EMMA.-
Unos años antes.-
Había finalizado exitosamente mi doctorado, estaba feliz y lista para divertirme después de tres años de estar encerrada en una biblioteca, sin dormir, mi doctorado en Psiquiatría lo que siempre soñé me tarde un poco pero al fin lo logré.
A la primera persona a la que le avisé fue a mi padre, estaba emocionado pude escuchar cuando le dio la noticia a mi madre a la que no le pareció importarle, lo que me decepcionó un poco, sé que en el fondo mi madre me quiere aunque no suele demostrarlo mucho, al próximo al que llamé fue a mi mejor amigo Brad James es el director de la Centro Clínico St. James en Seattle fue allí donde hice mis pasantías y gracias a él pude viajar a Zurich para obtener mi doctorado.
— ¿Emma ya estas lista? –Tomé la máscara de pestañas y me la apliqué vi por el espejo a mi colega y amiga Celia, nos conocimos aquí y desde entonces hemos sido muy unidas.
— ¡Lista! ¿Cómo me veo?
— ¡Amiga! ¿Dónde quedo el ratón de laboratorio? –Ambas soltamos a reír a carcajadas- ¡Madre mía, que cuerpazo te gastas! Si fuera lesbiana haría de todo para conquistarte
— ¡Ay no digas tonterías! Solo tengo un cuerpo normal, el vestido hace todo el trabajo –Le digo señalando al vestido ajustado y corto en color dorado-
— No amiga mía, tú luces el vestido, no es al revés bueno vámonos que quiero ¡Embriagarme toda la noche! –Sonreí negando con mi cabeza, pero Celia tenía razón, ya era hora de que nos divirtiéramos y dejáramos a un lado los libros y las batas médicas, era hora de solo disfrutar.
(…)
Celia y yo habíamos llegado junto a otros compañeros al club, uno de ellos era amigo del dueño lo que nos permitió el acceso a la zona VIP del exclusivo Club.
Ya tenía unos cuantos tragos encima cuando decidí tomar de la mano a Celia y comenzar a bailar en el medio de la pista, la música era estruendosa, pero solo me dejaba llevar por el ritmo, disfrutaba estar alejada de los problemas y prohibiciones de mi madre, este momento era solo mío y lo disfrutaría al máximo.
— ¡Iré por otros tragos! –Gritó Celia en mi oído y yo asentí.
— Ve yo me quedaré aquí bailando –Sonrió alejándose de mí, seguí bailando sola al ritmo de mis caderas, cuando sentí unas manos posarse en mi cintura, me giré para ver al dueño y ¡Madre, santísima de la divina misericordia! ¡Qué hombre!
— ¿Quieres que te acompañe? –Su voz varonil llevo a mi cuerpo una descarga eléctrica que hizo temblar todo mi cuerpo.
— ¡Claro! ¿Sueles manosear a cualquier mujer que baila sola? –Él negó nuevamente se acercó a mi oído.
— Por supuesto que no, de hecho es la primera vez que vengo a este club y vine obligado por un amigo y ya ves te he encontrado a ti
— ¿Ah sí? Eso le dirás a todas –Reí de manera coqueta mirándolo a los ojos, este hombre no deber ser humano porque nunca en mi vida me había topado con un hombre tan apuesto, aunque su físico se me hacía conocido, pero estaba segura de no haberlo visto nunca.
— Eres especial… ¿Qué buscas en este lugar? –Me quedé hipnotizada por sus hermosos color verde y rostro varonil tan marcado.
— Solo busco divertirme –Se encogió de hombros.
— Podemos divertirnos sin tanta gente ¿Qué dices? ¿Nos vamos a un lugar más privado? –Lo miré sorprendida, pero había algo en ese hombre una energía especial, tal vez estaba loca por aceptar irme con un desconocido, pero una gran parte de mi me gritaba que me fuera con él y que no me haría daño.
— De acuerdo –Sonrió y ¡Oh por dios! Juro que mis pantis cayeron al piso al ver su sonrisa, tomó mi mano abriéndose paso entre la multitud y salimos del club, ya estando solos me pegó contra la pared y con su mano tomó mi rostro de inmediato sentí sus labios sobre los míos, su beso era posesivo, intenso y desesperado, nuestras lenguas se entrelazaron a la perfección, como si se pertenecieran la una a la otra.
A la mañana siguiente.-
Un rayo de sol cayó directamente sobre mis parpados haciendo que me quejara y el dolor de cabeza me estaba matando, puse mi mano intentando masajearla, abrí mis ojos vi el techo y noté que no estaba en el apartamento de Celia, me levanté confundida cuando vi al hermoso espécimen masculino que dormía a mi lado y allí lo recordé todo, bajé la mirada y vi tirado en el piso mi vestido y fue cuando caí en cuenta.
Había tenido mi primera vez con un desconocido, un hombre al que ni su nombre sabía, esto no podía ser cierto, me levanté con cuidado evitando despertarlo y fue cuando sentí el dolor en mi entrepierna, cuando mis ojos se abrieron sorprendida una mancha roja reposaba sobre la sabana color blanco, me sentí avergonzada tenía que salir de ahí de inmediato, sin hacer ruido tomé mi vestido y salí de la habitación.
