—Nuestras fuerzas están con ustedes, rey y reina, —una pareja joven hace una reverencia a ellos después de pronunciar esas palabras—. Nuestro aquelarre es uno de lo más antiguo y por derecho nos corresponde enviar uno de nuestros brujos a servirles con su magia y lealtad.
—No es necesario.
—Es un honor para nosotros que lo acepte, —trata de persuadirlo.
—Es cierto rey alfa—, Petrova le da el visto bueno y este no le queda de otra que aceptar lo que ellos ofrecen—. Con un brujo cerca estarás prevenido de cualquier cosa que quiera atacarte, —comenta la mujer después de que la pareja se marcha.
—Todo lo que funcione como ayuda extra servirá, —murmura Leonardo observando a las personas conversar de manera despreocupada «Tal vez esto de ser rey si funcione bien» es lo que pasa por su cabeza en ese momento, Kara por otro lado aprieta su mano cuando ve a su hermano acercarse a ellos.
—Rey, reina, —hace una reverencia porque sus ganas de abrazar a su
—Cada día estas débil juguete, —acaricia su cabeza mientras el chico esta postrado en el suelo con un collar en su garganta y la correa siendo sujetada por Dereck—. Me divierte la fragilidad humana a la que te sometes.—Ya no me importa lo que hagas conmigo… —susurra sin fuerza.Tantos años al lado de ese demente ha roto su esperanza de vivir, ya lo que más deseas el joven chico de piel pálida es morir y ser libre del monstruo que lo tiene cautivo.—Eres una escoria, te di la inmortalidad y así me pagas.Niega—Una inmortalidad a tu lado sería lo más asqueroso que pueda existir… —la mandíbula del vampiro se tensa y empuña la correa con fuerza para tirar de esta.En un rápido movimiento lo deja con el torso tocando el suelo mientras sus nalgas quedan en su regazo, su piel desnuda queda a su disposici&oacut
—¿Qué? —cuestiona el alfa mirando a la loba sin entender lo que acaba de decir.—Escucha, —este agudiza sus sentidos escuchando más allá de su casa, gritos de niños, gruñido y humanos gritando.—Nos atacan.Su mandíbula se tensa al igual que todo su cuerpo, enseguida toma el pantalón de chándal para poder cubrir su desnude, Kara baja de la encimera y el alfa toma su mano.—¿Qué vamos hacer?—Tu nada cachorrita, mantente segura en mi oficina, —la lleva arrastras hasta esta y la mira por varios segundos—. No salgas de aquí.—Tengo miedo.—Iré por Dantes, —Kara asiente y Leonardo va hasta la habitación de su pequeño hijo que está dormido, muy lejos de todo lo que está sucediendo fuera.—PapáSusurra adormilado.&mdas
—El momento indicado para atacar es ahora, —anuncia el vampiro que llevo a cabo la excursión a la manada del alfa Marchetti—. Todos esos leones y lobos están en su semana de apareamiento y la manada está débil por eso.—Excelente información ¿Cuántos vampiros necesitamos para acabar con ese alfa rey?Dereck sonríe ampliamente esperando respuesta, ya que su momento ha llegado.—Deberíamos llevar unos treinta, creo que seremos suficiente contra el alfa, supongo que sus hijos no están y eso hará más fácil acabar con él.—Me uniré a este ataque y seré yo el que termine su asquerosa vida, me gustaría ver su rostro cuando muera, —hace una seña para que salgan de la biblioteca dejándolo con el joven chico que nunca aleja de su lado—. Quiero que sepas que si muero, te dejare buena fort
