En la bañera, el agua caliente rodeó el cuerpo de Gisselle dándole una pausa a sus sentimientos revolucionado, se concentró solo en sentir el movimiento de sus bebés, no quiso pensar en nada más; aunque por más que se esforzó los recuerdos intrusivo invadieron su cerebro, toda su vida cambió de manera tan drastica y rápida que, no pudo medir las consecuencias a tiempo y ahora era demasiado tarde para dar marcha a trás. Estaba enamorada de forma irremediable de Owen y llevar dento de si el fruto de un acuerdo que hace tiempo se concretó y que en la actualidad las clausulas del mismo quedaron borrosas, hacían que el corazón de Gisselle se estrujara con el pensamiento de que en esos momento el CEO estaba con su antigua novia.Gissel cerró los ojos agotada, tanto física como mentalmente, se dejó llevar por el sueño y el cansancio para evitar llorar de frustración. No supo cuánto tiempo permaneció ahí, mas, debió ser mucho, puesto que el agua estaba fría al despertarse con una caricia en s
Antes del amaneces Gisselle se despertó con ganas de ir al baño y en ese momento entre dormida y despierta sintió la cama vacía, y fría, se levantó, alivió su cuerpo y se vistió con intenciones de ir a buscar a Owen. Miró el reloj en la mesita de noche y marcaba las cuatro de la mañana, demasiado temprano para que se fuera a trabajar por lo que decidió bajar las escaleras ya que en la planta de arriba no estaba, a los pocos minutos de no encontrarlo por ninguna parte, prefirió quedarse en el área de la piscina, recordó la noche anterior y como un rayo le vino ese instante antes de quedarse dormida donde le dijo que lo amaba.Frustrada, enterró la cara en su manos, lamentando lo estúpida que fue al decirle algo así. En ese momento quiso escribirle llamarlo o tenerlo enfrente para saber si ese fue el motivo de su ida tan temprana, sin embargo, su vergüenza le impidió hacerlo.Gisselle tenía la certeza de que de ahora en más su relación podía cambiar y no sería para bien, aunque ella carg
Solo pasaron minutos antes de que Owen se pusiera en marcha, ya que no podía llamar a la policía lo primero que hizo fue contactarse con Roy, entre los dos siempre conseguían una solución para todo.En menos de dos horas el actor estaba en casa, Owen desesperado y sin poder estar sentado le contó lo que sucedió al detalle. Una vez que terminó el relato Roy se levantó de la silla desde donde vio ir y venir a su amigo y con todas su fuerza le asestó un puñetazo en la mejilla al CEO y ya en el suelo, se montó sobre él con una ira que nunca antes sintió, así sentado a horcajadas, comenzó su descarga, derecha izquierda derecha izquierda sin parar, como queriendo sacarse las ganas o la rabia, y lo que le causaba más furia era el ver que Owen no se defendía, solo después se verlo sangrar y que sus puños le dolieran, se bajó de él quedando de espaldas al piso y resoplando con fuerza.Con el dolor de la boca partida y de la nariz, Owen se limpió la sangre que se escurría por todos lados.—Creo
Ya en el sitio, los tres hombres se quedaron en un lugar alejado de la vista de los dos matones que vigilaban el perímetro. Lukas les hizo entrega de unos dispositivos de comunicación, para acto seguido dar un recorrido, puesto que como él era el más experimentado decidió revisar un poco mejor la zona.—Recuerden, si llama antes de que regrese, traten por todos los medios de lograr que Gisselle esté presente en el momento del intercambio, no permitan que les dé una dirección para dejar el dinero y luego harán la entrega —al decir eso, los otros pudieron notar una mirada de tristeza en los ojos de Lukas que se desvaneció de forma rápida—. Eso nunca sale bien. —Y él, mejor que nadie, lo sabía, mas, era momento de concentrarse en el hoy.Los dos amigos asintieron, quedándose dentro del todo terreno en un ambiente un poco incomodo por toda la situación, con un último vistazo a esos dos Lukas se dirigió a la destartalada casa que servía como laboratorios de metanfetamina y ahora refugio p
