Mi corazón estaba desecho, no podía creer que el hombre que había escogido al que le entregue mi primera vez y del que estoy perdidamente enamorada haya sido capaz de tratarme como a una basura, ¿Por qué? ¿Por qué tratarme de esa manera tan inhumana? Tan cruel, como si no valiera nada para él, en efecto no valgo nada para él solo fui una noche de copas que desvirgó usándome para levantar su ego.
— ¡Nunca te voy a perdonar Noah James! Espero que algún día pagues por todas las humillaciones y por todo el daño que me causaste
— Hija debes irte, ya tengo todo preparada ten - Mi padre me extendió un maletín plateado, lo miré con confusión secando las lágrimas que humedecían mi rostro-
— ¿Qué es?
— Es dinero, hija mía te servirá en tu nuevo comienzo –Negué con insistencia-
— ¡No, papá! Yo tengo dos manos para trabajar, sabes que nunca he necesitado tu dinero
— Hija, sé perfectamente que eres una mujer independiente, pero si Noah insiste en buscarte ¿No crees que lo primero que hará será buscarte en todos los hospitales del mundo? –Lo que mi padre decía no estaba alejado de la realidad, a estas alturas mi esposo ya sabría que me escapé y me buscara por todas partes-
— Tienes razón –Extendí mi mano tomando de mala gana el maletín- ¡Gracias, papá! Y discúlpame por todo, sé que tendrás una fuerte discusión con mamá por esto
— Tú no te preocupes, yo sé manejar muy bien a tu madre
— Nunca entendí ¿Por qué marcó diferencia entre Ella y yo? Pero igual la quiero
— Yo tampoco sé la razón de su indiferencia hacia ti, si eres su hija como tu hermana –Me encogí de hombros, abracé a mi padre dejando lágrimas en su camisa blanca- mantente a salvo y protege a mi nieto –Dijo poniendo la mano en mi vientre-
— Lo haré mi hijo es lo único que me importa papá, no voy a permitir nunca que Noah lo aleje de mí y ya sabes por nada del mundo ni mi mamá ni mi hermana pueden enterarse que me fui embarazada.
— Lo comprendo bien hija, ahora vete sal por la cocina que Elijah te espera en el auto.
Tomé mi maleta junto al maletín y salí de la habitación, bajé por las escaleras de servicio, observé por la ventana a mi madre y a Ella tomando el sol, como si nada estuviera pasando, me sacrifiqué todo este tiempo recibiendo los maltratos de Noah para que ellas tuvieran los privilegios que siempre han tenido y a pesar de eso nunca pude ganarme su afecto, para ellas tampoco soy nadie.
Seguí bajando las escaleras hasta llegar a parte de atrás, Elijah quien gentilmente me ayudó con la maleta, di una última mirada a mi casa donde pasé toda mi vida, no volvería nunca más, me subí en el auto con tristeza y desaparecí de ese lugar con mi hijo en mi vientre.
— Hasta nunca Noah James –Tocando mi vientre y con lágrimas en los ojos me fui de ese lugar para siempre o por lo menos eso creí en ese momento.
Cuatro Años Después.-
— ¿Emma estás completamente segura de que quieres volver? –Con la mirada fija en la lluvia que caía en Montreal cerré los ojos y suspiré-
— Debo hacerlo por Sophie, Noah debe saber que es su hija es la única esperanza de mi pequeña
— Pero sabes lo cruel que fue contigo, ¿Cómo puedes si quiera pensar que él va a aceptar a Sophie como su hija? Tal vez podemos esperar a otro donante
— ¡No, Celia! No voy a arriesgar más la salud de Sophie por mi cobardía
— ¿Y si él no acepta? Te expones a que te vuelva a encerrar o peor quitarte a Sophie –Negué con insistencia-
— Sabes que ya no soy la misma, ahora estamos en las mismas condiciones y más cuando sé que la clínica ha estado al borde del precipicio, no se va a negar porque la propuesta que le tengo va a ser muy buena para ser rechazada, antes solo tenía el apoyo de mi padre, ahora tengo mucha gente que me apoya
— Así es –Me toma por los hombros frotándolos- me tienes a mí, a Lino y todo el poder de su padre para apoyarte.
— Así es no llegaré sola, ya no soy esa mujer que se dejó pisotear por un hombre y por todo el que la quiso humillar, soy una nueva Emma, una nueva mujer con sus propios objetivos y que los va a cumplir a costa de lo que sea, eliminando a todo aquel que se interponga en mi camino.
