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Cap. 5. Confundida.

Narra Olivia.

Kai nos mira a los dos, no sé cómo es que termine en la misma mesa con Kai y Nani, que al parecer tienen algo pero no es nada oficial porque si no ella ya estuviera alardeando que está saliendo con el chico más guapo del pueblo, lo sé porque es lo que me demuestra. No llevábamos ni dos horas a solas y se aparece el moreno a arruinarme la noche.

En serio que no sé qué es lo que pasa por su cabeza, es tan confuso, no deja las cosas claras como debe de ser y eso me pone de malas y muy confundida con muchas cosas en la cabeza en las cuales pensar, quisiera echarle la culpa a alguien pero solo me puedo quedar en este enigma.

— ¿Es tu primera vez en el festival del pueblo? — pregunta el pelinegro de Jared intentando cortar la tensión e ignorar como Kai lo mira como si fuera mi perro guardián. Pongo mi atención en el chico que me habla y le sonrío.

— Es mi segunda aquí, solo que es ese entonces era una niña — respondo y asiente prestándome atención. La mesera llega y deja los platos sobre la mesa lo que hace que me llame más la atención que la cara bonita de Jared, comienzo a comer de mi plato mientras todos están en silencio comiendo del suyo, realmente esto se está poniendo muy incómodo pero incomodo es saber que el chico que te gustaba te vuelve a gustar y tienes que verle con otra chica que no eres tú.

Eso sí que es incomodidad total. Miro la hora en mi reloj y dan las 8 de la noche, terminamos de comer y empezamos a pagar y aquí comienza otro problema.

— Yo pago — se ofrece Jared de buena manera.

— Déjalo, yo pago — desafía Kai, me pregunto cómo es que se volvieron enemigos y por qué me metí con Jared sabiendo que Kai odia. Comienza a pelear en quien pagara la cuenta y obvio que la mesera toma las dos tarjetas y paga para menos problemas, veo que Nani está aburrida como si esperaba que Kai y ella tuvieran una velada a solas pero terminó aquí metida por culpa.

Sé que ella le gusta Kai y al parecer Kai siente algo por ella porque le tiene intereses. La mesera regresa y le da las tarjetas, me levanto y Jared lo nota, salimos de ahí sin esperar Kai que al parecer Nani ya le anda diciendo sus quejas.

— Sera mejor que nos alejemos de ellos — digo caminando de prisa, Jared al parecer me sigue la corriente y nos mezclamos entre la multitud terminando en la playa, respiro profundo sintiéndome bien.

— Kai es un idiota, no entiendo porque te cuida tanto si tú te sabes cuidar solita — sonríe de una manera que no descifro bien — Por cierto, dijiste que eres española antes de que nos cruzáramos con Kai, ¿No? — asiento viendo una sonrisa coqueta, se acerca y sin darme cuenta me besa tomándome desprevenida, quiero seguirle el beso pero no me gusta como lo hace, así que lo separo de golpe.

— Ehmm, creo que se hace tarde… yo me voy  — doy la vuelta y salgo corriendo mezclándome con la multitud por segunda vez — Dios, que asco — me limpio los labios pero el sabor a ajo con cebolla sigue ahí, encima de cómo me besó, juro que no sabe besar para nada, solo a mí me da esta mala suerte.

Niego y sigo caminando viendo por donde queda la casa, después de media hora caminando logro llegar, suspiro aliviada de que no ver la moto de Kai estacionada y el carro de sus padres tampoco, supongo que no hay nadie en casa, entro y me siento en la sala. Apenas cierro los ojos recuerdo el beso y me da arqueadas, me levanto y subo a mi cuarto en donde me meto al baño en donde comienzo a cepillarme hasta la lengua.

— ¡Dios, que mala suerte cargo! — chillo, sigo cepillándome y haciendo gárgaras para quitar el mal sabor que me ha dejado ese beso, cuando termino me miro al espejo y chillo viendo por el reflejo a Kai recostado en el lumbral del baño, me doy la vuelta y ahí está, parece molesto, demasiado molesto.

