Leonardo ha enmudecido después de escuchar las palabras que salieron de los labios de su hembra, no sabe en qué momento de su vida ha demostrado sentir insatisfecho con Kara si todo este tiempo que han convivido junto le ha mostrado sentirse el hombre más feliz de todo por cada cosa que hace ella por él.

Toma su mano y la hala hacia la sala, se sienta en el sofá y la hace subir a su regazo, sujeta su polla y se funde en la loba que gime dejando ir su cabeza hacia atrás, Leonardo sube su mano hasta su cabello y besa su cuello castamente.

—Toca mi pecho, —pide en su oído, Kara confundida le hace caso y siente el latido fuerte de su corazón—escúchalo, —susurra y deja salir el jadeo más caliente de todos en su oreja. —Desde el primer momento en el que mi polla se fundió dentro de ti me he vuelto adicto de ti Kara, no quiero nada más que sentir el calor de tu co