Capítulo 33 —La Confrontación del Corazón RotoNarrador:Mickaela había estado dando vueltas por la finca, intentando calmar su mente después de lo ocurrido con Kael y las fotos con la mujer. La incertidumbre la estaba consumiendo. ¿Por qué Kael no le había contado nada? ¿Por qué no había sido honesto con ella? No entendía cómo todo había cambiado tan rápidamente, cómo alguien en quien había confiado podía estar con otra persona sin decirle nada. Finalmente, decidió regresar al comedor, buscando algo de consuelo, tal vez una distracción. Al acercarse al umbral, vio a Xavier de espaldas, hablando por teléfono. Por un momento, pensó en retirarse, pero algo la detuvo, y sin querer, se quedó allí, escuchando la conversación a través de la puerta entreabierta. La voz de Xavier, firme y grave, resonaba en el aire, y Mickaela, sin darse cuenta, se acercó más a la puerta.—¡¿Cómo te atreves?! —Xavier exclamó, su tono lleno de furia. —Te he visto en las fotos con otra mujer, Kael. ¿Cómo puedes
Capítulo 34 —La resaca de la verdadNarrador:Mickaela despertó con la cabeza latiendo como si fuera a estallar. El sol atravesaba las cortinas, y el calor que se sentía en la habitación solo acentuaba el dolor punzante en su sien. Se levantó lentamente, buscando con dificultad el baño, y se metió bajo la ducha, el agua fría cayendo sobre su cuerpo, pero sin lograr aliviar la sensación de pesadez que la invadía. La resaca era insoportable, y su mente, nublada por los recuerdos de la noche anterior, parecía incapaz de enfocarse en algo concreto. Después de un rato, se puso ropa cómoda, tratando de ignorar el malestar, y bajó a la cocina. La esperanza de que Xavier no estuviera allí la acompañó por todo el pasillo, pero al llegar a la cocina, la sorpresa la golpeó como un jarro de agua fría. Ahí estaba él, sentado en la mesa, con una taza de café entre las manos, como si nada hubiera pasado. Mickaela se detuvo en seco. Sin mirarlo, se sirvió un poco de café y se sentó frente a él, su mi
Capítulo 35 —Decisiones al borde del abismoNarrador:El día avanzaba lentamente, y Mickaela no podía quitarse de la cabeza la conversación con Xavier en la cocina. Había algo en sus palabras que seguía resonando, una mezcla de verdad incómoda y confrontación que la había dejado inquieta. Necesitaba claridad, alguien con quien hablar que no estuviera directamente involucrado en toda esta tormenta emocional. Tomó su teléfono y marcó el número de Sophia. Cuando su amiga atendió, la voz de Mickaela sonaba tensa, como si contuviera una explosión de emociones.—Sophia, necesito hablar contigo —dijo rápidamente.—¿Qué pasó? —preguntó Sophia con preocupación inmediata —¿Está todo bien?—No, no está bien. Estoy en la finca de Xavier y... no sé qué hacer.Hubo un silencio breve antes de que Sophia respondiera.—Cuéntame todo.Mickaela respiró profundo y comenzó a desahogarse.—Es Kael. Hace días que no me contesta, y luego Xavier y yo vimos fotos de él en París... con otra mujer. Parecían cerc
Capítulo 36 —Lagunas en la historiaNarrador:El auto avanzaba en silencio, con la tensión suspendida como una niebla entre ellos. Mickaela miraba por la ventana, pero su mente estaba atrapada en un torbellino de pensamientos. Cada palabra de Xavier, cada gesto, cada mirada suya desde la noche anterior, la había dejado en un estado de confusión y deseo que no podía ignorar. Y ahora, cuando el coche se detuvo abruptamente, Mickaela parpadeó, desconcertada. Xavier apagó el motor y salió sin decir una palabra. Ella lo observó mientras él caminaba hasta el borde de un barranco cercano. El cielo estaba pintado de un naranja crepuscular que se desvanecía en un azul profundo, y el viento acariciaba su cabello, revuelto como sus pensamientos. Desde la distancia, podía verlo con las manos en los bolsillos, la postura tensa y cargada de algo que no podía definir.—¿Qué haces?—le gritó desde el coche, pero él no respondió. Frustrada, Mickaela salió del auto, aunque se detuvo a medio camino. —No
