Esther trató de apartar la mirada de los ojos de Dorian, pero permaneció inmóvil mientras el sujetaba el cuchillo contra su pómulo, lo apretó hasta que la piel comenzó a arder y luego, solo un segundo antes de que Esther comenzara a sangrar, uno de los hombres que estaban con ellas en la habitación habló. — jefe, ¿No es mejor hablar primero con su esposo o su padre? Podría pedir algo a cambio — Dorian se volvió furioso hacia él, le lanzó el cuchillo que se clavó sobre la rodilla y el otro hombre dio un salto. — Te he dicho que no me interrumpas — le riñó Dorian. Esther buscó una salida con la mirada, pero era una habitación cerrada, sin ventanas. El cadáver de la policía frente a ella comenzaba a tener un aspecto verdoso y el olor a sangre le produjo arcadas. Emily, la vagabunda, estaba tan blanca como la policía muerta y su cabeza se contoneaba de un lado para otro, como si estuviera a punto de desmayarse. Esther pensó que sería lo mejor, realmente. Dorian se volvió hacia ella y
Esther apretó los puños cuando vio la mirada penetrante que se dedicaron Leonel y Dorian, una guerra potente unida por un lazo de profundo rencor y odio.Era la primera vez que Esther los veía a ambos en un mismo lugar y no pudo reconocer al hombre que estaba sentado a su lado. Había algo ahí, un dolor y un rencor que no solo tenían que ver con la Transportes Luna, era algo más allá.— Leonel, vámonos — le dijo ella, pero él no la escuchó, era como un toro enceguecido por la rabia que apretó el acelerador y el auto salió disparado hacia Dorian.Esther cerró los ojos, no quería ver cómo su esposo, el hombre que comenzaba a amar, se convertía en un asesino… pero eso era lo mejor, que el parabrisas de esa camioneta terminara de una vez por todas con ese problema, con ese martirio, el mundo sería un mejor lugar sin Dorian Luna, así que abrió los ojos para ver como se le extinguía la vida de los ojos, pero el maldito esperó hasta que el auto estuviera a un metro de él y saltó hacia un lado
A pesar de pasar la noche en los brazos de Leonel, a Esther la aplastaron las pesadillas. Era un retorcijón de escenas con las imágenes de la policía deformada por la tortura, con los dientes expuestos por los labios cortados y las orejas cercenadas. La mirada que le dedicó a Esther fue de horror, de lamento, le suplicaba. Ya no que la ayudara si no que acabara con su sufrimiento, pero, ¿en realidad la había visto o solo era producto de su imaginación o de sus pesadillas?Cuando despertó, tenía la frente perlada de sudor y los brazos de Leonel alrededor de su cintura, y un miedo extraño la invadió. Si estar con Leonel ya no le ayudaría con sus pesadillas, entonces, ¿Qué haría?La luz blanquecina entraba por la ventana y Esther se puso de pie, tenía todo el cuerpo adolorido, como si un camión le hubiese pasado por encima, así que bajó a la cocina. Era temprano en la mañana, Leonel le había dicho que no iría a la oficina, así que se tomaría una pastilla para el dolor y regresaría a la
Esther sintió mareo, todo el cuerpo le hormigueaba como entumecido. No podía creer que en su cuerpo pudiera caber una embriagadora sensación de rabia tan grande. Estaba segura que en ese mismo momento podría matarlos a los dos. Las manos de Leonel seguían sobre las caderas de Leidy, afianzadas a su blanca piel, los gemidos de la joven se confundían con los tambores en sus oídos, causados por su acelerado corazón. ¿Cómo podía estar pasando eso? Una realidad se cernió sobre ella, y era tan simple como poderosa. Esa rabia solo era la contraparte del amor que sentía por Leonel, si le dolía tanto su traición, era porque lo amaba con la misma intensidad del dolor. Esther no supo cuanto tiempo se quedó perdida en esas cavilaciones, pero no podían ser más que unos diez segundos, diez en los que seguía viendo al amor de su vida cogerse a otra. Tuvo el irremediable impulso de salir corriendo, de dejarlos y de abandonar todo, pero su alma de terca la mantuvo firme en el sitio. — ¿Qué es es
