Brian.-Salgo de la ducha secando mi cabello con la toalla. Me miro en el espejo suspirando aliviado. — Qué bien se siente ser yo de nuevo. –Salgo a la cocina para revisar la estufa. Mi mirada se detiene en el folder azul, en él está mi contrato y el acuerdo de confidencialidad. Julia Nixon sí que sabe cuidarse la espalda. No necesita a Cora para ser terrorífica, sabe cómo intimidar. Es mucho más astuta de lo que imaginé, seguramente me pondrá a prueba para garantizar que soy confiable. — La desgraciada es peligrosa, si cometo un solo error por más mínimo que sea va a destruirme como una cucaracha. Apago la estufa dejando la cazuela a un lado, hasta el hambre se me quitó. Ya no puedo dar marcha atrás. Por suerte solo estaré en Valley Company tres días por semana intercalados, así no levantaré sospechas en mi empresa. Ahora que solo soy un Ceo de papel no importará si desaparezco unos días. El sonido de mi teléfono se saca de mis pensamientos.— Abuelo –de inmediato mi mandíbula s
Julia.-No puedo dejar de sentirme un poco… intimidada ante la mirada de mi nuevo asistente. Es como si tratara de descifrarme por completo con solo mirarme. Hay algo en sus ojos que, no sé porque, pero me resulta familiar. Niego sacando esa idea de mi cabeza. Soy demasiado desconfiada con la gente y eso debe cambiar un poco. No, totalmente. Entro a mi casa y nuestro cuidador, le digo así porque detesto la palabra mayordomo, me recibe en la entrada con una enorme sonrisa amable. — Vito buenas noches –rápidamente se acerca para ayudarme con todo lo que cargo encima.— Buenas noches señorita Nixon. –A pesar que Cora y yo le hemos dicho con confianza nos puede llamar por nuestros nombres, él sigue resistiéndose. Es un hombre mayor británico, muy educado al igual que su esposa que es chef profesional y trabaja para nosotras–. Déjeme ayudarla.— Gracias Vito, ¿mi hermana está en casa? –No me tuvo que responder. Al pasar el umbral de la puerta un olor exquisito me invadió; tarta de nuez
Brian.-— No seas idiota –sigo bebiendo el cuarto trago de la noche sin apartar la vista de mi futura esposa, mientras escucho la voz de mi conciencia; Angelo–.¿No se supone que vas a enamorar a Julia Nixon? Detengo el vaso a mitad de camino, mirándolo con enojo, pero eso me dura poco, le sonrío con malicia. — Hablas como si de verdad quisiera enamorarla, solo será un juego para quitarle sus ideas, vengarme y ponerla a su hermana en su contra, Cora…Noto que el rostro de Angelo se desencaja más, tensando su mandíbula, ya comienza a ser fastidioso.— Esa mujer está cada vez más linda, aunque no sé porque la vi diferente, en fin… debo ir a presentarme con mi prometida –me ajusto el traje dejando el trago en la mano de Angelo que se ha quedado en silencio, así que lo ignoro. Camino entre los invitados hasta llegar a donde se encuentra mi abuelo, un hombre casi de su misma edad, pero un poco más acabado por la vida. — Buenas noches –saludó con todo el encanto que me caracteriza, ganán
Julia.-Como todos los días soy la primera en llegar a la oficina, soy una adicta al trabajo como dice Cora, pero no puedo evitarlo amo mi trabajo, me gusta mucho lo que hago, observo el calendario veo marcado el día de hoy. Turno de trabajo para mi asistente, me gusta trabajar sola, pero el chico ha demostrado que tiene conocimientos en el ramo. — Buen día jefa –interrumpe mis pensamientos entrando con dos cafés en la mano–. le traje uno –pone uno de los vasos sobre mi escritorio ofreciendo una sonrisa metalizada, hay algo de tierno en él, de inmediato me sacudo esos pensamientos. — Gracias Troy, siéntate me gustaría saber más de ti –se queda a medio camino de la silla, mirándome a través de las enormes gafas de montura negra–. ¿te molesta si te pregunto? — Uhm… no, pero no me gusta hablar de mi vida privada en el trabajo jefa –comenta algo dudoso–. además no hay mucho de qué hablar, para ser sincero. — De acuerdo, lamento haber preguntado, pongámonos a trabajar, necesito que f
