Brian.-Ahora veía con mucha más claridad lo ventajoso que es este compromiso con Maggie, logró conseguir que Costello me otorgara una nueva oportunidad para mostrarle mi propuesta, solo tengo una sola oportunidad y cuarenta y ocho horas para descubrir lo que las gemelas Nixon le ofrecieron. “¿Pero cómo me voy a infiltrar en esa oficina?” — Si esa mujer parece una gárgola custodiando su estudio –me refresco un poco con agua tibia el rostro–. voy a resolver esto así tenga que jugar sucio. Salgo del baño y soy interceptado por un mesero. — Señor King, esto lo dejaron para usted –mis ojos bajan al pequeño papel que lleva el chico en la mano. Lo tomo y al abrirlo solo hay un número de habitación “suite 874” firmado con una C, sonreí con la excitación de imaginármela de nuevo brincando sobre mí. — Allá voy hermosura. (…) Me detuve en la puerta marcada con el número que decía la nota, la llave estaba colgada en la manilla de la puerta, la luz en verde me hizo sentir la gloria, no vo
Ángelo.-Vuelvo al interior de donde se realiza la recepción, con una pereza increíble odiaba este tipo de eventos, pero solo el hecho de que Cora este aquí es lo único que hace que no me vaya. Al entrar observo que Maggie se encuentra sola bebiendo una copa de champagne junto a una mujer muy linda. Mis ojos enloquecen buscando a Brian y no está, tampoco las gemelas y es allí cuando el miedo se instala en mi estómago. “No, no pueden estar juntos” mi mente intenta convencerme, acelero mis pasos hasta llegar con Maggie. — ¿Dónde está Brian? –pregunto sin tratar de disimular mi ansiedad y mis celos. — ¡Ah, hola Ángelo! Pues… no se hace unos cuantos minutos dijo que iría al baño a refrescarse un poco, pero no lo he visto –se encoge de hombros restándole importancia. — ¿No crees que ustedes deberían estar siempre juntos? ¿Están comprometidos o no? –Maggie me observa confundida. — Claro que no, no soy de las mujeres que les gusta andar de llaveros junto a sus hombres. Sin despedirme
Ángelo.-Simplemente me quedé en shock, la confesión de Cora… esto le da un giro impresionante a toda esta situación. — ¿Ángelo? La voz de mi diosa me saca de mis pensamientos, de nuevo siento el aire entrar en mis pulmones. — Jamás pensé que me fueras a decir eso, nunca me lo imaginé –digo con sinceridad–. ¿Entonces no sientes nada por él? Gira sus ojos hacia arriba, da un paso hacia mí contoneando sus caderas provocativamente. — ¿De verdad tengo que responder a eso? –pregunta deslizando lentamente su dedo por mi torso, acelerando mi respiración. — Respóndeme otra pregunta entonces ¿Qué sientes por mi Cora? Baja la mirada mordiendo su labio y luego suelta un gran suspiro. — No sé qué siento Ángelo, no soy como mi hermana, no creo en el amor, no creo en el matrimonio, vestirme de novia…Su rostro se distorsiona en una mueca de asco. — Me da más ganas de vomitar que comer carne cruda…pero, eres el primer hombre en el que no dejo de pensar. Tomo su cintura pegándola a mi cuerp
Julia.-Por más que lo intento no puedo dejar de pensar en Brian y en esa noche, fue simplemente perfecta. Aunque mi huida estilo cenicienta no se puede incluir en esa perfección, si tan solo pudiera decirle que soy yo y no Cora. ¿Qué pensaría? ¿Me odiaría? Seguramente y aún sigo sin saber quién era la chica que lo acompañaba en ese baile. Me quito mis gafas tirándolas con un poco de frustración. — ¿Por qué tengo que ser tan cobarde? –apoyo mi frente sobre mi escritorio–. decirle no es una opción. Seguramente diría que lo hice para distraerlo y así aprovecharme de su debilidad por las mujeres. Esa es otra interrogante que siempre ha estado en mi mente ¿Yo seré una más? Desde hace un tiempo no se ha dejado ver con ninguna otra mujer, hasta esa noche. ¿Cómo pude enamorarme así? Solo con la primera vez… Pero, ¿El amor es una locura no? aunque ese primer encuentro Brian se mostró diferente, tierno, amable, no el típico seductor, esa noche en ese pub estaba vulnerable como si busca