Por mi hija sería capaz de cualquier cosa, hasta ponerme de nuevo frente a mi verdugo, pero necesitaba algo de él y él de mí, me sentía más nunca fuerte y decidida, pero nada me habría preparado para todo lo que iba a descubrir a mi regreso.
EMMA.-Unos años antes.-Había finalizado exitosamente mi doctorado, estaba feliz y lista para divertirme después de tres años de estar encerrada en una biblioteca, sin dormir, mi doctorado en Psiquiatría lo que siempre soñé me tarde un poco pero al fin lo logré.A la primera persona a la que le avisé fue a mi padre, estaba emocionado pude escuchar cuando le dio la noticia a mi madre a la que no le pareció importarle, lo que me decepcionó un poco, sé que en el fondo mi madre me quiere aunque no suele demostrarlo mucho, al próximo al que llamé fue a mi mejor amigo Brad James es el director de la Centro Clínico St. James en Seattle fue allí donde hice mis pasantías y gracias a él pude viajar a Zurich para obtener mi doctorado.— ¿Emma ya estas lista? –Tomé la máscara de pestañas y me la apliqué vi por el espejo a mi colega y amiga Celia, nos conocimos aquí y desde entonces hemos sido muy unidas.— ¡Lista! ¿Cómo me veo?— ¡Amiga! ¿Dónde quedo el ratón de laboratorio? –Ambas soltamos a re
NOAH.-— ¡Vamos hombre, quita esa cara larga! A este lugar vienen las chicas más lindas de todo Zúrich, además es noche de graduación –Rodé mis ojos ante las estupideces de mi amigo David.— Vine porque no me dejaste otra opción –Pronto lo veo acercarse a dos mujeres que coqueteaban desde que llegamos al club, pude notar que una de ellas me señaló y David me miró sonriendo con malicia, cuando se acercan una de ellas se sienta a conversar con él y la otra intenta conseguir un mínimo de atención de mi parte, pero fracasa estrepitosamente cuando mis ojos se centran en una hermosa joven de piernas largas, su cabello ondulado y largo moviéndose al ritmo de su cuerpo, parecía una estrella que iluminaba todo el lugar con sus movimientos sensuales, la veo acompañada de otra chica susurrándole algo al oído y luego alejarse era mi momento debía acercarme a ella, aflojé mi corbata dejé a la mujer sentada a mi lado con la palabra en la boca y me dirigí hacia esa diosa que brillaba con ese vestido
NOAH.-Alzo la mirada al ver entrar a David con gafas oscuras a mi oficina, ruedo mis ojos hacia arriba y comienzo a negar.— Recuérdame que no debo beber nunca más –Se tumba en mi sofá con una bolsa de hielo en la cabeza. –Una queda de dolor salió de su boca.— No sé cuántas veces te he oído decir lo mismo ¿De verdad no te mides? ¿Cómo vienes a la empresa en ese estado? –Se tapa los oídos con sus manos y una mueca de dolor en su rostro.— No me regañes, siento que tengo piedras en la cabeza, oye por cierto anoche te desapareciste ¿Qué te hiciste eh? –Me encogí de hombros.— Conocí a alguien –Abrió los ojos del impacto y saltó del sofá sentándose frente a mí. ¿Se te quitó el dolor? –Pregunté mirándolo y luego volví a teclear en mi laptop.— ¿Tú? Y pensar que anoche eras pitufo gruñón por ir a ese bar ¿Y? ¿Qué tal te fue?— No voy a ventilar mis intimidades contigo David, pero si quiero que busques a esa chica, cuando amaneció simplemente desapareció— ¿En serio? Así que ¿Fue especial?
