Que penita con Emma. Déjame tu opinión en la portada, estaré muy agradecida.
Emma.- Elijah me dejó sola en el gran salón de mi nuevo hogar, en un exclusivo edificio de apartamentos de lujo en el corazón de Seattle, el elegante salón tiene techos altos y una decoración moderna y sofisticada. El pent-house ocupa toda la planta superior del edificio, ofreciendo una impresionante vista panorámica de la ciudad, el océano, caminé lentamente para recorrerlo a detalle.El espacio de vida principal es amplio y luminoso, con ventanas que se extienden desde el suelo hasta el techo, permitiendo que la luz natural llene la habitación. El diseño interior es impecable, con acabados de alta gama, suelos de madera noble y detalles de mármol.La cocina es un sueño para cualquier chef, equipada con electrodomésticos de última generación, encimeras de piedra natural y una isla central con un buen tamaño sonreí al imaginarme cocinando para Noah en este lugar, subí por las escaleras de caracol que me guió hasta un pasillo amplio y en el fondo había una puerta abierta seguramente es
Emma.-Una vez más entra el buzón es la llamada numero veinte que le hago a Noah, doy un soplido a las velas que están sobre la mesa junto a la deliciosa cena que cociné para él, para celebrar nuestro matrimonio, miro nuevamente mi anillo.Me levanto de la silla me tomo lo último de vino que queda en la copa, simplemente no me apetece limpiar o recoger todo esto, es increíble nunca imagine que mi noche de bodas fuera tan patética.Fui hasta la habitación limpiando una lagrima desolada que bajó por mi mejilla, me detuve en el umbral de la enorme habitación todo era del gusto de Noah era acogedora para él no para mí, vi la cama forrada con sabanas de color negro y arrastré mis pies hacia ella tumbándome y simplemente me deje llevar por el sollozo que salió de mis labios y comencé a llorar hasta quedarme dormida.(…)Sentí unas caricias cálidas y delicadas por la piel de mi muslo, pensé que era un sueño hasta que el aroma a licor inundó mis fosas nasales haciéndome arrugar la nariz, abrí
Noah.- Me despedí de la asistente de Leslie apenas salimos del edificio la pobre chica estaba que no hallaba donde meter la cara por la vergüenza que sintió ante mi discusión con Emma. Como mi esposa no puede saber que Leslie y yo nos conocemos orquestamos un plan, su asistente vendría cada cierto tiempo para mantenerme al tanto de la situación en la empresa del padre de Emma y la investigación que estaba haciendo anónimamente sobre las auditorias pasadas de esa compañía, en mi petición estaba que Tiana apareciera vestida de diseñador y muy provocativa para alterar a Emma.— No se preocupe, sé que debo cumplir órdenes, pero por hoy ¿Ya puedo volver a mi estado natural? –Asentí.— Sí, te veo la próxima semana –Se alejó al auto con chofer que le había asignado, alcé mi mirada hacía el último piso del edificio. –Es lo mínimo que te mereces.(…)— Señor, los nuevos residentes ya se encuentran en el auditorio junto a los jefes de área— Gracias, iré en unos segundos –El ajetreo en este lug
Noah.- Mi mandíbula se tensa y puedo sentir el nudo en mi garganta mientras las palabras cargadas de furia luchan por salir, desde el otro lado de la sala común veo a Emma, ¡MI ESPOSA! Sentada sonriéndole al imbécil de su residente, me tomó el último sorbo de café y cuando me aparto de la barra para ir hacia donde están me detienen.— Ni se te ocurra hacer un escándalo, no le sumes otro error a tu lista –David se pone a mi lado comiendo una bolsa de maníes.— Debe respetarme y anda de coqueta –Dije apretando los dientes.— ¿No que no te importa y solo la quieres hacer sufrir? -Pregunta metiéndose otro maní en la boca.— ¿La ves sufriendo? –Le señale con mi cabeza en dirección a Emma que sonría con todos sus dientes blancos y perfectos prestando atención solo al idiota que estaba sentado frente a ella.— No, pero no te conviene hacer escándalos aquí, no sé si te fijaste, pero dada a tu actitud supongo que no, la hija del vicepresidente del país entró hoy como residente –Al escuchar las