Cuando Leonardo siente que su vida está a punto de terminar solo piensa en Kara y en todo el sufrimiento que le causara su muerte a su amada, recuerda cada momento que ha vivido a su lado, esas emociones que le provoco la primera vez al tenerla frente a él.El rostro de la loba fue un fuerte temblor en su cuerpo a pesar de que no demostró emoción alguna cuando la conoció. Fue lo más tierno que vislumbro, cara de ángel que quería consumir con su oscuridad, pero ella solo lo consumió a él con su luz.Lo hizo cambiar, lo volvió bueno para ella y no quería nada más que protegerla a toda costa, es su pilar, su fuerza para levantarse día tras día y liderar una manada que nunca quiso tener.Su consciencia vuelve cuando su cuerpo cae al suelo y el aire vuelve a entrar de golpe en sus pulmones, frente a este yace tirado el vampiro con sus ojos abiertos de par en par a
Por motivo de celo los honores fueron rendidos la semana siguiente donde muchos se encontraron conmocionados e impotentes por lo sucedido, Donato se encargó de llevar la información de lo sucedido a los familiares de los caídos mientras que por otro lado el alfa se encuentra perdido y ausente por lo ocurrido, se salta la comida y hasta parece que ha olvidado el calor de acoplamiento.Se siente bastante impotente, visito a alguno de los heridos de gravedad que por suerte fueron atendidos y se supone que tendrán pronta mejoría en varios meses. En cada cama visitada ellos le recordaron que hizo todo para proteger la manada y que nada de lo ocurrido es su culpa, ya que hasta casi pierde su vida por ellos.—Creo que ya van mejorando sus heridas alfa, —informa el médico, colocándole un poco de crema que ayudara a que cicatrice pronto—, le recuerdo que no debe estar moviéndose mucho, sus costillas no se
Kara se detiene observando con ojos muy abierto al alfa que la mira con una radiante sonrisa, su mano mojada se posa en su vientre y no puede creer que está embarazada.—¿Cómo? —cuestiona confundida sin entender, ya que la probabilidades eran escasas por el método anticonceptivo que lleva.—No quedarías embarazada sino fuera por el celo, —los espermatozoides de un alfa se fortalecen durante el calor de acoplamiento y aumenta la producción de esto—. Te dije que tendríamos cachorros, —murmura.—¿Cuántos dijiste que eran? —Leonardo hace una mueca.—Están pequeños y puede ser que me confunda con sus latidos.—¿Cuánto son?—Escucho tres… o tal vez cuatro, —Kara lo mira con horror—, no ponga esa cara cachorrita.—Claro porque no eres tú el que lo va a par
Leonardo estira su mano por la cama en búsqueda del cuerpo de su hembra, frunce su ceño con ojos cerrados y se sienta en medio observando la habitación en penumbras.—Cachorrita, —la llama con voz ronca sin recibir respuesta de esta, sale de la cama y empieza a seguir su olor hasta la cocina donde vislumbra su silueta en la encimera—¿Qué haces? —pregunta estirando su mano hasta el panel para encender la luz.Kara se encuentra con un tarro de helado de chocolate y le da una pequeña sonrisa al alfa por descubrirla.—Tenía calor y vine por esto. —responde a su pregunta no formulada.—Debiste despertarme, —camina hasta colocarse en medio de sus piernas y acariciar su pequeño vientre que a pesar de tener ya solo un mes de embarazo es un poco más grande que sus anteriores.—Te veías muy metido en tu sueño, ya que si hubiera s
—¿Qué haces? —pregunta la loba al despertar y encontrar a su guapo alfa susurrándole algo a su vientre.—Estaba conversando con ellos, —comenta con una sonrisa y mirándola directo a los ojos con todo el amor que le tiene.—Muy interesante… supongo su conversación, —acaricia su barbilla y este planta un beso en la palma de su mano.—Bastante son muy bien portados, —suspira—¿Qué tal estas?—Estoy bien.—¿No te hice daño? —Kara niega y este asiente más calmado.—Solo tengo mucha hambre.—¿Algo en específico? —curiosea.—Carne, —eso le extraña ya que la loba no es fanática de ese tipo de comidas.—Bien… quédate aquí y yo iré a pedir que te preparen algo, —besa su vientre y sal