La entrada del sol por aquella cortina que no cerró le daña los ojos y le recuerda que anoche bebió directo de la botella de tequila. Se levanta de mala gana, ve la hora y recuerda que quedó de llamar a Alfa…
-¡Mierd@! – el improperio le sale de lo más profundo del alma, porque su mente le recuerda la llamada -.
Busca el teléfono con desesperación, lo encuentra tirado al lado de la cama, busca el número de la chica y le marca, sin dejar de pasar la mano libre por el cabello alborotado.
-Abbot… te dije que yo te llamaría…
-Lo sé, lo sé… anoche hice el ridículo y lo peor es que debía pedirte algo acera de la investigación.
-Mmm… ya veo. Dime.
-La búsqueda de la chica, acórtala. Necesito saber si Luz Méndez trabajó con Rafael Williams antes de aqu
Matías, en una jugada arriesgada, aprovechó ese beso para esposar por la espalda a Alfa, dejándola entre divertida y sorprendida por el arrojo del oficial.-Con que esas tenemos, oficial Méndez…-Lo siento, pero si tus hombres no responden, tendrás que hacerlo tú.-¿Sabes lo tonto que te verás al entrar conmigo, detenida?-Me debes un mal rato – le dice muy cerca de su rostro, sin dejar de mirarla a los ojos -.-Creo que serán dos – la rodilla de Alfa impacta en la entrepierna de Matías sin aviso y lo último que ve antes de caer al suelo con sus manos allí, es la sonrisa de satisfacción de la mujer -.-Maldición – dice entre dientes -. No vi venir eso…-Conmigo nunca ves venir nada, querido… - deja caer las esposas frente a sus ojos y del oficial sale un gruñido -.
Alfa se pone de pie, se arregla la pechera y sale de la oficina como una tromba.-¡Y que no se te olvide quién es la jefa aquí! – camina con decisión a la zona de la cocina, porque ahora solo quiere asesinar a alguien y qué mejor que un pollo -.Mientras lo destroza con un cuchillo, llega alguien a su lado que la ve preocupado.-¿Te pasa algo, preciosa?-No me digas así, Gamma – responde sin mirarlo, porque ese cuchillo bien podría ir a su cabeza -. Soy tu jefa.-Pero antes que eso, eres mi amiga.-Aquí dentro, soy tu jefa, si los demás te escuchan decirme así, me van a faltar el respeto y no quiero más hombres metidos en el maletero de Díaz.-Supe que él es un buen candidato para ese lugar – le dice con una media sonrisa, que cree ella no ve, pero el reflejo en las baldosas de la pared le dan
Luego de dejar la cafetería y de pensar en la mejor manera para salir del bochorno de la noche anterior con Alfa, Dan conduce hasta el despacho, porque lo que tiene que decirle a Gerard no va a ser sencillo.Desde ya está trazando el plan de emergencia, ese que va a necesitar cuando su amigo decida decirle la verdad a Luz y que no es conveniente que le diga solo, porque él es tan responsable de lo que pasó aquella noche como Gerard y como el infeliz que la dr0gó.Al llegar a su oficina, le espera un par de sobres que no le gustan para nada, porque los dos son de su familia.Su madre, mujer tan distinguida, prefiere contarle las cosas más importantes por carta. No por llamada, ni por mensaje… carta.La otra es de su hermana menor, la segunda en nacer. Porque Dan es el mayor, varón, heredero y no tiene ni una pizca de intenciones acerca de hacerse cargo de esas cosas sin sen