Ella.-— ¿Qué estás diciendo madre? –El zumbido en mi oído no cesaba al escuchar la estruendosa y enfadada voz de mi madre informándome que Emma y Noah James se habían casado.— Así es, tu padre me lo informó hoy en la mañana cuando llegó, no puedo creerlo se casó como si fuera una vulgar tanto esfuerzo en la crianza de esa niña para nada.— Mamá tienes que ayudarme –Alzó su mirada hacía mí. –Yo quería a Noah para mí y Emma se interpuso lo sabes, debes obligarla a que se quite de mi camino. –Me acerqué dándole un abrazo y poniendo ojos de borrego a medio morir. – ¡Por favor ayúdame! –Dio un suspiro con el cual me confirmaba que accedido a ayudarme.— Está bien, iré a ver a Noah, haré lo que pueda para ponerlo en contra de tu hermana, la verdad que si nos conviene que tú y no Emma este casada con ese tipo, se le nota a leguas el dinero que tiene.— Y lo guapo mamá –Me mordí el labio inferior. –Ese hombre lo conocí yo primero y tiene que ser mío –Mi madre sonriendo me dio una palmadita e
Noah.- Restregué mis ojos que ya veían doble de tanto ver números en la computadora y en papeles me obligué a concentrarme para calmar mi enojo por la amenaza tan sutil de Jack Anderson, si supiera que su hijita está comenzando a vivir un infierno a mi lado, debo mover bien mis piezas sé que Emma está enamorada de mi o eso aparenta y debo jugarlo a mi favor si le cuenta a su padre que tenemos problemas él seguro la va a convencer de divorciarse y eso no lo puedo permitir, por mucho que la desprecie debo ser el esposo abnegado para que ella piense que este matrimonio tiene futuro, veo la hora y me pongo de pie camino a su oficina para que nos vayamos juntos, dejo todo el montón de documentos así como están, los observó y siento como me da urticaria de ver el desorden, pero estoy extremadamente agotado tomo mi chaqueta y salgo de la sala de juntas no antes sin cerrarla bien.Los pasillos de la clínica están casi desolados, con el personal de guardia necesario cuando llego al piso de psi
Emma.- El exquisito y embriagador aroma del café se coló por mis fosas nasales haciéndome regresar de los placidos brazos de Morfeo obligándome a abrir los ojos lentamente dejando expuesto el atractivo físico de mi marido que llevaba dos tazas de café en sus manos.— Buen día pequeña –Dijo sonriendo sentado en mi cama.— Buen día –No le devolví el saludo con el mismo afecto con el que me saludó, me extendió la taza de dónde provenía el agradable aroma, miré el líquido negro absorbí la fragancia para luego darle una probada sentí como la calidez de la bebida me hacía recobrar la vida.— ¿Cómo te sientes? –Desvié la mirada del café a los hermosos ojos de mi esposo, podía ver su preocupación. –Tu madre… lo escuché, bueno casi todo— Quiere que te cases con Ella, sigue insistiendo en que ustedes tienen algo –Solté de manera brusca, tomándolo por sorpresa.— Esa parte no la escuché –Desvió la mirada bebiendo un sorbo de su taza.— ¿Cuándo llegaste? ¿cuándo me dejó la mejilla ardiendo? Que
Emma.- Luego de conversar con mi residente salí de mi oficina con la frente en alto, no tenía por qué seguir ocultándome y escondiendo que soy la esposa de Noah James, me dirigí a la sala común, podía sentir las miradas de todos sobre mí, me hacían sentir ansiosa y la poquita fuerza que me había inyectado la conversación con Lino desapareció apenas entré a la cafetería, me iba a girar sobre mis talones cuando me topé de frente con la que menos deseaba encontrarme.— ¡Vaya, la señora James por fin sale de su madriguera! –Inclinando la cabeza con una mueca de desprecio, soltó una carcajada irónica que resonó en todo el lugar llamando la atención de los presentes dejando en claro su opinión sobre la situación. –Eres increíble, de verdad que admiro tu persistencia, no pudiste amarrar a Brad y entonces te lanzaste a pescar el hermano y lo conseguiste, deberías darnos unos consejos de cómo ser una zorra fácil interesada tiene sus frutos. –Justo cuando iba a responderle la voz de Noah se esc