Narra Olivia.
Koloa, Hawái, Estado Unidos. Jueves, 5, julio, 2018.
Miro a mi madre y luego a la carretera junto al mar, no llevo ni una hora que he pisado Hawái y ya me ando arrepintiendo de haber ido a esa fiesta en Valencia, vuelvo a mirar a la castaña con el ceño fruncido, prácticamente mostrándome que está muy enojada.
— Mami… — no me responde, suspiro y vuelvo a intentar — No era necesario que me trajeras al otro lado del mundo… te juro que…
— Nada, ya estamos aquí, te quedaras aquí a pensar en lo que hiciste en Valencia, tu padre y yo estamos muy molestos — habla enojada sin dejar de mirar a la carretera.
— Bien, sé que me porte mal, debí hacerle caso y no haberme escapado al punto de parar en la estación de policía — admito derrotada, ella asiente — ¿Pero por qué me traes a Hawái? — pregunto curiosa.
— Papá es de aquí, tu padre tuvo una gran idea y que mejor que te quedes con los Kiyosaki — frunzo el ceño, se estaciona delante de una casa que reconozco un poco, bajo del carro viendo el lugar, un hombre grande sale de la casa de dos pisos.
— ¡Aloha, Helena! — grita sorprendiéndome, tras de él sale una mujer de la edad de mi madre, me parecían familiares.
— ¡Kanoa! — grita mi madre para abrazarlo — ¡Nalu, Aloha! — grita otra vez ahora abrazando a la mujer morena, no recordaba que mi padre era de aquí. — Ven, Olivia, saluda a los padres de Kai, ¿No te acuerdas? Cada verano veníamos — hago memoria de lo que mi madre me dice para no quedar como tonta.
— Pero que hermosa ha crecido Olivia, eres idéntica a tu madre, solo que tienes los ojos de tu padre — dice Nalu tomándome del rostro — Apenas tenía 10 años cuando dejó de venir, Helena — le dice a mi madre quien sonríe orgullosa — Pero pasen, pasen — me suelta para tomar a mi madre y llevársela a la casa, miro a Kanoa que me suena a canoa.
— Ven te ayudo a llevar las maletas — dice cuando estoy abriendo la maletera, asiento y toma dos maletas, tomo mi bolso y suspiro bajando la tapa cuando de pronto escucho una moto llegar delante del carro alquilado. Me quedo mirando a la persona, se quita el casco mostrándome a un moreno de hermosos ojos verdes, su cabello si medio largo y atado a una cola, se ve ejercitado.
Parpadeo y me muevo antes de que se dé cuenta que lo estaba mirando de más, cuando estaba por subir las escaleras para entrar a la casa me volteo a mirarlo y me está mirando con el ceño fruncido.
— O wai 'oe? (¿Quién eres?) — pregunta en hawaiano pero no lo entiendo porque mi padre una vez intentó enseñarme pero no le prestaba demasiada atención, apenas cumpliré 23 y me comporto como una adolescente rebelde a esta edad.
— Ehmmm — trato de hablar pero tampoco sé mucho inglés como para defenderme, veo que sube las escaleras acercándose a mí.
— Kai, llegaste — escucho decir a Nalu desde la puerta, la miro y luego miro al chico a tres escalones de mí — ¿Te acuerdas de Olivia? — pregunta y lo veo cambiar de cara para verme sorprendido.
— Mahina — pronuncia, hacía años que no lo escuchaba, ese apodo en español significa “Luna”, nunca supe porque de ese nombre, y pensar que estuve enamorada de este chico.
— Kai — digo su nombre. Kai sube de manera rápida los 3 escalones y me abraza sorprendiéndome, siento mi cara arder y su fragancia a menta con lavanda me inundan por completo, claro que recuerdo mis vacaciones de verano aquí, deseaba mil vece pasar por aquí que estar en España.
Nos separamos, me sonríe para luego desordenarme el cabello.
— Haz crecido, enana — ruedo los ojos entrando a la casa con el moreno tras de mí. Al entrar los veos sentado en la sala riéndose de algo, noto que mi mamá está haciendo una videollamada con papá, supongo que aquí hay wifi — Han pasado 12 años desde la última vez que viniste — dice a mi lado, lo miro, realmente ni lo reconocí.
Ya somos adultos y no niños que corrían por toda la casa o que jugaban a atraparse ¿Por qué lo olvide? Antes lo tenía tan dentro de mi corazón, sí que estaba locamente enamorada de él hasta un poco obsesionada. Pero era una niña que no sabía muchas cosas pero él era mi primer amor.
