Me parte el corazón Emma... Déjenme un comentario con su opinión, por favor.
Noah.- Me despedí de la asistente de Leslie apenas salimos del edificio la pobre chica estaba que no hallaba donde meter la cara por la vergüenza que sintió ante mi discusión con Emma. Como mi esposa no puede saber que Leslie y yo nos conocemos orquestamos un plan, su asistente vendría cada cierto tiempo para mantenerme al tanto de la situación en la empresa del padre de Emma y la investigación que estaba haciendo anónimamente sobre las auditorias pasadas de esa compañía, en mi petición estaba que Tiana apareciera vestida de diseñador y muy provocativa para alterar a Emma.— No se preocupe, sé que debo cumplir órdenes, pero por hoy ¿Ya puedo volver a mi estado natural? –Asentí.— Sí, te veo la próxima semana –Se alejó al auto con chofer que le había asignado, alcé mi mirada hacía el último piso del edificio. –Es lo mínimo que te mereces.(…)— Señor, los nuevos residentes ya se encuentran en el auditorio junto a los jefes de área— Gracias, iré en unos segundos –El ajetreo en este lug
Noah.- Mi mandíbula se tensa y puedo sentir el nudo en mi garganta mientras las palabras cargadas de furia luchan por salir, desde el otro lado de la sala común veo a Emma, ¡MI ESPOSA! Sentada sonriéndole al imbécil de su residente, me tomó el último sorbo de café y cuando me aparto de la barra para ir hacia donde están me detienen.— Ni se te ocurra hacer un escándalo, no le sumes otro error a tu lista –David se pone a mi lado comiendo una bolsa de maníes.— Debe respetarme y anda de coqueta –Dije apretando los dientes.— ¿No que no te importa y solo la quieres hacer sufrir? -Pregunta metiéndose otro maní en la boca.— ¿La ves sufriendo? –Le señale con mi cabeza en dirección a Emma que sonría con todos sus dientes blancos y perfectos prestando atención solo al idiota que estaba sentado frente a ella.— No, pero no te conviene hacer escándalos aquí, no sé si te fijaste, pero dada a tu actitud supongo que no, la hija del vicepresidente del país entró hoy como residente –Al escuchar las
Ella.-— ¿Qué estás diciendo madre? –El zumbido en mi oído no cesaba al escuchar la estruendosa y enfadada voz de mi madre informándome que Emma y Noah James se habían casado.— Así es, tu padre me lo informó hoy en la mañana cuando llegó, no puedo creerlo se casó como si fuera una vulgar tanto esfuerzo en la crianza de esa niña para nada.— Mamá tienes que ayudarme –Alzó su mirada hacía mí. –Yo quería a Noah para mí y Emma se interpuso lo sabes, debes obligarla a que se quite de mi camino. –Me acerqué dándole un abrazo y poniendo ojos de borrego a medio morir. – ¡Por favor ayúdame! –Dio un suspiro con el cual me confirmaba que accedido a ayudarme.— Está bien, iré a ver a Noah, haré lo que pueda para ponerlo en contra de tu hermana, la verdad que si nos conviene que tú y no Emma este casada con ese tipo, se le nota a leguas el dinero que tiene.— Y lo guapo mamá –Me mordí el labio inferior. –Ese hombre lo conocí yo primero y tiene que ser mío –Mi madre sonriendo me dio una palmadita e
Noah.- Restregué mis ojos que ya veían doble de tanto ver números en la computadora y en papeles me obligué a concentrarme para calmar mi enojo por la amenaza tan sutil de Jack Anderson, si supiera que su hijita está comenzando a vivir un infierno a mi lado, debo mover bien mis piezas sé que Emma está enamorada de mi o eso aparenta y debo jugarlo a mi favor si le cuenta a su padre que tenemos problemas él seguro la va a convencer de divorciarse y eso no lo puedo permitir, por mucho que la desprecie debo ser el esposo abnegado para que ella piense que este matrimonio tiene futuro, veo la hora y me pongo de pie camino a su oficina para que nos vayamos juntos, dejo todo el montón de documentos así como están, los observó y siento como me da urticaria de ver el desorden, pero estoy extremadamente agotado tomo mi chaqueta y salgo de la sala de juntas no antes sin cerrarla bien.Los pasillos de la clínica están casi desolados, con el personal de guardia necesario cuando llego al piso de psi
