Esperemos que Noah, desista y encuentre la verdad. Comenta, comenta.
Noah.- Una visita guiada por la clínica para mi padrino me llevó toda la tarde, no solo debía esforzarme en que no descubriera que ya tenía a la culpable de haber matado a mi hermano y que además la había convertido en mi esposa. Fue difícil oírlo decir lo orgulloso que estaba de Brad por cómo había llevado la clínica y que nunca alcanzó a decírselo ni yo tampoco, fue un amargo momento.Nuevamente sopese la realidad de que más nunca lo volvería a ver y con el pasar del tiempo se volvía más difícil aceptarlo, creo que nunca lo haré.— ¿Cómo vas con la investigación? Ya solo te queda un mes –La pregunta me sacó de mis pensamientos.— Sigo investigando, es más complicado cuando tengo que fingir ante todo el mundo que él sigue vivo, hasta ahora nadie me ha parecido sospechoso.— Mencionaste que habías llegado a Seattle para conocer a la novia de Brad ¿Ya descubriste quien era esa mujer? –Negué en silencio.— Brad tenía sus amoríos siempre en público, pero a esta mujer por alguna razón la
Emma.-En la cena con el padrino de Noah estaba dispersa, comencé a pensar detalladamente modo psicóloga y psiquiatra sobre las actitudes de mi esposo, verlo golpear y enfrentarse a mi residente como si fuera un adolescente de quince años me dejó perpleja, unas horas es un hombre simpático y caballeroso y al otro un gruñón celoso, es como si tuviera un trastorno bipolar, porque sinceramente ya no sé qué más pensar y ya su personalidad comienza a darme algo de miedo.— ¿Emma? –Pestañee al escuchar mi nombre, Joel y Noah me miraban con atención. –Perdón ¿Qué me decían?— Noah me comentaba que eres amiga de Brad— ¡Oh! Sí nos conocimos hace unos años en un seminario de inteligencia emocional y desde entonces estuvimos en contacto, nos volvimos muy amigos –Joel asintió y sonrió. – ¿Se ha comunicado con él?— Uhm… no desde que estos dos comenzaron a hacer sus vidas aparecen y desaparecen de repente, pero ya volverá no te preocupes –Joel respondió brindándome una cálida sonrisa, no sé porque
Emma.-Se sentía extraño pasear por los pasillos de la clínica sin ser el centro de miradas de desprecio, sin oír los murmullos llamándome zorra, golfa o cualquier adjetivo que se le parezca, la amenaza de Noah surtió efecto no es que este muy orgullosa porque haya tenido que llegar a ese extremo para que me tuvieran el mas mínimo respeto aquí, pero debo confesar que me siento un poco aliviada.Finalicé las rondas de mis pacientes esperando la llegada de mi esposo para almorzar con él y agradecerle como se merecía por la sorpresa de esta mañana, de solo pensarlo mis mejillas se sonrojaban, eso debía dejar de pasar Noah es mi marido no tiene por qué avergonzarme esas cosas.— Doctora James –Alzó la mirada al reconocer la voz que menciona mi apellido con cierta tensión, me preparo para dar mi mejor cara ante la confrontación.— Doctora Harris –Le devolví el saludo con el mismo tono serio y tensionado.— Vine para indicarte que en horas de la tarde realizaré la craneotomía de la señora Li
Noah. Después de mi reunión con Leslie me quedé con michas dudas y esa preocupación que de repente expresa por el padre de Emma, recuerdo lo último que dijo “Si vas a vengarte que solo Emma sea la que pague, su padre es inocente” no me dio mayores explicaciones lo que le recriminé, pero rápidamente huyó por la izquierda dejándome confundido.Aparco en la clínica y me encamino hacia la oficina de Emma, ya pasaron más de las dos, quería tocar el tema sobre mi segunda inversión en la compañía de su padre, cuando llego veo a su asistente tecleando en su ordenador, le paso por una lado no tengo porque pedir permiso.— Buenas tardes –Cuando ve que estoy a punto de abrir la puerta me detiene.— La doctora James no se encuentra en su oficina señor –Frunzo mi ceño.— ¿Dónde está?— Preparándose para una cirugía con la doctora Harris –Mi expresión de confusión debió quedar en evidencia.— Asistirá a la doctora en una craneotomía –Como si la explicación respondiera mis dudas. –Si quiere puede ir