Mientras, en otra parte de la ciudad, Matías disfruta de un almuerzo con su hermana, quien lo ha regañado por muchas cosas, todas relacionadas con Alfa.No sabe de dónde sacó esa sabiduría su hermanita, pero le encanta saber que cuenta con ella, más motivos para apoyarla con todo lo que le está pasando.Entiende mucho más lo que le sucedió, la manera en que se embarazó y, si antes estaba molesto con sus padres por la manera en que la trataron y la borraron de su vida, ahora está furioso. La juzgaron sin saber y olvidaron por completo la manera en que la criaron, eso no es justo con Luz.Caminan cerca de la cafetería donde comieron y a Matías se le ocurre que es momento de ejercer su lugar como hermano mayor.-Luz, quiero conocer a Gerard – le dice muy serio, aunque por dentro solo quiere reír -.-¿Para qué
Alfa se ha quedado a la expectativa de lo que Gerard Finnick piensa hacer, así que no deja de mirar su teléfono.¡Porque en ningún caso es por hablar con Dan!Del otro lado de la ciudad, Dan está sentado en su departamento, aburrido. Desde aquella noche en que Alfa le dijo que no se fuera con esa mujer, prefiere no salir, no sea que a esa chiquilla loca se le ocurra hacer algo más loco para que no se vaya a desahogar con otras.Camina de un lado para otro, hasta que decide que en lugar de darle vueltas a su mala suerte, es mejor ir a dormir, sin dejar de ver ese teléfono, esperando que ella lo llame para saber en qué va todo.Ruega porque Gerard consiga hablar con Luz esa noche, para terminar con todo esto y para llamar a la chica, aunque también es cierto que en cuanto se termine lo de Gerard, ya no la verá más…-Pero si ni siquiera la ha
Por ahora no tenía tiempo para seguir insistiendo al teléfono de Abbot, porque sencillamente este sonaba y el hombre no respondía. Pero ya se las cobraría, con todo lo que tenía y no sería lindo, para nada.Ahora, debía enfriar la mente y pensar muy bien cómo iba a sacar a Rickon de ese lugar, porque estaba claro que para el chico ese lugar era así como un santuario. Para ella era el perfecto nido de ratas que desparraman la podredumbre en su ciudad.-¿Estás segura que quieres ser tú quien sea la carnada? Tenemos más chicas que podrían…-No, sabes perfectamente que este tipo es tan valioso para Finnick como para mí. Nada puede salir mal, así que es mejor que lo haga yo misma.-¿Y si no quiere ir contigo al Caribe?-Para eso tengo un par de amigas que me ayudarán – se guarda dos Glock,
-¿Cu-cuál plan…?-Verás, querido Rickon, este hombre – le dice señalando a su padre en la fotografía -, era el único que valía la pena… era un buen padre, un buen esposo, un ciudadano ejemplo.-¡Traicionó a mi padre! ¡Por su culpa mataron a mi madre y tuvimos que cambiarnos el nombre!-¿Le crees todo a tu padre? – le pregunta acercándose a él, como una leona que acecha su presa antes de despedazarla -. Si no te mato ahora, es porque debes rendirle cuentas a alguien más… pero cuando mi cliente acabe contigo, será mi turno.-¡Miiike…! – un codazo en la boca de Rickon, se calla y abre los ojos por el miedo -.-Es mejor que te calles, pedazo de mierd@. Porque ahora mismo, nadie va a venir por ti.Se activan las alarmas de incendio y Alfa le dedica una sonrisa sombr&
Los días pasaron y Alfa tuvo que lidiar con una parte del pasado de su padre, ese que no sabía que existía, porque nunca concibió la idea de que formara lazos con personas de ese mundo.Nada de lo que Díaz le dijo fue alentador para su espíritu, pero sí para su sed de venganza.Ahora, se prepara para recibir a Finnick en unas horas así que es momento de las instrucciones a Dan.Le marca y este le responde como desganado.-Dime – es todo lo que escucha del hombre -.-¿Estás bien?-Sí, es solo que ayer estuve muy enfermo… nada grave, pero una gripe siempre te deja mal.-Entiendo… - es lo que consigue decirle y luego vuelve a su papel de jefa mafiosa -. Te llamo para darte las indicaciones de hoy.-Te escucho.En cuanto tu socio llegue, tendrás media hora para prepararte, un vehículo con