Pues claro, si lo deje a su suerte pero acompañado con su noviecita pero eso no le permite enojarse conmigo, debería estar feliz de haberlo dejado a solas con la chica aunque esta sea más joven e inmadura que él.

— Holi… — saludo con nervios pero sigue con su expresión enojada, trago saliva.

— ¿Por qué te escapaste así y ni me esperaste? — pregunta molesto, saco todo el aire de mis pulmones y me pongo a pensar en que mentira decirle pero en el espacio tan pequeño que estoy no me deja pensar en nada que no sea en el asqueroso beso de Jared, hasta me pregunto cómo se sentirían las chicas que tienen que besarlos en escena y en pantalla grande, pobres de ellas porque ese hombre no sabe besar. — ¿Entonces?

Lo miro y comienzo a mover mis manos pensando profundamente y no logro pensar en ninguna mentira.

— Se suponía que era una cita, o sea, dos personas en una cita, no una cita doble — me excuso de buena manera y eso es razonable.

— Estuviera bien si es con otro chico pero ¿Jared? Oh por favor, con él se puede esperar lo que sea, ¿Acaso no te hizo algo? Porque te veo aquí muy temprano — miro a otro lado  y sé que está frunciendo su ceño — ¿Qué te hizo ese malnacido, Olivia? — lo miro jugando con el anillo de mi dedo índice.

— Pues… no lo vayas a golpear si lo ves, por fa — se acerca a mí esperando que le diga, trago saliva por su cercanía ya que esta por completo dentro del baño conmigo — Nos besamos pues — entrecierra sus ojos y suspiro — Me besó y no me gustó, encima de besar horrible su aliento sabia a… — sin dejarme de terminar la frase me besa, me besa de una manera que por Dios nadie me ha besado en mi bendita vida.

Lo hace de una manera que me hace necesitar aire, su beso sabe a menta con chocolate más su loción bien varonil que me ahoga ahí mismo dejándome sin pensar en nada. Se separa lentamente y lo mismo a los ojos sin creer lo que acaba de pasar entre los dos, trago saliva viendo sus ojos oscuros. Justo cuando quería besarlo de vuelta se separa de mí y me mira sorprendido.

— Olivia… lo siento — me mira un momento y se va dejándome confundida, salgo del baño y me siento en mi cama sin dejar de mirar la puerta.

¿Qué m****a acaba de pasar?

Esto no pudo haber pasado, Kai me acaba de dar el mejor beso de mi vida y se fue apenas vio a quien besaba, ¿Cómo debería sentirme en este momento? El chico que me gusta me ha besado pero me ha dejado confundida.

Me levanto y cierro la puerta, me cambio aun procesando y cuando me siento tomo mi almohada y hecho un grito ahogado maldiciendo todo lo que quiera, ahora más que antes quiero que se termine el verano.

(…)

Domingo, 22, julio, 2018.

Bajo a desayunar, ayer prácticamente Kai desapareció, no lo vi en todo el día y creo que eso está bien, pudo mentalizarme de que no debería de sobre pensar las cosas y menos con Kai, al menos podría agradecerle de que me hizo olvidar del horrible beso con Jared y pensar en el maravilloso beso con él pero me repase de que Kai tiene a Nani aunque no son nada que yo sepa pero igual, ahí hay algo que yo no debería involucrarme, total, me iré al final de este verano.

Al terminar de bajar me lo encuentro en la isla comiendo pero apenas se volteó a mirar se volteó a mirar hacia otro lado, supongo que tendré que actuar como si nada, quisiera creer que estaba borracho cuando me besó pero ya, no hablare más del beso.

— Buenos días, Nalu  — digo sentándome a su lado como si nada, la morena deja mi desayuno — Mahalo (Gracias) — agradezco recordando la palabra, Nalu me sonríe.