Julia.-Elegí madrugar, era un nuevo día, tenía que dar un giro a mi vida desde hoy, no dudé en asaltar el closet de Cora, seguro ni se dará cuenta y en los últimos días la he visto estar en una nebulosa, seguro es por el hombre con el que anda saliendo, que sigue siendo un misterio. “Nota mental: ir de compras” Mientras escojo un vestido en color gris, es muy cómodo y se ajusta perfectamente a mi silueta lo que me hace preguntarme ¿En qué diablos pensaba al ocultar mi figura? (…) Veo que mi cambio de estilo impactó al primero, mi asistente no deja de mirarme, una parte me hace sentir alagada y satisfecha, pero hay otra que sigue haciéndome sentir algo incomoda. El sonido de mi celular causa que de un respingo sobre mi silla. — ¿Diga? Mi rostro palidece al escuchar a la mujer que me habla del otro lado, dándome una pésima noticia. — Disculpe, pero el señor Dilon acordó… ¿Una propuesta mejor? ¿Puedo saber de quién? Por lo menos tengo ese derecho Rain Bing Arch. Pero… La mujer
Brian.- Ángelo me mostraba las pruebas de las estafas que ha estado haciendo mi abuelo, contratos sin cancelar de obreros, contrataciones de compañías ilegales de recolección de desechos afectando zonas de vegetación cerca y en otros condados, pagos ilegales en licitaciones en proyectos del estado. — ¿Cómo encontraste todo esto? –le pregunto sin apartar la vista de todos los documentos. — Un informante anónimo –comenta con seriedad sin decir nada más. — ¿Anónimo? — No voy a dejar al descubierto a mi fuente, te estoy entregando las pruebas, mientras tú estás cogiéndote a media ciudad y tú estúpida rivalidad con las Nixon esto está pasando en ¡TÚ! Empresa –su dedo acusatorio me apunta, como si me estuviera culpando, pronto se da cuenta de su tono. — Sabes que yo nunca permitiría algo así. — Pero, firmaste muchos de esos documentos sin darte cuenta, muchas veces te dije que cambiarás a tu asistente, sabía que tu abuelo la había dejado por una razón y no solo para vigilarte sino pa
Brian.- Me puse mi mejor traje para la reunión con Castello, desde ahora nadie podrá subestimarme, no tendré piedad con ninguno de los que han creído que soy un estúpido, lo dije antes y lo digo ahora, pasaré por encima de quien tenga que pasar. — ¡Vaya, vaya! Traje italiano ¿vas con todas querido prometido? — No tienes ni idea, querida prometida –sonreí sintiéndome un triunfador. (…) Maggie me observa mientras Castello detalla hoja por hoja mi nueva propuesta, de vez en cuando alza su mirada en mi dirección. — Pues… debo reconocer que es una propuesta tentadora, aunque no es lo que suele presentar la corporación King. Vuelvo a sonreír con autosuficiencia. — Solo me interesa ser mejor que Valley Company ¿Lo logre? –se hace un silencio absoluto, Castello me observa con sus ojos entornados, estudiando mi confianza. — Lo conseguiste –por dentro suelto un suspiro de alivio–. tus costos son insuperables, al igual que los diseños, los King tienen el proyecto. — El detalle está señ
Brian.- No lo voy a negar fue difícil ver como esposaban al hombre que más admiré en toda mi vida. No puedo creer que me haya sentido tan culpable por mis errores, queriéndome ganar su siempre su aprobación y él no era más que un delincuente.— La empresa se mantendrá cerrada bajo investigación Me informa el detective Bucker, dejo escapar un suspiro agotador, todo imperio destruido en cuestión de segundos. — De acuerdo, haz lo que tengas que hacer –expresó sin dejar de observar con nostalgia la enorme oficina, una en la que crecí y en la que me sentí el rey del mundo.Veo entrar por la puerta a Ángelo, tenía la confusión grabada en su rostro mezclada con un poco de nerviosismo. — ¿Por qué no me dijiste lo que tenías pensado hacer? — No tengo porque contarte todo lo que me pasa Ángelo –suelto con brusquedad–. no te preocupes tengo el dinero de tu inversión más las ganancias generadas. — No te estoy cobrando — No, pero quiero dejar todo claro, desde hoy aparecerá en escena un nu