Esther dejó la camioneta en el estacionamiento y corrió dentro del hospital. Cuando se encontró con su hermano el hombre le dio un brazo.— Ya hablamos con los doctores, él está bien, ya despertó… ¿A quién mataste? — Esther bufó muerta del cansancio y el estrés.— Luego te cuento — caminó hacia Portia y le dio un fuerte abrazo — lamento haberte golpeado.— Yo lo pedí — le dijo la gemela — después hablamos de eso, pero ahora tenemos otro inconveniente, acá la señorita dijo que se va a casar con el amigo de Leonel — Helene le sonrió con incomodidad.— No sé porque todos dicen que es muy pronto — le contó a Esther cuando la abrazó.— ¿Tal vez es porque así es? — Helene bufó.— La verdad, esta vida es muy corta como para perderla en eso, mi hermano Oliver se casó con Lia por contrato y se amaron, tú y Leonel, bueno, ya sabemos cómo se casaron y mira, ahora se aman. Es el destino — Esther miró a los otros dos para que le ayudaran, pero ellos se encogieron de hombros, se notaba que ya la ha
Emily se levantó muy temprano esa mañana. Habían pasado dos días desde que la hermanastra de Esther había dormido a Leonel, pero no había pasado nada. Los tortolitos siguieron su consejo de quitar la seguridad que tenían para la empleada Zulma, esa mujer traía algo entre manos, Emily lo sabía, había tenido toda la experiencia en la calle que le ayudaba a leer entre líneas, y ahora sin la seguridad de Leonel y sin los chantajes de Leidy, Zulma tenía cancha abierta para hacer lo que quisiera, solo que no contaba con su experiencia. Faltaba un tanto para amanecer cuando Emily escuchó los pasos por el corredor. No podía dormir, así que las noches se le convertían en duermevela enredado de ratos de pesadillas y ratos de mirar hacia el techo, así que lograba estar muy pendiente de lo que pasaba en el pequeño palacio. Salió despacio vestida con un abrigo que se encontró en la habitación de invitados y logró ver desde arriba de las escaleras como Zulma salía de la casa por la puerta de atr
Portia apretó los puños con tanta fuerza que las uñas se le clavaron en las palmas. Frente a ella estaba Mike Smith y su presencia le produjo una arqueada. Dio la vuelta y se dirigió hacia donde estaba una jarra con agua y puso distancia entre los dos hombres que se saludaban alegremente.Portia miró hacia la puerta, sólo tenía que salir corriendo de allí lo antes posible, antes de que Mike la reconociera y terminara como la policía, mutilada y asesinada en una habitación oscura.Se bebió el vaso de agua de un trago largo, los hombres no se habían sentado todavía y Mike le decía en inglés a Dorian:— Estaba en la ciudad, y no podía no venir después de que me dijeras que tenían un regalo para mi — Dorian se rio.— Tengo un regalo impresionante, como te lo dije por teléfono, la tienes entre tus manos. ¿no vas a saludar a tu viejo amigo, Portia Back? — el vaso que Portia tenía en la mano se le resbaló y se rompió en un millón de fragmentos contra el suelo alfombrado. Se volvió despacio h
Portia sintió que el ardor en la garganta la mataría, así que bebió de un trago el resto de agua que quedaba en la botella. — No entiendo por qué esto es tan largo — le dijo Emily, la vagabunda estaba verde y mareada. Llevaban media hora corriendo por el túnel y parecía que jamás se acabaría. Estaban sudadas, agotadas y con miedo. Portia le señaló el suelo, donde se veían claramente las marcas de las llantas de un aparato. — Dorian viaja en moto, de seguro así recorre el túnel — Emily se recostó en la pared para descansar un poco. — ¿En serio crees que no nos están ya esperando en la salida de esta mierda? — le preguntó y Portia no contestó, ¿qué podía decir? Ella pensaba exactamente lo mismo. — No importa, tenemos que salir de aquí — miró su celular, seguía sin cobertura — tenemos que confiar en que Carlo y Leonel lograrán salvarnos — Emily se apretó el estómago como si tuviera náuseas. — Hice esto para poder tener una mejor vida, y ahora parece que ni vida tendré — Portia la