A la mañana siguiente.-— Buen día, tengo una entrevista con el doctor Brad James –La secretaria me observa de arriba abajo con desdén- soy la doctora Emma Anderson— ¡No lo puedo creer! ¡Emma Anderson! –Giré al escuchar una voz reconocida de inmediato le sonreí.— Brad –Abrió sus brazos, me abrazó y me alzó en el aire- ¡Oye estás loco!— Pensé que no regresarías de Suiza, ven pasa a mi oficina –La mirada de odio de la secretaria nos siguió hasta que la puerta de la oficina se cerró.— ¿Cómo crees? Sabes que debo estar aquí y ayudar a mi familia, tomé muy en serio tu ofrecimiento –Toma mi mano con suavidad.— Me parece muy bien que hayas regresado y sí, tu puesto te está esperando al igual que tu equipo –Lo miré confundida.— ¿Mi equipo? –Asintió con seguridad.— ¡Sí! Emma quiero que seas la encargada del área de Psiquiatría, me parece que eres la persona ideal para ese puesto –Pestañee sorprendida como caricatura.— Pero, Brad yo no tengo mucha experiencia no creo que…— Emma, nunca h
NOAH.-— ¡Noah! –Escuchó mi nombre, limpio mis lágrimas pero al ver quién es el dueño de la voz simplemente las lágrimas vuelven a fluir. ¿Qué fue lo que pasó?— Padrino no lo sé, no entiendo nada, hace dos días hablé con él y –Un nudo se me atoró en la garganta, simplemente no podía repetir esa palabra.— Ven hablemos con el detective a cargo –Asentí entrando a la oficina detrás de él, el detective al ver a mi padrino de inmediato se puso de pie.— Señor secretario, un gusto verlo –Extendió su mano, mi padrino es el secretario de defensa de Estados Unidos.— Detective Burgos, ya conoce a mi ahijado Noah James –El detective me miró y asintió, en su rostro había algo de nerviosismo –Asumo que sabe lo importante que esto para mi Brad James al igual que Noah eran como mis hijos así que quiero que esto se esclarezca de manera discreta— Padrino –Lo interrumpo. –Déjame investigar la… de mi hermano, por favor no den la noticia aún.— Señor secretario yo…— Detective no dudo de su desempeño,
Emma.-La clínica estaba en un caos por la repentina partida de Brad, hasta yo estaba sorprendida intente llamarlo, pero cayó el buzón, debe ser muy grave ese asunto para que Brad se haya ido así, dejando proyectos sin terminar y pruebas médicas a punto de realizarse.La llegada de Noah ha despertado también mucho interés entre el género femenino, puedo escuchar susurros sobre lo guapo que es y nos las culpo, si supieran lo que hay debajo de ese traje ¡Madre mía! Morirían siento como mi cuerpo comienza a subir su temperatura recordando lo de esa noche.— Doctora Anderson –Alce mi mirada y estaba él parado frente a mí con dos cafés. – ¿Puedo? –Dice señalando la silla puesta frente a mí.— ¡Sí! Seguro –Toqué mis mejillas podía sentir lo rojas que estaban.— No sé cómo te gusta el café, así que te pedí uno con crema y dos de azúcar –Extiende el vaso dejándolo cerca.— Gracias, así me gusta –Noté un atisbo de picardía en su mirada. –Todos nos están observando –Dije apenada, porque todos t
Noah.-— Bueno eso no salió como esperaba –Giré para ver a mi hechicera caminar fuera del área común, el contoneo de sus caderas aun con el uniforme y la bata se ven muy bien. –Ni siquiera pude preguntar lo que necesitaba saber. –Estoy oxidado como agente.(…)Llego a la sala de juntas de la clínica debo comenzar por ver las expresiones en los directivos de cada una de las áreas. Al entrar observo a Emma que al verme desvía su mirada hacia otro lado.— Buen día a todos, sé que esto es repentino, pero a partir de hoy yo me estaré haciendo a cargo de la clínica, mi hermano… –El nudo en mi garganta nuevamente me deja sin habla, pero me repongo de inmediato. –Tiene un asunto que resolver por algunos meses, me estaré entrevistando con cada uno, sé que hay áreas que tienen proyectos en proceso y pruebas médicas, quiero estar al tanto de todo, la asistente de Brad ahora será mi asistente, ella les indicara el día y la hora de nuestra entrevista –Todos se miran entre sí, observo con detalle l
Emma.- Mi turno había acabado el dolor de cabeza me estaba matando, una vez más intente llamar al teléfono de Brad seguía llevándome a buzón, la conversación con Noah me dejó peor.Para él no significó nada esa noche, solo fui una más, ¡Que tonta fui al seguir pensando en él! Si Brad era un mujeriego fue porque lo aprendió de alguien y ya sé de quién.— Anderson ¿Pretendes también conquistar al hermano del doctor James? –La voz de la directora del área de Neurobiología sonó a mi espalda, es una mujer muy brillante… en su trabajo, porque en lo demás es una idiota, ella fue la que regó el chisme de que Brad y yo teníamos algo aunque lo niegue, ella junto a la asistente de Brad.— ¿Y si fuera así por qué sería tu problema? –Pregunté de manera descarada.— ¡Eres una golfa!— ¡Téngame respeto Doctora Harris! que yo a usted no se lo he faltado, no sé cuál sea su problema desde que llegué aquí, pero no le tolero ni un insulto, ni una indirecta más –La enfrentó sin importarme que es más alta