Eran las once de la noche cuando por fin terminaron de hablar los tres amigos, Owen insistió en pagarle el trabajo a Lukas, y este no le quedó más remedio que aceptar, despidiéndose de todos y rogando porque la próxima reunión fuese en mejores circunstancias. Owen creyo que por la hora la señora Liz debía estar durmiendo, cosa que Roy le desmintió de inmediato. Su madre acostumbraba a dormir muy tarde, la rutina de cuidar a su padre le impedía descansar antes de medianoche.—Yo la llamó pero tú hablas con ella.Hasta el mismo Roy sabía la que les iba a caer, y prefería mantener sanos su oídos el mayor tiempo posible.Después de el segundo tono de la llamada la voz de la señora Liz se dejó escuchar como un estruendo.—Hola...—Dichosos los oídos que te escuchan —el sarcasmo era necesario, Liz sabía a la perfección que si su hijo la llama a esta hora no pasaba nada bueno—, pensé que no volvería a oírte hasta mi lecho de muerte...—Mami Liz, soy Owen... —El CEO creyó que al llamarla con
A la mañana siguiente la señora Liz hizo lo que dijo, se llevó a Gisselle a su clínica con Roy como chófer y mudo, ya que su madre lo amenazó con la "maldición de la bata negra" si intentaba entablar conversación ni con ella ni con Giselle, debido a que aún no se le pasaba el enojo. Roy sabía que cosas muy muy malas podían pasarle si su madre invocaba dicha maldición, por eso nunca tuvo el valor para desafiarla cuando ella mencionaba esas palabras.Ella misma le realizó todos los exámenes sin dejar que ni siquiera una de las enfermeras la ayudará. En tanto, Owen seguía castigado y exiliado del lado de Gis, decidió por el bien de su salud mental, centrar sus esfuerzos en conseguir la nueva casa y hacer la respectiva mudanza.Ese mismo día encontró la casa soñada para ellos, estaba prácticamente amoblada y solo las habitaciones necesitaban un toque, que en cuyo caso, el CEO contrató a un decorador de interiores para tenerla lista por la tarde. Y por primera vez Owen sintió la necesitad
"Todo está yendo muy rápido". —Fue el único pensamiento de Gisselle que ni el dolor de ellas contracciones logró despejar de su cabeza. La señora Liz corrió hacia ella no antes de que Owen la tomara entre sus brazos y comenzara a ordenar el caos.—Roy, ve y enciende el auto —el actor acató la orden sin chistar—, Liz, en la habitación de los bebés están los bolsos necesarios para ir a la clínica, ve por ellos mientras ayudo a Gissel a cambiarse y la llevo a Gisselle hasta la entrada.Como todo una locomotora con sus engranajes y piezas engrasada, lista para trabajar, funcionaron en favor del parto de los niños, y más aparecía que lo ensayaron con anterioridad. A la llegada de ella clínica el dolor para Gis, era intenso y las contracciones ocurrían cada cinco minutos, según el reloj de Owen.—Todo estará bien, no te preocupes —el CEO intentó calmarla, el terror se reflejó en su rostro y era algo que Gisselle no podía evitar sentir—, estás en buena manos y ya viste que todo estaba bien c
Los bebés se atendieron con todo el rigor y la dedicación que implicaba ser un paciente exclusivo de la doctora Liz y diez minutos más tarde descansaban en una cuna en el área neonatal.En cambio, Giselle se encontraba en la sala de recuperación, según los estudios todo estaba bien; sin embargo, la espera a que abriera los ojos estaba llevando al límite a Owen. Se supone que en menos de dos horas la anestesia debió dejar su cuerpo y permitir que el CEO viera una vez más esos hermosos ojo azules. El pasillo fuera de la habitación seguro tendría que arreglarse luego, ya que Owen dejó las suelas de sus zapatos en su ir y venir.—No entiendo por qué aún no la pasan al cuarto... Ya van cuatro horas y nada que sale, ni siquiera tu madre dice nada...Owen le reclamo a Roy sin saber que más hacer, mientras el actor por su parte solo le quedó levantar sus manos en rendición antes de responder.—Hermano, no porque yo sea su hijo quiere decir que sepa más o menos que tú, ¿soy actor recuerdas? La