Capítulo 37 —Mucho de Xavier, poco de Kael...Narrador:El avión ascendía suavemente, y desde la ventana, Mickaela veía cómo las luces del aeropuerto se perdían en la distancia. Había esperado que el vuelo la distrajera, pero en lugar de eso, el silencio del jet privado era un espejo de su mente...Xavier; sus labios, sus fuertes brazos sosteníendola, el aroma embriagante de su piel, sus palabras cargadas de deseo... —Esto está mal, muy mal —Cerró los ojos, apoyando la cabeza contra el respaldo. Los besos habían sido un error, lo sabía. Pero entonces, ¿por qué sentía que una parte de ella no quería olvidarlo? —Cálmate —murmuró para sí misma, apretando el borde del asiento con los dedos —Olvídalo. Todo esto tiene que quedarse atrás.El jet privado aterrizó suavemente en la pista de la ciudad. Mickaela descendió con la misma sensación con la que lo había abordado; de un vacío difícil de explicar y una confusión que no lograba disipar. El viaje había sido silencioso, casi solitario, a pe
Capítulo 38 —Lo que no veo Narrador:Habían pasado dos días desde que Mickaela había vuelto. El peso de la rutina había comenzado a caerle encima, pero nada lograba sacudir de su mente lo que había pasado con Xavier. Se sentía atrapada en una tensión constante, como si el beso al borde del abismo y luego en el aeropuerto, asi como las palabras que no debieron decirse, hubieran dejado una marca imborrable. Pasaba horas en la galería, más de las necesarias, aprovechando la calma de las paredes blancas y las obras que pendían de ellas. Pero ni siquiera su trabajo lograba traerle paz. Cada vez que recibía un mensaje o una notificación, su primer impulso era mirar si era Kael. Pero no lo era. Kael seguía en París, en el Louvre, en eventos llenos de personas con trajes caros y copas de champán. Con ella. Esa mujer de la foto. Esa que había visto en su Insta*gram, de pie junto a él, demasiado cerca. La había ampliado, había analizado cada detalle, como si eso pudiera darle alguna explicació
Capítulo 39 —Sin máscarasNarrador:El aire dentro del piso era cálido y acogedor, contrastando con la fría brisa de la calle. Mickaela se quedó de pie en el umbral del salón, sus ojos recorriendo el espacio. Las paredes estaban decoradas con cuadros que no parecían casuales, una elección calculada, como todo lo que rodeaba a Xavier.—No me esperaba esto —murmuró, girándose hacia él, que había dejado su abrigo en el perchero.Xavier sonrió mientras se dirigía a la cocina abierta al otro lado del salón.—¿Esperabas un lugar más decadente? —bromeó, sacando una botella de vino de la vinoteca integrada.—Esperaba… un restaurante, como habías dicho. Esto huele a trampa.—No es una trampa, Mickaela. Es una cena. La diferencia está en la percepción.Ella resopló, pero no replicó. En lugar de eso, caminó hacia el ventanal que daba a una vista espectacular de la ciudad iluminada. Las luces se extendían hasta donde alcanzaba la vista, pero no lograban calmar la tensión en su pecho.—¿Siempre pl
Capítulo 40 —Querer algo más que lo obvioNarrador: Mickaela sintió cómo las manos de Xavier la rodeaban con decisión, deslizando los dedos con delicadeza por su nuca. La cercanía era abrumadora, el calor entre sus cuerpos quemaba cualquier pensamiento racional. Los labios de Xavier encontraron los suyos de nuevo, esta vez con más urgencia, explorándolos como si quisiera memorizar cada sensación. Mickaela respondió con igual intensidad, sus manos recorriendo los brazos de él, sintiendo la firmeza de sus músculos bajo la tela de su camisa. Cuando se separaron por un instante para tomar aire, Xavier apoyó su frente contra la de ella, su respiración pesada entrelazándose con la de ella.—No sé en qué momento cruzamos esta línea, pero no quiero retroceder —murmuró él, su voz grave y cargada de sinceridad.Mickaela levantó la mirada, sus ojos buscaban los de Xavier, pero al mismo tiempo, quería ocultar la vulnerabilidad que sabía que él podría ver.—Esto es una locura —susurró, su voz ape