Emma.- Veía con nostalgia la oficina de mi padre nada había cambiado el sofá de color marrón claro en el que normalmente ponía mis juguetes cuando acompañaba a mi padre mientras él discutía la calidad de las telas, tenía vistas hermosas desde aquí, de reojo veo a Noah observando el mueble de madera en el que estaban colgados algunos retazos de tela, seguía enojada con él por su comportamiento de anoche, después de cenar hicimos lo mismo de siempre cada uno a su habitación como si fuésemos hermanos castigados.— ¡Hija mía! –La voz de mi padre me sacó de mis pensamientos y tuve que sonreír como si nada estuviera pasando.— Hola papá –Lo abracé con fuerza, sabía que siempre iba a contar con él y era hora de devolverle algo de lo que siempre me ha dado apoyo incondicional.— Noah –El tono de voz de mi padre hacia mi esposo era… tenso estaba serio, lo que significaba que seguía sin ver con buenos ojos mi matrimonio o mi elección de marido.— Suegro –Noah imitó su movimiento al estrecharle
Noah.- Ver la cara de mi querida suegra a punto de explotar no tuvo precio, si Emma va a sufrir será por mi mano por la de nadie más, me sorprendió que Jack aceptara todas mis condiciones después de haberme amenazado, pero no conseguí otra manera de retener a mi lado a Emma ella haría cualquier cosa por su papá y voy a usarlo en mi beneficio.El silencio en mi auto es ensordecedor, miro de reojo a Emma, pensativa con sus ojos fijos en el camino está molesta, estiro mi mano para tomar la suya, se sobresalta.— ¿Estás enojada? –Le pregunto mirándola fijamente. –Sé que debí consultarte lo que tenía pensado hacer— Así es Noah debiste –Resopló sonriendo con ironía. –Pero tú no eres de lo que hace lo que se debe— Quería protegerte— ¡DEBISTE CONSULTARME! –Me tensó con el tono ofuscado, nunca la había visto así, de sus ojos están que brotan dagas hacía mi dirección. –La situación con mi madre ya era difícil, había elegido alejarme, trabajar duro y pagaría la deuda que tengo con mi padre ah
Emma.- Abrí los ojos cuando sentí el rayo de sol calentando mi rostro estiré mi brazo buscando la compañía de mi esposo, pero una vez más estaba sola, anoche la situación no mejoró cené sola en la habitación mientras Noah se iba con Darius el gerente, pese a mis suplicas no se quedó a mi lado, por lo que no quise recorrer el lugar estaba enojada tomé un baño me coloqué la pijama y me fui a la cama por suerte el cambio de horario hizo estragos en mí y me quedé dormida rápidamente.Con la luz del sol la suite se veía diferente paredes blancas, puertas azul rey con una hermosa vista, salí de la cama recorrí la enorme habitación anoche no había notado su tamaño no dude en salir a la terraza la vista era impresionante la piscina infinita contrastaba con la belleza del mar Egeo, la habitación era muy privada, la puerta sonó a mi espalda, me amarré la bata y fui directo a la puerta al abrir la misma pelirroja de anoche entraba en mi habitación con una mesa rodante.— Buen día señora, le trai
Noah.- Puse en pausa mis pensamientos y me dirigí a la habitación, abrí la puerta y las luces estaban apagadas, seguramente Emma ya estaría durmiendo, entré sin hacer ruido cuando llegue a la cama estaba vacía encendí las luces.— ¿Emma? –Toque la puerta del baño. –Voy a entrar. –De nuevo no me contestó, debe estar en la piscina, caminé hasta la terraza y nada, la habitación estaba vacía ¿Dónde demonios está? –Saqué mi celular y marque el número de mi gerente en el hotel.— Darius necesito que me que el personal busque por las cámaras a mi esposa en el hotel, llegué a mi habitación y no está, no me atiende el celular –Escuché del otro lado su respuesta y me quedé pegado al teléfono esperando su ubicación.— Uhm… señor no está en el hotel, la vieron salir poco después de las cuatro de la tarde— ¿Por qué no la detuvieron?— Señor porque no sabía que no –Le gruñí a Darius que de inmediato hizo silencio.— Desde ahora mi esposa tiene prohibido salir del hotel sin mí, ahora prepárame un a