— Dinos, Olivia, ¿Estas estudiando? — pregunta Nalu llamando mi atención, dejo de mirar a su hijo y la miro un tanto nerviosa.
— Hace 5 años que se graduó de bachillerato, duro un año en la facultad de medicina y lo dejó, hasta hace unos meses que se graduó en Lengua y literatura, fue rápida a pesar de que duraba 5 años la carrera — explica mi madre sin dejarme hablar — Y ahora no hace nada, por eso la traje después de ir contra la ley — sigue hablando y hablando con los padres de Kai, el moreno me hace una seña de que lo siga y eso hago.
Subimos a la otra planta y veo mis maletas en la entrada de un cuarto que reconozco enseguida, corro rápido a abrir la puerta y todo se ve igual a hace 12 años.
— Oh, no ha cambiado nada — me digo a mí misma, meto mis maletas y dejo el bolso en la cama en donde me siento.
— Tú no has cambiado mucho, la verdad — escucho, lo miro recostarse en el lumbral con los brazos cruzados haciendo que se vean grandes, Kai está bien ejercitado la verdad.
(…)
Me despido de mi madre con la mano mientras se va dejándome aquí abandonada como castigo. Al menos estoy cerca del mar, es como estar en Valencia, todo me parece igual, excepto por Kai, porque viviré bajo su techo y sus padres.
— Kai, muéstrale el lugar a Olivia, debe haber olvidado nuestro pueblo — dice Kanoa, Kai asiente y se monta en su moto como si yo fuera a subirme en eso. Sus padres entran a la casa dejándonos a ambos afuera.
— Vamos, no hay mucho que ver pero por si te pierdes — expresa lanzándome un casco — Sube, no tengo todo el día — respiro hondo poniéndome el casco y me subo tras de él, me abrazo a su torso porque aun soy muy joven para morir, siento que se ríe pero no dice nada y comienza a manejar.
Miro el pueblo no ha cambiado mucho pero si unas que otras cosas como imagine, dudo que me pueda perder si salgo a comprar algo, veo muchos turistas, al parecer es un pueblo muy concurrido por ellos, después de un rato en moto regresamos a la casa, me bajo quitándome el casco y respirando con más tranquila, se ríe negando.
— Bueno, eso es todo por hoy — se despide y se va dejando ahí, Kai debe rondar por sus 25 años, es joven y ya todo un hombre, pero solo eso, no es como si me fuera a volver a gustar. Entro a la casa y siento que no hay nadie y claro que no hay nadie cuando noto una nota donde dicen que salieron a un festival en otro pueblo y que regresan el lunes.
O sea que estoy sola por 3 días, vaya idea tuvieron mis padres cuando pensaron que en Hawái iba a ser bien vigilada. Subo a mi cuarto y me acuesto, está atardeciendo y yo me siento demasiado cansada como para hacer algo, es jueves y estoy sola.
02:19 a.m.
Escucho la moto de Kai llegar, abro mis ojos poco a poco y me siento en la cama, sí que me quede dormida, me acerco a la ventana y veo a Kai tabalearse, no puedo creer que haya manejado borracho. Abro la puerta del cuarto y bajo al primer piso en donde veo a Kai caerse en medio de la sala, las luces están apagadas y estando en ese estado, claro que se caería.
Busco el interruptor para encenderlas y lo logro, lo escucho quejarse y me acerco, lo muevo con mi pie a ver si sigue vivo y claramente lo escucho roncar, lo ignoro y me voy a mi cuarto, no pienso convivir con un borracho, no cuando sigo cansada, cierro la puerta con seguro y me acuesto a dormir otra vez sin antes cambiarme para no sentirme incomoda.
(…)
Lo miro quejarse con una bolsa de hielo en su cabeza mientras come de su cereal, puede que tenga un poco de aire estadounidense pero físicamente es hawaiano con ascendencia japonesa, lo sé por su apellido pero por otro lado, me alegro que sea de esos borrachos que se quedan dormidos apenas llegan a la casa, ni tuve que hablar con él, ni nada.
— ¿Qué tanto me miras? — pregunta.
— No mucho, ¿Cómo es que sigues vivo? — mi pregunta hace que me mire confundido — Llegaste borracho esta madrugada y en moto — explico y él comprende lo que le digo, se ríe un poco.
