La declaración pronunciada por Farager en ese momento de intimidad con Zafiro, no daba crédito a lo que sucedió entre ambos. Zafiro se levantó de la cama y exclamó con extrema preocupación ante la situación que se le estaba presentando. —Esto no puede ser posible, ¿Cómo es posible que me engañaras de esta manera? No sabes quién soy en verdad y te has atrevido a seducirme para estar en tu cama.

Farager se levantó inmediatamente y respondió ante una Zafiro que se encontraba atemorizada y confusa por la situación. —Nunca te engañé, solo que no mencioné con exactitud quien era, pero mis sentimientos son puros hacia ti y, ¡por supuesto que se quién eres o lo que eres! Se perfectamente que eres una loba blanca y que eres casada.

Zafiro volteo su mirada y exclamó con interrogantes en sus palabras. —¿Me espiaste? Porque si eres un vampiro y sabias que era una loba, ¿Por qué te has metido conmigo? Sabes perfectamente que es un acto prohibido y estaríamos condenados a la muerte si se descubre.