Emma.- El exquisito y embriagador aroma del café se coló por mis fosas nasales haciéndome regresar de los placidos brazos de Morfeo obligándome a abrir los ojos lentamente dejando expuesto el atractivo físico de mi marido que llevaba dos tazas de café en sus manos.— Buen día pequeña –Dijo sonriendo sentado en mi cama.— Buen día –No le devolví el saludo con el mismo afecto con el que me saludó, me extendió la taza de dónde provenía el agradable aroma, miré el líquido negro absorbí la fragancia para luego darle una probada sentí como la calidez de la bebida me hacía recobrar la vida.— ¿Cómo te sientes? –Desvié la mirada del café a los hermosos ojos de mi esposo, podía ver su preocupación. –Tu madre… lo escuché, bueno casi todo— Quiere que te cases con Ella, sigue insistiendo en que ustedes tienen algo –Solté de manera brusca, tomándolo por sorpresa.— Esa parte no la escuché –Desvió la mirada bebiendo un sorbo de su taza.— ¿Cuándo llegaste? ¿cuándo me dejó la mejilla ardiendo? Que
Emma.- Luego de conversar con mi residente salí de mi oficina con la frente en alto, no tenía por qué seguir ocultándome y escondiendo que soy la esposa de Noah James, me dirigí a la sala común, podía sentir las miradas de todos sobre mí, me hacían sentir ansiosa y la poquita fuerza que me había inyectado la conversación con Lino desapareció apenas entré a la cafetería, me iba a girar sobre mis talones cuando me topé de frente con la que menos deseaba encontrarme.— ¡Vaya, la señora James por fin sale de su madriguera! –Inclinando la cabeza con una mueca de desprecio, soltó una carcajada irónica que resonó en todo el lugar llamando la atención de los presentes dejando en claro su opinión sobre la situación. –Eres increíble, de verdad que admiro tu persistencia, no pudiste amarrar a Brad y entonces te lanzaste a pescar el hermano y lo conseguiste, deberías darnos unos consejos de cómo ser una zorra fácil interesada tiene sus frutos. –Justo cuando iba a responderle la voz de Noah se esc
Noah.- Una visita guiada por la clínica para mi padrino me llevó toda la tarde, no solo debía esforzarme en que no descubriera que ya tenía a la culpable de haber matado a mi hermano y que además la había convertido en mi esposa. Fue difícil oírlo decir lo orgulloso que estaba de Brad por cómo había llevado la clínica y que nunca alcanzó a decírselo ni yo tampoco, fue un amargo momento.Nuevamente sopese la realidad de que más nunca lo volvería a ver y con el pasar del tiempo se volvía más difícil aceptarlo, creo que nunca lo haré.— ¿Cómo vas con la investigación? Ya solo te queda un mes –La pregunta me sacó de mis pensamientos.— Sigo investigando, es más complicado cuando tengo que fingir ante todo el mundo que él sigue vivo, hasta ahora nadie me ha parecido sospechoso.— Mencionaste que habías llegado a Seattle para conocer a la novia de Brad ¿Ya descubriste quien era esa mujer? –Negué en silencio.— Brad tenía sus amoríos siempre en público, pero a esta mujer por alguna razón la
Emma.-En la cena con el padrino de Noah estaba dispersa, comencé a pensar detalladamente modo psicóloga y psiquiatra sobre las actitudes de mi esposo, verlo golpear y enfrentarse a mi residente como si fuera un adolescente de quince años me dejó perpleja, unas horas es un hombre simpático y caballeroso y al otro un gruñón celoso, es como si tuviera un trastorno bipolar, porque sinceramente ya no sé qué más pensar y ya su personalidad comienza a darme algo de miedo.— ¿Emma? –Pestañee al escuchar mi nombre, Joel y Noah me miraban con atención. –Perdón ¿Qué me decían?— Noah me comentaba que eres amiga de Brad— ¡Oh! Sí nos conocimos hace unos años en un seminario de inteligencia emocional y desde entonces estuvimos en contacto, nos volvimos muy amigos –Joel asintió y sonrió. – ¿Se ha comunicado con él?— Uhm… no desde que estos dos comenzaron a hacer sus vidas aparecen y desaparecen de repente, pero ya volverá no te preocupes –Joel respondió brindándome una cálida sonrisa, no sé porque