Quedé petrificada al ver el lujoso lugar, no es que no estuviera acostumbrada a estos lugares, vengo de una familia acomodada, pero este lugar era la mata del modernismo incluso pensé que había entrado a una máquina del tiempo y me escupió mil años hacia adelante, salí de mi trance y caminé viendo un baño, di gracias a dios, entré y al verme en el espejo casi me desmayo.
— Pero ¿Qué carajos hizo este hombre conmigo? Todo mi cuerpo estaba lleno de moretones- ¿Me hizo el amor o me agarró a golpes? –Sentí ganas de orinar, al sentarme nuevamente el dolor en mi zona intima se hizo presente, me lave la cara y cepillé mis dientes, me puse el vestido con rapidez y rogué a toda la corte celestial que no se hubiera despertado, asomé mi cabeza y no vi a nadie, caminé con los tacones en mi mano, cuando algo me llamó la atención tomé el sobre y leí su nombre Noah James- Tiene un nombre igual de lindo que él –Escuché cuando empezó a llamarme y salí corriendo de ese lugar.
NOAH.-— ¡Vamos hombre, quita esa cara larga! A este lugar vienen las chicas más lindas de todo Zúrich, además es noche de graduación –Rodé mis ojos ante las estupideces de mi amigo David.— Vine porque no me dejaste otra opción –Pronto lo veo acercarse a dos mujeres que coqueteaban desde que llegamos al club, pude notar que una de ellas me señaló y David me miró sonriendo con malicia, cuando se acercan una de ellas se sienta a conversar con él y la otra intenta conseguir un mínimo de atención de mi parte, pero fracasa estrepitosamente cuando mis ojos se centran en una hermosa joven de piernas largas, su cabello ondulado y largo moviéndose al ritmo de su cuerpo, parecía una estrella que iluminaba todo el lugar con sus movimientos sensuales, la veo acompañada de otra chica susurrándole algo al oído y luego alejarse era mi momento debía acercarme a ella, aflojé mi corbata dejé a la mujer sentada a mi lado con la palabra en la boca y me dirigí hacia esa diosa que brillaba con ese vestido
NOAH.-Alzo la mirada al ver entrar a David con gafas oscuras a mi oficina, ruedo mis ojos hacia arriba y comienzo a negar.— Recuérdame que no debo beber nunca más –Se tumba en mi sofá con una bolsa de hielo en la cabeza. –Una queda de dolor salió de su boca.— No sé cuántas veces te he oído decir lo mismo ¿De verdad no te mides? ¿Cómo vienes a la empresa en ese estado? –Se tapa los oídos con sus manos y una mueca de dolor en su rostro.— No me regañes, siento que tengo piedras en la cabeza, oye por cierto anoche te desapareciste ¿Qué te hiciste eh? –Me encogí de hombros.— Conocí a alguien –Abrió los ojos del impacto y saltó del sofá sentándose frente a mí. ¿Se te quitó el dolor? –Pregunté mirándolo y luego volví a teclear en mi laptop.— ¿Tú? Y pensar que anoche eras pitufo gruñón por ir a ese bar ¿Y? ¿Qué tal te fue?— No voy a ventilar mis intimidades contigo David, pero si quiero que busques a esa chica, cuando amaneció simplemente desapareció— ¿En serio? Así que ¿Fue especial?
A la mañana siguiente.-— Buen día, tengo una entrevista con el doctor Brad James –La secretaria me observa de arriba abajo con desdén- soy la doctora Emma Anderson— ¡No lo puedo creer! ¡Emma Anderson! –Giré al escuchar una voz reconocida de inmediato le sonreí.— Brad –Abrió sus brazos, me abrazó y me alzó en el aire- ¡Oye estás loco!— Pensé que no regresarías de Suiza, ven pasa a mi oficina –La mirada de odio de la secretaria nos siguió hasta que la puerta de la oficina se cerró.— ¿Cómo crees? Sabes que debo estar aquí y ayudar a mi familia, tomé muy en serio tu ofrecimiento –Toma mi mano con suavidad.— Me parece muy bien que hayas regresado y sí, tu puesto te está esperando al igual que tu equipo –Lo miré confundida.— ¿Mi equipo? –Asintió con seguridad.— ¡Sí! Emma quiero que seas la encargada del área de Psiquiatría, me parece que eres la persona ideal para ese puesto –Pestañee sorprendida como caricatura.— Pero, Brad yo no tengo mucha experiencia no creo que…— Emma, nunca h
NOAH.-— ¡Noah! –Escuchó mi nombre, limpio mis lágrimas pero al ver quién es el dueño de la voz simplemente las lágrimas vuelven a fluir. ¿Qué fue lo que pasó?— Padrino no lo sé, no entiendo nada, hace dos días hablé con él y –Un nudo se me atoró en la garganta, simplemente no podía repetir esa palabra.— Ven hablemos con el detective a cargo –Asentí entrando a la oficina detrás de él, el detective al ver a mi padrino de inmediato se puso de pie.— Señor secretario, un gusto verlo –Extendió su mano, mi padrino es el secretario de defensa de Estados Unidos.— Detective Burgos, ya conoce a mi ahijado Noah James –El detective me miró y asintió, en su rostro había algo de nerviosismo –Asumo que sabe lo importante que esto para mi Brad James al igual que Noah eran como mis hijos así que quiero que esto se esclarezca de manera discreta— Padrino –Lo interrumpo. –Déjame investigar la… de mi hermano, por favor no den la noticia aún.— Señor secretario yo…— Detective no dudo de su desempeño,
