj que yace en la mesa de centro, perdiéndose en el lento andar de las manecillas del reloj. David Alberto no ha llegado, cosa que le preocupa muchísimo, pues el pobre no ha dejado de ir a las estaciones correspondientes en b
EPÍLOGOArlyn ve por la ventana, golpeando con su dedo el grueso vidrio sin llevar un ritmo en especial, solo escucha el ruido que provoca y trata de concentrarse en él lo suficiente para no recordar nada de lo ocurrido en los tiempos de ajuste. En las grandes manos que sujetaron su cabeza con firmeza y la obligaban a llevar más lejos aquel desagradable sabor, lastimando todo a su paso y haciéndola vomitar al final.Cierra los ojos con fuerza y tiembla al sentir el escalofrío que le recorre la espalda, se lleva la mano derecha al cuello y se obliga a mantener el control, debe mantener la postura. Se tiene que recordar que ya salió de ese lugar, está a salvo.— Arlyn, ¿estás bien? —la pregunta de Abraham le hace temblar, abriendo poco a poco los ojos— ¿Tienes frio? —hace una mueca, viendo el desértico paisaje.— Mi chamarra está en el asi
La chica frente de él comenzó a temblar y eso le hacer una mueca, es desagradable; las gordas le dan asco y no podía creer que la vaca esa se creyese lo suficiente como para acercarse y peor aún pedirle salir. No salir a caminar, no salir a tomar un café, ella se refería a salir de cita. Qué ridícula; qué ridículo se vería él cerca de ella. Soltó un suspiro, paseó la mirada un rato por su alrededor, notando a su hermana cerca y también a sus amigos, obvio que había más gente en el lugar y eso era malo. Estaba siendo el centro de atención y por culpa de una estúpida que soñaba con él.No la culpa, él es el chico perfecto. Tiene las características físicas que una chica de 16 años buscaría, pero en definitiva e
La clase de música se le hace de lo más aburrida, ya han pasado años desde que ha empezado y la emoción se ha evaporado con el tiempo; prefiere gastar su tiempo en clases de francés o dando otro recorrido en el campo algodonero, que en este mes de seguro se ha de ver desértico, pero puede comprender porque su padre le ha obligado a tomar esas clases, en especial de guitarra y violonchelo. Son instrumentos que ayudan a la postura; los músculos del brazo y espalda a incrementar de tamaño, además de hacerlo ver más masculino.Del otro lado del salón, en donde el sonido de diferentes instrumentos suena con desiguales, se encuentra su hermana usando el violín y se le ve cansada, de ella es quien proviene las notas melodiosas. Últimamente su padre les ha puesto más extras después de clases
La expresión de David Alberto es capaz de leerse desde la distancia y vaya que era mejor mantenerla así para no recibir alguna clase de comentario impropio o un insulto bien elaborado, sin caer a lo vulgar claro. La forma en que mira al frente con sus cejas juntas por lo mucho que frunce el ceño, la mueca de total desagrado e incomodidad, más sus brazos cruzados a la altura del pecho, deja en claro que al verse sentado al lado de su hermana por tercera ocasión, no era lo que esperaba.Arlyn ha hecho un trabajo impresionante ignorando al cascarrabias de su mellizo, sin embargo, no puede evitar maldecir por lo bajo cada vez que él se remueve en su asiento, golpeándole por accidente (al menos eso espera) con los codos.Los asientos son incomodos para David, tanto por la tela, como por el hec
Las manos de David comenzaron a sudar nuevamente y él lo intentó disimular limpiándolas contra la tela barata del asiento una vez más, no quiere ensuciar la de su pantalón y menos que su padre viera lo mal que estaba a pesar de que le había dicho todo lo contrario minutos antes de salir del hotel, el verdadero hotel. No durmió en toda la noche, estuvo removiéndose en aquella suave cama durante horas y yendo al baño sólo la primera para vaciar el estómago; había vomitado hasta que lo único que salía de él eran sonidos y baba.Lo único que logró dejarlo acostado fue aumentar la dosis de su medicamento, pero eso no le ayudo a conciliar el sueño. Aquello se debía que la imagen de su hermana siendo sacada a la fuerza del taxi le seguía girando en la cabez
"Querido Imre, gracias por adquirir una Ninochka, como usted sabe aquí en estas hojas se encuentra toda la información que requiere para conocer lo que usted ha comprado.¿Qué, recientemente has cumplido tus veintiún años? ¡Feliz Dagmar, nuevo Imre! Esperamos que la Ninochka que ha comprado sea de su total agrado. En este folder encontrara la información que sea y creemos es necesaria. Por favor, si tiene alguna duda o pregunta llámenos.Con gusto le atenderemos."David frunce el ceño, vuelve a leer el único párrafo existente en la primera hoja y cierra el folder, soltando un suspiro. No tiene ganas de leer ahora, menos cuando está bajo la atenta mirada de Simio. Parece
Esmeralda estaciona lo más lejos de la entrada de la central del aeropuerto, pues sabe muy bien que su Imre tiene tantos contactos como el espacio tiene estrellas; realmente no se puede decir que ha vivido después de sus dieciocho. Voltea a ver a David Alberto, quien mantiene una expresión neutral con la mirada al frente, ¿acaso no le afecta el saber que posiblemente no vuelva a ver nunca a su hermana? Aunque sea una regla de contrato, muchos hombres prefieren alejar a la Ninochka de sus familias. Mejor control al parecer.Ella no ha visto a sus padres y lo agradece, pues sabe que si un día llega a verlos, les va a gritar muchas cosas y les reclamara, pero al final no va a importar cuánto diga o pida, al final volver a con su Imre.— El viaje será de escala —habla David, sac&a