Cora.- Paso por el lado del escritorio de mi asistente en absoluto silencio, Julia tocó una tecla que últimamente me sensibiliza. Azoto la puerta con fuerza. Camino de un lado a otro, cada vez que me mencionan a Angelo o mi situación con él mi día se ensombrece. — ¿Cora? –veo la cabeza de Penélope asomarse por la puerta–. ¿todo bien? Suelto un suspiro cargado de frustración, me tumbo en mi silla sintiéndome derrotada y agotada. — No, Penélope, quisiera perderme de aquí –hundo mi rostro sobre las manos. — ¿Discutiste con Julia? — No, es solo que me mencionó a Angelo y… sabes que con ese tema –ella me mira apoyando su codo sobre su rodilla–. ¿qué? — Pensé que lo resolverías tú misma, es más pensé que las cosas con Angelo Castiblanc no pasaría de unas noches de sexo candente. — Ni yo misma sé lo que pasa Pen, hay algo en él que… no puedo dejar de pensar en él, cuando lo conocí fue… como si todo a nuestro alrededor desapareciera, no necesitamos hablar, pero esta puta rivalidad d
Julia.- Observo la hora en mi reloj, me sentía agotada, pero necesitaba ultimar los detalles para el proyecto de los Royal. Necesitaba un trago con urgencia. Justo cuando tomaba mis cosas para salir, la puerta de mi taller se abre de golpe. — Tengo noticias sobre el almuerzo de los Royal –entra mi hermana tendiéndome un sobre rojo con unas letras doradas muy hermosas–. será un baile de máscaras. — ¿Qué? ¿un baile? — Sí –dice con seriedad frunciendo sus labios –baile, vestuario de gala, muy elegante y máscaras–. puedo notar lo divertido que le resulta en sus ojos hay un brillo de emoción aunque intente ocultarlo a Cora le fascinan las fiestas temáticas, los disfraces.— Veo lo mucho que te encantará asistir — Iremos de compras y elegiremos unos bellos vestidos, habrá mucha gente influyente necesitamos ser el centro de atención hermana. Esas palabras ya me llenan de ansiedad “mucha gente influyente” ¿eso debería preocuparme? — Nos haremos un cambio de look para ese día –la veo
Julia.- Las palabras de Cora calaron profundo en mi pecho, me sentía culpable por ocultarle mi secreto, pero no sé porque piensa que puede ocultarme algo y que me va a hacer daño. Lo hablaremos luego. Habíamos llegado al hotel donde se realizaría el evento de los Royal, todo sea por el trabajo y porque negarlo, por el dinero también, los lujos de mi hermana no se pagan con chapas. — Esto sí que es lujo –Cora observa silbando. Con las máscaras ya puestas bajamos de la limusina, mi hermana les entrega a los anfitriones la invitación. Entramos acompañadas de dos apuestos acompañantes está demás decir que Cora llevaba una sonrisa enorme en sus labios y cambió rápidamente su postura de hermana tierna y cariñosa a una imagen de femme fatal muy seductora. Un mesero se acercó con dos copas de champagne que no dudé en tomar. — ¡Ey tú muy bien! Me alegra que estés dispuesta a divertirte –chocamos nuestras copas, Con la máscara puesta me sentí un poco más segura, veo como Cora le hace se
Julia.- Cora parpadeó rápidamente después de escuchar mi confesión y aún no le había dicho lo más impactante. — Me acosté con él, pero… Me quité el antifaz con desesperación, tenía que decirle. — Pero ¿Qué? si ese maldito te hizo daño te juro que lo castro ahora mismo y— Piensa que se acostó contigo –solté sin que me quedara nada por dentro. Su rostro palideció de inmediato, en esta ocasión no parpadeó, solo se quedó en silencio. — Sucedió hace seis meses, cuando estabas haciendo el posgrado en París, yo… ¡no lo sé! Quería saber que se sentía ser tú por una noche, además había bebido tres copas de vino y…Sentía que la saliva no pasaba de mi garganta, verla sin demostrar una sola emoción me estaba poniendo ansiosa, eso solo significaba una cosa que estaba a punto de explotar, pero ya no podía detenerme debía saber la verdad. — Fui a un pub de esos lujosos que tú frecuentas y… él estaba ahí, yo no sabía quién era, había escuchado sobre él, pero no lo conocía, lo vi tan apuesto