Estos últimos días no habían sido nada sencillos, sobre todo en la empresa, mi hermana tenía la razón, mi padre estaba dispuesto a volver mi vida un infierno luego de saber sobre el embarazo de Dahlia, pero también era debido a la conversación poco amistosa que había tenido con él después de que me llamara Jules.Al siguiente día de esa llamada, aunque ante los demás me mostré calmado, no pude sacarme de la cabeza lo sucedido, las palabras de mi hermana y mi odio solamente aumentaba. Así que al volver a la oficina, lo primero que hice fue ir al despacho de mi padre, me importó demasiado poco que él estuviera ocupado, irrumpí en el despacho sin darle tiempo a reaccionar, pero no me esperaba lo que acababa de encontrar.Sobre la mesa estaba su secretaria, con la falda hasta las caderas, sin blusa, se la estaba follando sin una pisca de remordimiento, ni siquiera había esperado una semana desde que mi madre se marchó de la casa para disfrutar de todas sus libertades, para tomar mis pala
Observe a mi madre, sentada en el sofá en frente a mí, que me observaba como si tuviera un millón de preguntas, mientras que por mi cabeza solamente pasaba el pensamiento de como iba a explicarle todo lo que estaba sucediendo.Para ella fue muy difícil cuando tomé la decisión de casarme, fue complicado aceptar que no sería como ella esperaba que lo fuera, pero ella siempre quiso mi felicidad, así que lo aceptó, pero cuando sucedió mi separación, todo mi sufrimiento por tener que alejarme de mi hijo, fue algo demasiado complicado de sobrellevar para ella.—Cariño, quiero pensar que este tiempo ha sido suficiente para que hayas superado el rompimiento, el haberte alejado de tu hijo, porque sé que eso es complicado —dijo con una taza de té que la empleada había traído para ella entre las manos.—Ha sido complicado, no tanto por Lowen, ese asunto está más que enterrado, madre, pero tener lejos a Itan, eso me tiene bastante preocupada, un niño tan pequeño no debería tener que vivir lejos d
Me había ido todo el camino con la cabeza revuelta, no sabía que era en estos momentos lo mejor para Dahlia, solamente estaba pensando en ella, en que quería que realmente fuera feliz, pero en mi mente estaban encontrados los sentimientos y lo que yo verdaderamente deseaba.Al llegar al apartamento me encontré con que mi madre estaba decorando todo con su espíritu navideño, sinceramente yo ya había perdido todo eso hace tiempo, pero no podía prohibirle hacerlo, sería quitarle una de las pocas felicidades que aún le quedaban.—¿Dahlia está en la habitación? —pregunté de prisa y ella volteó su rostro un poco sorprendida.—Oh, hijo, me vas a matar de un susto, no te esperaba a estas horas —apoyó su mano en el pecho— Sí, está en tu habitación, pero te recomiendo esperar por aquí, tiene visitas.Ni siquiera escuché nada más de lo que estaba diciendo, simplemente caminé rumbo a la habitación, desde el pasillo podía escuchar la conversación, escuché como le decía una mujer que había alguien
Las palabras de Isaac no dejaban de rondar en mi cabeza, me habían estado dando vueltas desde el momento en que las había dicho, porque me había pedido que tomara una decisión al respecto, pero pedirle que se separe de mí para estar con otra mujer, para poder recuperar a mi hijo es algo que para él no sería justo, pero que tampoco sería fácil de asimilar.Habían estado armando el árbol de navidad, tuve que darle una explicación a mi madre de por qué me estaba quedando allí, que era en parte verdad, una verdad un tanto a medias. Después nos dedicamos a ver películas navideñas en familia, pero en mi mente seguían rondando sus palabras.Mi madre había ocupado mi habitación, yo había estado durmiendo con Isaac, pero dado lo sucedido y que también mi madre se estaba quedando con nosotros en el apartamento, lo mejor era no hiciera eso, si no lo terminaría por descubrir a final de cuentas.Tocaron a la puerta de mi habitación, aquello me sacó un poco de mis pensamientos y permití que pasaran