— Es un don, la verdad no me acuerdo muy bien como llegue anoche a casa — asiento a su explicación — Como sea, vamos a surfear — se levanta, se va y regresa con dos tablas, una más grande que la otra.
— No gracias…
No sé si fue que me hizo ojitos o que pero termine en medio del mar en busca de una ola para mi primera vez, claro que tuve que mentir para no parecer fracasada, solo espero no morir en el intento.
Narra Olivia.— Olivia, despierta… Oli…Siento que alguien me sacude y empiezo a toser sintiendo mi boca salada, abro mis ojos viendo la arena, respiro con dificultad, sigo vivo, gracias a Dios sigo viva.— Dios, Olivia, ¿Por qué no me dijiste que no sabes surfear? — escucho a mi lado, alzo mi mirada mientras me siento bien y veo la cara de preocupación de Kai — Por poco te mueres ahogada — río un poco y parece molestarse aún más — No es gracioso — dejo de reírme y me abraza.— Estoy bien… — siento mis mejillas calentarse, se separa y me mira a la cara.— Tienes que decirme todo, si no sabes manejar, si te da miedo las alturas, si eres alérgica a algo, todo, Olivia, entre en pánico cuando te caíste de la tabla y no saliste a la superficie al minuto — asiento a lo que dice suspira levantándose y ayudándome a levantar — ¿Puedes caminar? — asiento sin decir nada, entramos a la casa y cada quien se va a su cuarto, me baño.Duro un buen rato ahí hasta que escucho la voz de Kai llamarme par
Narra Olivia. Miro la noche estrellada mientras escucho como cuentan una historia en hawaiano, puedo sentir la emoción y el suspenso pero no entendiendo lo que dice porque no entendiendo el idioma del todo, todos están sentado frente a la fogata escuchando al chico hablar, tomo de mi lata de cerveza mirando la llama, Kai está sentado a un lado de la morena y sí que es bonita, es de su propia nacionalidad y ambiente.Puedo notar que todos se conocen entre todo y siento que no encajo aquí, no entiendo el idioma, todos se conocen y estoy sola, me levanto sintiendo frio a pesar de tener la camisa de Jared quien se alejó de mí sin motivo alguno, tomo mis converses y me alejo de ahí, quien podría darse cuenta de que falto. Ahora puedo decir que haber venido aquí si se siente como castigo.Estoy alejada de mis amigos, de mi cultura y mi ambiente a pesar de que es el mismo cielo y el mismo mar, sigo caminando hasta que por fin logro llegar a la casa, me siento en la arena mirando el mar, sin
Narra Olivia.Abro la puerta y lo primero que siento es un olor a comida, cierro y camino a la cocina, miro que Nalu está cocinando, me quedo en la isla, me siento en la silla alta y me quedo ahí viendo cómo se mueve en la cocina, siento que alguien se sienta a mi lado y veo a Kai mirar a su madre, me mira y sonríe.— ¿Qué tal tu primer día? — escucho que pregunta Nalu, la miro y sonrío, tendré que mentir porque debe tener una idea súper falsa de Nani.— Oh, me fue muy bien, señora Nalu — respondo con mi mejor actuación, siento la mirada de Kai pero no lo miro para nada. Nalu se voltea y me mira.— Que bueno, cariño, Nani es una buena chica, me alegra que se haya conocido — se voltea y lo que me dice solo hace que me sienta culpable por mentir y se crea esa ilusión. Mi teléfono suena y me levanto para irme, subo rápido la escalera contestando la llamada de mi madre.— ¡Holi! — escucho un grito y miro que no es mi madre quien llama sino Elisabeth, mi mejor amiga — ¿Cómo te va en Hawái?