Emma.-La clínica estaba en un caos por la repentina partida de Brad, hasta yo estaba sorprendida intente llamarlo, pero cayó el buzón, debe ser muy grave ese asunto para que Brad se haya ido así, dejando proyectos sin terminar y pruebas médicas a punto de realizarse.La llegada de Noah ha despertado también mucho interés entre el género femenino, puedo escuchar susurros sobre lo guapo que es y nos las culpo, si supieran lo que hay debajo de ese traje ¡Madre mía! Morirían siento como mi cuerpo comienza a subir su temperatura recordando lo de esa noche.— Doctora Anderson –Alce mi mirada y estaba él parado frente a mí con dos cafés. – ¿Puedo? –Dice señalando la silla puesta frente a mí.— ¡Sí! Seguro –Toqué mis mejillas podía sentir lo rojas que estaban.— No sé cómo te gusta el café, así que te pedí uno con crema y dos de azúcar –Extiende el vaso dejándolo cerca.— Gracias, así me gusta –Noté un atisbo de picardía en su mirada. –Todos nos están observando –Dije apenada, porque todos t
Noah.-— Bueno eso no salió como esperaba –Giré para ver a mi hechicera caminar fuera del área común, el contoneo de sus caderas aun con el uniforme y la bata se ven muy bien. –Ni siquiera pude preguntar lo que necesitaba saber. –Estoy oxidado como agente.(…)Llego a la sala de juntas de la clínica debo comenzar por ver las expresiones en los directivos de cada una de las áreas. Al entrar observo a Emma que al verme desvía su mirada hacia otro lado.— Buen día a todos, sé que esto es repentino, pero a partir de hoy yo me estaré haciendo a cargo de la clínica, mi hermano… –El nudo en mi garganta nuevamente me deja sin habla, pero me repongo de inmediato. –Tiene un asunto que resolver por algunos meses, me estaré entrevistando con cada uno, sé que hay áreas que tienen proyectos en proceso y pruebas médicas, quiero estar al tanto de todo, la asistente de Brad ahora será mi asistente, ella les indicara el día y la hora de nuestra entrevista –Todos se miran entre sí, observo con detalle l
Emma.- Mi turno había acabado el dolor de cabeza me estaba matando, una vez más intente llamar al teléfono de Brad seguía llevándome a buzón, la conversación con Noah me dejó peor.Para él no significó nada esa noche, solo fui una más, ¡Que tonta fui al seguir pensando en él! Si Brad era un mujeriego fue porque lo aprendió de alguien y ya sé de quién.— Anderson ¿Pretendes también conquistar al hermano del doctor James? –La voz de la directora del área de Neurobiología sonó a mi espalda, es una mujer muy brillante… en su trabajo, porque en lo demás es una idiota, ella fue la que regó el chisme de que Brad y yo teníamos algo aunque lo niegue, ella junto a la asistente de Brad.— ¿Y si fuera así por qué sería tu problema? –Pregunté de manera descarada.— ¡Eres una golfa!— ¡Téngame respeto Doctora Harris! que yo a usted no se lo he faltado, no sé cuál sea su problema desde que llegué aquí, pero no le tolero ni un insulto, ni una indirecta más –La enfrentó sin importarme que es más alta
Ella.-— ¡Otra vez llegaste tarde anoche y ebria además! –Mi madre entra a mi habitación reclamándome una vez más. – ¿Qué es lo que te pasa hija? Te he notado triste, enojada, sabes que puedes contar conmigo— No me pasa nada mamá –Me levanto de mi cama, ignorándola metiéndome en mi baño, observo mi reflejo en el espejo, de inmediato siento náuseas y voto todo lo que hay en mi estómago que solo es licor. –A mi mente viene la imagen de Brad muerto en la bañera y verlo con mi hermana, sonriendo siempre, con su llegada me hizo a un lado, me juró que no tenía nada con ella, pero observaba como la veía aun cuando decía que me amaba, eso me llenó de ira y celos una vez más Emma me arrebataba lo que era mío y esta vez no iba a permitírselo.FLASHBACK.-— ¿Y el doctor James Irene? –Llegué preguntándole a su asistente, me la había metido en el bolsillo, dándole pequeños regalos, desde que comencé mi relación con Brad, la puse de mi lado para que lo tuviera vigilado y me mantuviera al tanto de