Lucia.
Desolada por no haber conseguido un puesto en las empresas que visitó, todo lo que la joven quería era olvidar sus problemas, y ver el bar allí fue una tentación irresistible.Lucía toma su bolso y comprueba cuánto dinero le queda, solo quedan algunos euros.Decidida, se dirige al bar, ese dinero debería ser suficiente al menos para tomar algunas bebidas.Al llegar a la entrada, se encuentra con humo de shisha, luces de neón de colores junto a música animada; el lugar no estaba muy lleno, y el ambiente más oscuro estaba reservado, lo que hacía que Lucía se sintiera más tranquila, si se quedaba en una de las mesas al fondo, sería difícil que alguien la reconociera debido a la luz tenue. Ella entra al bar, sintiendo un cierto alivio por la acogedora atmósfera que el lugar ofrece, camina hasta el fondo del establecimiento y encuentra un lugar vacío en una de las mesas más alejadas, como había planeado, y se acomoda allí, suspirando al sentirse un poco distante de sus preocupaciones.Un camarero amable se acerca rápidamente, ofreciendo el menú. Era apuesto, pero lamentablemente, en esa parte del salón, la luz estaba muy baja, dificultando su visión. Lucía intenta no mirar demasiado al hombre y decide examinar las opciones de bebida; pide un cóctel exótico que llama su atención.Mientras espera su bebida, observa a las personas a su alrededor: grupos de amigos riendo y conversando, parejas disfrutando de la noche e incluso algunos individuos solitarios como ella, buscando un respiro en la vida agitada.No pasa mucho tiempo antes de que le traigan el cóctel; en la parte superior del vaso hay una rodaja de fruta y un colorido paraguas, parece delicioso.Con cada sorbo, Lucía se siente más ligera, su cuerpo se relaja y sus preocupaciones parecen desvanecerse, al menos temporalmente. Se deja llevar por la música, moviendo la cabeza suavemente al ritmo del compás.Sin embargo, a medida que pasa el tiempo y los cócteles siguen llegando, Lucía comienza a sentir los efectos del alcohol. Su mente se nubla, sus palabras empiezan a arrastrarse y comienza a sentirse desorientada. La idea de pagar la cuenta se pierde en su mente embotada, y se sorprende sonriendo, sintiéndose casi desconectada de la realidad. Inmersa en su estado de embriaguez, Lucía intenta llamar la atención de un hombre alto y fuerte que pasa a su lado; su voz suena arrastrada y un tanto confusa cuando lo llama "Señor".El hombre se detiene por un momento, mirándola un poco confundido. La tenue iluminación y el efecto del alcohol hacen que su rostro parezca distorsionado, pero de alguna manera Lucía se da cuenta de que es muy atractivo. El hombre se inclina un poco, acercándose a ella, y Lucía puede oler su perfume mientras le pregunta con voz tranquila:- ¿Me hablaste? - Su voz suena de manera sensual.Lucía intenta reunir sus palabras para responder, pero su mente está demasiado nublada por el alcohol. Piensa por un momento y luego murmura:- No recuerdo si pagué la cuenta. ¿Podrías... verificarlo por mí?Su voz tiembla e insegura, y ese hombre misterioso la hace sentir un poco tímida y incómoda de alguna manera, tal vez debido a lo cerca que está.- ¿Cuál es tu nombre? - El hombre pregunta aún más confundido, frunciendo los ojos al mirarla, tratando de entender de qué se trata.- Soy Lucía... pedí demasiados tragos y ahora no sé cómo está la cuenta. - Responde casi tartamudeando; era evidente lo embriagada y confusa que estaba.El hombre alto parece sonreír, y Lucía no está segura de lo que está viendo exactamente.- ¿Puedo sentarme? - El hombre misterioso pregunta, ocupando el lugar frente a la joven. A esa altura de la noche, Lucía ya no se preocupa demasiado. Su vida es un verdadero desastre, y quizás sea bueno salir un poco de la rutina para no enloquecer.- ¿Cuál es tu nombre? - Lucía pregunta, su voz arrastrada mientras intenta arreglar su cabello, que está desordenado. Su larga franja le cubre parte del rostro, dificultando aún más su visión.El hombre ignora su pregunta y extiende la mano para ayudarla a apartarse el cabello detrás de la oreja.- Eres muy hermosa para esconderte detrás de una franja así, ¿no crees? - Habla con voz seductora, como si intentara captar la atención de Lucía. Eso la asusta, ya que es la primera vez que un hombre se le acerca tanto. Instintivamente, se aleja un poco, mostrando su incomodidad.- Perdona si fui un poco invasivo, pero parecías triste cuando te vi por primera vez - continúa hablando con su voz envolvente, dejando a Lucía confundida sobre sus intenciones.