— Estas aprendiendo rápido, cariño — le sonrío y me dispongo a comer — Cierto, Kai, vendrá tu primo Akamu, verdad, tú lo conociste, Olivia — frunzo el ceño y miro a Kai quien no parece muy feliz — Akamu no paraba de decir que se casaría contigo cuando fueran mayores, tú siempre lo esquivabas — se ríe regresando a terminar algo.

Hago mente del tal Akamu hasta que abro los ojos recordando al primo gordito de Kai, su madre es hawaiana y su padre es holandés, aunque el chico era gordito, sus rasgos eran hermosos. La puerta suena y ambos volteamos.

— Debe de ser él — dice Nalu, Kai se levanta y me toma de los brazos haciendo que lo mire raro.

— Será mejor que no te cruces con él — río siguiendo comiendo luego de soltarme de su agarre — Vamos, Mahina — suplica pero es muy tarde por la puerta entra un chico moreno con cabello rubio y ojos verdes más claros que el de Kai y no se parecía para nada al chico que recordaba.

— ʻanakē (Tía) — dice abrazándola pero duro poco el abrazo cuando puso sus ojos en nosotros — Kai y… — frunce el ceño adivinando quien era, Nalu le dice en susurro y abre sus ojos corriendo a mí dejando su equipaje en la entrada — Ke aloha o ko'u ola (El amor de mi vida) — me abraza, parpadeo sorprendida por el abrazo repentino, Kai lo separa de mí.

— ¿Qué haces aquí? Se supone que este verano estaría en Holanda — le reprocha, ruedo los ojos por cómo se está comportando el moreno de Kai.

— Cambios de planes, menos mal que vine, oh querida Mahina, te has vuelto hermosa a estar de que han pasado 12 años desde la última vez que nos vimos — solo sonrío y me escapo aprovechando que ambos chicos están en medio de su pelea de primos.

Suspiro una vez en el cuarto, me acuesto y miro el techo, no podía creer que este verano se iba a poner así de bueno, mi teléfono suena en algún lado, una vez que lo encuentro lo tomo y contesto a Eli. La rubia se aparece por la pantalla con el cabello alborotado y con una sonrisa.

— A ver, cuéntame — suspiro y miro a la ventana.

— Apareció Akamu — frunce el ceño si saber quién es el tipo — Akamu es el primo de Kai, pase unos veranos con él, era el chico gordito de la foto que te mostré hace tiempo cuando limpiaba mi cuarto, no me acordaba mucho de él, pues veras, esta super cambiado, a estos hombres le pegó la pubertad adulta ¿Y a mí? Nada, que me lama una mula, Eli — se echa a reír a carcajadas.

— Oh por favor, Olivia, estas hermosa, monísima, a ti también te ha pegado la pubertad adulta, solo que no has querido madurar desde que dejaste medicina — suspiro ignorándola — Oh vamos, Olivia, al menos estudiaste una buena carrera, solo es cuestión de que pongas en seriedad la escritura — miro sus ojos marones y asiento dándole la razón — Como sea, te llamaba para que me contaras, por cierto, en agosto me mudo, no dudes en llamarme, hermosa — cuelga y quedo sola otra vez.

Me pregunto que estoy haciendo con mi vida, aunque este verano se está poniendo interesante sigo sin saber qué rumbo estoy tomando, solo puedo decir que, que difícil se está poniendo algunas cosas por aquí. Mi teléfono vuelve a sonar y veo que es mi madre, ¿Le respondo o no?

— Hola, mamá — saludo y me sonríe.

— ¿Cómo te está yendo? ¿Te estas portando bien? — sonrío fingiendo para decirle que todo me va de maravilla.

— Todo bien, mamá, hablamos luego — asiente y antes de colgarle habla.

— Te amo, cariño — cuelgo y suspiro.

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