Narra Olivia.Kai nos mira a los dos, no sé cómo es que termine en la misma mesa con Kai y Nani, que al parecer tienen algo pero no es nada oficial porque si no ella ya estuviera alardeando que está saliendo con el chico más guapo del pueblo, lo sé porque es lo que me demuestra. No llevábamos ni dos horas a solas y se aparece el moreno a arruinarme la noche.En serio que no sé qué es lo que pasa por su cabeza, es tan confuso, no deja las cosas claras como debe de ser y eso me pone de malas y muy confundida con muchas cosas en la cabeza en las cuales pensar, quisiera echarle la culpa a alguien pero solo me puedo quedar en este enigma.— ¿Es tu primera vez en el festival del pueblo? — pregunta el pelinegro de Jared intentando cortar la tensión e ignorar como Kai lo mira como si fuera mi perro guardián. Pongo mi atención en el chico que me habla y le sonrío.— Es mi segunda aquí, solo que es ese entonces era una niña — respondo y asiente prestándome atención. La mesera llega y deja los p
Narra Olivia.Miércoles, 24, julio, 2018.Termino de almorzar, hoy no tengo que ir a trabajar a la tienda ya que Nalu se fue a comprar mercancías ya que se acabó el día de ayer cuando hicimos una promoción, así que nos dio un día libre aunque quisiera estar trabajando que estar aquí bajo el mismo techo que Kai y Akamu que no dejan de pelearse como cuando éramos pequeños.— ¿Qué harás hoy? — pregunta Akamu cuando me levanto de la mesa para ir a lavar el plato, me pongo a pensar en que hare hoy pero no tenía planes que ya que no pensaba tener el día libre.— Saldrá conmigo, tenemos que hacer unas cosas, así que ponte a hacer otra cosa — responde Kai por mí levantándose de la mesa y toma mi plato, lo miro recordando si íbamos a salir a algún lado pero no recuerdo nada de eso encima de que hemos estados incomodos estos días ya que cada que nos vemos nos evitamos cruzar en cualquier momento.No le pongo mucha atención y me voy al cuarto a cambiarme aprovechando para salir en caso de que lo
Narra Olivia.Jueves, 26, julio. 2018.Bajo las escaleras de prisa mirando la hora, tomo una tostada del plato de Akamu que se queja y salgo de la casa, agarro la bicicleta y comienzo a andar hacia la tienda, me he levanto tarde porque los días anteriores encontré un libro demasiado interesante y claro que en español en la biblioteca del pueblo por lo tanto no lo he soltado desde que lo encontré el lunes y por esa razón estoy llegando algo tarde al trabajo que es como el castigo.No he hablado con mi mamá desde ese día, aprecio que por fin me está dando un poco de espacio pero yo aún siento que me encuentro estancada en un mismo lugar y tiempo haciendo que me encierre en cualquier libro con tal de escapar de mi realidad. Respiro profundo cuando me detengo por fin delante de la tienda y me bajo de la bici.— Llegas tarde otra vez — dice Nani apenas abro la puerta, la miro y asiento a ponerme el delantal para comenzar a sacar las cajas de mercancía que ha pedido Nalu por segunda vez en
Narra Olivia.Kai se sienta a mi lado y asiente a lo que dije, me mira con curiosidad.— Cuéntame — lo miro y asiento.— Mi primer novio fue muy toxico, por suerte logre salí antes de que me hundiera por completo, el segundo era padre soltero — me río un poco — Por poco iba a ser madrastra — me mira sorprendido — Claro que hubieron unos roces pero la madre de los hijos de él no estaba convencida de que yo siendo joven estuviera con él — ruedo los ojos recordando.— ¿Y los otros? — muerdo mi labio y resoplo.— El tercero tenía mi edad, vivía en otro estado, nos veíamos cada fin de semana pero entramos en monotonía y él se cansó, ya sabes, quería llegar a más si no para que iba a aguantar 5 horas de viajes para solo besos — me acuesto, miro la espalda de Kai — El cuarto era casi 10 años mayor que yo… — voltea a mirarme.— ¿Un sugar? — me río aguantando reírme fuerte por como lo preguntó.— Tampoco así, era un tacaño, duramos como 3 meses y ahí conocí a mi quinto novio, prácticamente le
Narra Olivia.Lunes, 13, agosto, 2018.02:13 a.m.Miro como entra a mi cuarto, bostezo con sueño pero habíamos acordado en hablar lo que había pasado anoche pero no pensé que no nos veríamos en todo el día hasta la madrugada, yo me encontraba ya durmiendo pero me tuve que levantar de golpe apenas escuche el sonido de su moto, no quiero ni saber a dónde había ido.Se sienta en la cama en donde estoy sentada y ya arropada, lo miro, tiene su ropa, ni siquiera se ha cambiado ni bañado, frunzo el ceño oliendo a alcohol mezclado con su loción, me mira sonriente, se acerca a mí a milímetros de mis labios en donde puedo oler mejor su olor que comienza a embriagarme de pronto.— Siento haberte besado ayer pero no lo pude evitar… — se me calienta toda la cara cuando me susurra eso contra los labios, trago saliva — Pero somos solo amigos con un poco de atracción… — frunzo el ceño, siento seca la boca por lo que escucho salir de su boca, siento que aún estoy dormida.— Bien, solo somos amigos que