- No es nada... solo problemas familiares... he estado buscando trabajo durante días... y hoy arruiné todo. Era mi última oportunidad de entrar en NightWish Company - habla, y a medida que las palabras salen de su boca, su tono se vuelve entrecortado, como si toda su tristeza y frustración salieran a la superficie.- ¡No! ¡No voy a llorar! - Lucía habla en voz alta consigo misma, asustando al hombre misterioso frente a ella.- Me prometí a mí misma que olvidaría todo, al menos por hoy - se afirma a sí misma mientras se concentra en el hombre frente a ella, quien está visiblemente confundido por su batalla interna.- ¿Sabes qué? ¡Que se joda! - Habla en voz alta y luego avanza hacia el hombre desconocido, besándolo intensamente. Esa noche, estaba dispuesta a hacer todo lo que había evitado y avergonzado toda su vida. Después de todo, al día siguiente planeaba buscar un burdel y no quería que su virginidad fuera decidida por nadie más que por ella misma.El Jefe de la mafia, Alejandro, avanza con seguridad por el suelo de la discoteca, con una expresión tensa en el rostro, vistiendo su traje y corbata habituales, zapatos negros y el cabello cuidadosamente arreglado. Las luces parpadean sin cesar y a su alrededor se encuentran varias mujeres hermosas y seductoras. Aunque sus ojos se cruzan con los de algunas de ellas, él continúa avanzando por la sala.El teléfono que sostiene en la mano no deja de sonar y él lo contesta impaciente, en medio de una tensa conversación con su subordinado.- ¿Qué ha pasado, Fernando? - pregunta Alejandro, con seriedad en su rostro.- Jefe, la situación aquí es complicada. La banda de las Nieves sigue con sus chantajes, y eso no es todo. Tienen aliados, jefe. Nos estamos quedando atrás, necesitamos encontrar un buen aliado, y rápido.Alejandro maldice en voz alta, entrecierra los ojos y responde.- Entendido. Maldición. Pero voy a acabar con todos. Nadie me va a ganar.El Jefe está nervioso, continúa la co
Lúcia.Lucía siente su mente nublada por la borrachera mientras intenta centrarse en la realidad que la rodea. Parpadea lentamente, intentando aclarar su visión.Para su sorpresa, se encuentra en un lujoso piso, pero lo único que ve es un borrón delante de ella. Su último recuerdo es haber besado a un misterioso desconocido en el bar. No puede creer que esté allí, con un desconocido.El misterioso hombre, con un aura de misterio que no hace más que aumentar, se hace presente, se acerca a ella y le desabrocha la camisa. Lucía se esfuerza por verle la cara, pero su estado de embriaguez se lo impide. Solo puede ver sus hermosos abdominales.Tiene los ojos medio cerrados, pero intenta mantenerse despierta. El hombre empieza a hablarle de forma seductora y sensual, intentando averiguar más cosas sobre la mujer que está allí.- Lucía, ¿qué haces aquí, quién eres en realidad, por qué has bebido tanto esta noche, quieres desahogarte? - Él siente curiosidad por ella, sus ojos no se apartan de l
Lucía.El Misterio del DesconocidoMientras el suave sol de la mañana comenzaba a iluminar más la habitación, Lucía seguía intentando descubrir quién era el hombre de la noche anterior. Todavía se sentía adormilada y se estiraba en su cama.Lucía bostezó adormilada. Sin embargo, no se detuvo allí; tenía que seguir buscando. Pero algo llamó su atención: un pequeño trozo de papel estaba en el escritorio junto a su cama.La curiosidad la llevó hasta allí, y sus manos delicadas agarraron el misterioso papel. Con los ojos fijos en las palabras escritas, leyó en voz alta: "Si descubres quién soy, prometo cumplir cualquier deseo tuyo".Un escalofrío recorrió su espalda. El enigma la dejó inquieta, pero la sensatez la hizo cuestionar la veracidad de la promesa. Llevaba solo unos días en la ciudad y apenas conocía a nadie. ¿Podía ser esto solo una broma de mal gusto? Era difícil creer en algo tan surrealista.- ¿Quién es este tipo? ¿Cómo voy a saber quién es? - Hizo una mueca y guardó el pequeñ