Dahlia no me había despertado de la mejor manera posible, ahora estaba en un armario, metido escuchando una conversación que muy probablemente era de las conversaciones más difíciles para cualquier persona.Le estaba diciendo que está embarazada, pero la reacción de su madre, incluso para mí, es difícil de procesar, es decir, puedo entender que su madre quiera le mejor para ella, que pueda temer que las cosas no salgan como esperaba o que no vuelva a tener una oportunidad como la que ahora la vida le está dando, pero estoy seguro de que no es suficiente para llegar a estos extremos.Veo en el rostro de Dahlia que está a punto de llorar, gracias a las hendijas del armario puedo apreciarlo todo con claridad, esto le está doliendo de más, además de que sus palabras están siendo jodidamente fuertes.—Estás volviendo a revivir el pasado, volviendo a equivocarte eligiendo a un hombre liberalista de este país, lo viví con tu padre, lo viviste con Lowen y ahora quién sabe quién es el hombre q
Llamé a Jules con todos los nervios del mundo, me atendió desde la cama, es probable que estuviera a punto de irse a dormir, pero por alguna extraña razón vi cierta felicidad en su rostro y no puedo negar que me parece que se encuentra mucho mejor, me hace feliz poder verla de ese modo. Le expliqué un poco la situación, me dijo que no estuviera tan preocupado, que es algo que suele sucederle a Lucius, pero que le alegraba que hubiera sido tan responsable. Me ayudó a rellenar los datos y luego tuve la oportunidad de quedarme un poco más platicando con ella. —¿Entonces? —le pregunté esperando a que me contara el motivo de su sonrisa. —Bueno, la primera buena noticia, fui con el médico y al parecer no estaba embarazada, todo se ha tratado de un malentendido —soltó un enorme suspiro— Me encanta ser madre, pero en la situación que me encuentro ahora mismo, bueno, no me gustaría tener otro bebé. —Bueno, al menos tendrás más tiempo para malcriar a tu sobrino —bromeé a lo que ella asintió
Isaac me había dado una de las mejores noticias de la vida, podría tener a mi hijo, le podría dar un abrazo luego de tanto tiempo y nadie tiene idea de la felicidad que eso me daba. Había hecho exactamente lo que Isaac me había pedido, le había dicho a la empleada, quien muy contenta se había ofrecido a preparar la merienda, ahora en estos momentos no tenía la menor idea de que era lo que le gustaba a mi hijo.Cuando vi llegar a mi hijo, aunque hubiera tenido que venir Lowen, no me iba a arruinar el momento, necesitaba aprovechar de cada segundo a su lado, así que nos sentamos en el sofá. También había venido una asistente social, para evaluar el comportamiento que teníamos, como nos relacionábamos, todo lo necesario para informarle al juez.—Lowen, puede decirnos normalmente que es lo que suele merendar su hijo —le preguntó la asistente que se quedó mirando fijamente en busca de una respuesta.—Me gustaría darle una respuesta a eso señora, pero como sabe soy un hombre bastante ocupad
Habíamos ido a la consulta con el médico, justamente teníamos una cita para ver como marchaban las cosas y gracias al cielo le habían retirado el reposo absoluto a Dahlia, asegurando que todo estaba mucho mejor, aun así se le recomendó guardar reposo todo lo que le fuera posible para que los siguientes meses las cosas marcharan aún mejor. Esta fue justamente la oportunidad perfecta para llevar a cabo el plan, habíamos utilizado parte de la mañana para ir a un café a desayunar y hablar de los detalles con un poco más de calma, mientras ella se bebía un chocolate caliente, la época ameritaba uno, aunque yo me fui por un café, eso era justo lo necesario para empezar mi mañana. Aunque en realidad el beberse un chocolate caliente era la excusa perfecta para salir del apartamento, del bullicio y el ambiente que viene tenso desde que su madre llegó de visita, porque ni siquiera tenemos tanto tiempo para estar a solas, su madre siempre que puede se está entrometiendo. Logramos llegar a vari