Lucía:El sol está en lo más alto en el cielo mientras Lucía, retrasada y sin desayunar, se apresura frenéticamente hacia su entrevista crucial. El tiempo se le escapa entre las manos; con su cabello alborotado, los dientes apresuradamente cepillados y la ropa arrugada del día anterior, la deja en un estado de frenesí. Se regaña a sí misma en susurros.— Maldición, no estoy nada bien, pero no hay elección. - Agarra su bolso de documentos y sale apresurada, tiene que llegar pronto al edificio de la empresa.Minutos después, frente al edificio de la entrevista, la misma secretaria con mirada despectiva del día anterior la recibe, pero Lucía permanece imperturbable.Mientras enfrenta la entrevista, flashes de la noche anterior la atormentan: un hombre misterioso y la enigmática carta que él dejó, un enigma irresistible. Trata de mantener el enfoque, pero su mente obstinada la arrastra hacia esos momentos.La secretaria registra meticulosamente cada palabra que sale de los labios de Lucía,
La barriga de Lucía hace ruido, y rápidamente encuentra una bonita panadería cercana, cuyo olor acogedor la rodea. Con el poco dinero que le queda de la noche anterior, compra algo para comer, pero sus preocupaciones la atormentan.— Espero que no tenga nada que ver con la salud de él. — murmura, casi en un lamento, recordando la conversación con su padre.Lucía encuentra una mesa estratégicamente ubicada junto a la ventana, donde el sol derrama una suave luz sobre el acogedor interior de la panadería.Mientras disfruta de su recién adquirido refrigerio, su mente está llena de pensamientos, un rompecabezas de vida que necesita resolver.La búsqueda de trabajo, las cuentas por pagar, la salud de su padre y ahora el hombre enigmático con quien compartió una noche especial.La mujer está envuelta en preocupaciones, su expresión reflexiva iluminada por el sol de la mañana, que juega con los mechones de su cabello. Lucía se pone seria por un tiempo, sin saber qué hacer ahora.Después de sac
Lucía se despierta temprano a la mañana siguiente, con el cuerpo agotado por la falta de sueño tras la angustiosa conversación con su padre. Una oscura premonición la abraza y su corazón late con el presentimiento de una terrible tragedia inminente.Fuerza una sonrisa, consciente de que es su primer día en la famosa empresa. Hoy comienza una nueva etapa en su vida.Lucía se prepara un tentempié con lo que tiene en su piso. El día anterior había comprado algunas cosas en el mercado de al lado y se come una barra de pan que ha preparado. Sabe bien, y se apresura a comerlo rápidamente, saboreando el maravilloso sabor. Cada bocado era un alivio para su hambre.Tras saciar su hambre con el último trozo de pan, Lucía se levanta de la silla con determinación. No tiene tiempo que perder.Se dirige rápidamente a su armario y elige un atuendo discreto, optando por una blusa de manga larga, combinada con un jersey de color oscuro. Los pantalones de cintura alta acentúan su silueta de forma impec
Lucía lucha internamente por mantener la compostura, sabiendo que cualquier vacilación podría empañar su primer día en la empresa. La oficina, un espacio moderno con paredes de cristal que revelan una vista panorámica de la ciudad, parece perfectamente organizada.Sin embargo, la forma en que la mira, tan de cerca, le hace parecer cada vez menos atractiva, pero ella se esfuerza por evitarlo.El jefe de Lucía la observa con una intensidad que la perturba; sus ojos penetrantes escrutan cada detalle de la mujer, especialmente las expresiones de su rostro. Alejandra se da cuenta de lo guapa que está, a pesar de que su ropa informal oculta su hermoso cuerpo.Y la placa le quedaba bien. El mafioso pensó que Lucía sería una de esas chicas tímidas y obedientes, pero aún no estaba seguro.La luz del sol de la mañana llenaba la habitación, resaltando todo el espacio de la oficina.El mechón de pelo detrás de la oreja había dejado ver más de su cara redonda y delicada; el hombre no podía negar q
El día avanza, y Lucía permanece sola en la sala trabajando, la penumbra del atardecer arroja sombras en las paredes, creando un ambiente lleno de misterio. El silencio solo se rompe por el constante sonido de la lluvia afuera, golpeando suavemente contra la ventana. Se pregunta, ¿qué habrá sucedido para que su jefe se fuera tan temprano de esa manera?La oficina está vacía ahora y en silencio, iluminada solo por las tenues luces del techo. Su jefe parecía estresado, tal vez algo terrible hubiera ocurrido. Ella no lo sabía.Pero en su primer día, Lucía da lo mejor de sí misma, sigue todas las órdenes que él le había dado, y antes de irse después de terminar su trabajo, Alejandro aún no había regresado. Lucía se encoge de hombros y firma la hoja después de salir de la oficina, era una regla de su jefe, que todos los asistentes de la empresa firmaran la hoja al entrar y salir, para que él pudiera llevar un control adecuado de todo.Era viernes y al día siguiente sería su día libre, un d