Cuando a Keylen Dawson se le ocurrió meterse en todo esto para vengar a su familia, no le interesaba nadie en particular. No tenía amores platónicos, pretendientes ni mucho menos novio.
Pero ahora, era toda una mujer, una que tenía poder como muy pocas conseguían alcanzar en toda su vida, y eso la estaba matando lentamente, sin darse cuenta.
Se le había ocurrido que tal vez tendría que dejar de lado todo eso con lo que sueñan las mujeres, profesión, casa, hijos, maridos, mascotas… porque ni siquiera un hámster podía tener. Pero mantener todo eso a raya no era terrible hace cinco años, cuando conoció a Díaz.
Gustavo Andrés Díaz se le cruzó un día, cuando iba saliendo de la cafetería de la Nona, en cuanto el hombre la miró para pedirle disculpas por no prestar atención al camino, se quedó paralizado.
<La mañana se cuela por la ventana de Alfa, que despierta con el mismo suspiro que tiene desde hace un tiempo, el mismo desde que dejó que esos dos se colaran en su vida… no entiende cómo, pero ahora su corazón que latía solo para vengarse, ahora está dividido en tres partes, iguales, así que decidir en su momento va a ser muy, pero muy difícil. Se levanta con cierto recelo, básicamente porque no se le da la gana tener que elegir. Ya ha tenido que hacerlo tanto en su vida, que una vez más se le hace un martirio. La ducha la ayuda a recobrar ese carácter implacable y la ropa la ayuda a poner los pies sobre la tierra, a recordar que es la líder de una organización importante y que hay cientos de personas que dependen de ella, no solo sus colaboradores, sino que también sus familias. Se acomoda aquellas armas que la hacen sentirse segura, se bebe un café y sale a lo que tiene que terminar de una vez, antes de que tenga consecuencias. Mientras conduce a la
En lugar de conducir a la cueva, se va directo a la oficina de Rafael Williams, él tiene algo que ella necesita y lo obtendrá a como dé lugar.Al entrar, le llama la atención la sencillez del lugar, todo está perfectamente limpio y ordenado. Reconoce en la recepción a una de sus chicas, ninguna muestra ni una pizca de emoción, así que para los demás es como si nunca se hubiesen visto.-Buenos días, bienvenida a Port Hudson Services, ¿en qué puedo ayudarla?-Buenos días, necesito hablar con el señor Rafael Williams, por favor.-En seguida – levanta el teléfono y mira a Alfa -. ¿Su nombre?-Penélope Cruz – la chica levanta una ceja en señal de diversión y Alfa solo sonríe, guiñándole un ojo -.Tras anunciarla, le indica cuál es la oficina de Rafa
Ya solucionado todo lo que involucra a su gente, a sus debilidades y luego de una paliza a todos los que se le cruzaron en el entrenamiento, se le ocurre que llamar a Abbot es una buena idea, solo debe evaluar lo que puede decirle.Esa corazonada de que está cerca de algo importante no deja de asaltarla, por lo mismo, no le dirá todo lo que sabe, porque son demasiadas cosas.Aunque no es la hora adecuada, es mejor que dejar pasar más tiempo.Toparse con ese cuerpo hoy en la mañana solo le dejó mil frustraciones más, las que trató de quitarse a punta de golpes, pero además de un hematoma en las costillas y un moretón en la mejilla derecha, no ganó nada más.Mira el teléfono con la expresión algo perdida, porque ahora es consciente del error que cometió al buscar conocer al hombre tras aquella voz grave, profunda y sexi. En su mente
Los días se han ido como mantequilla entre los dedos. Dan no ha dejado de pensar en Alfa y eso ha significado que todas las mujeres que se le cruzan están en serio riesgo de terminar en su cama… bueno, en la cama de un hotel, porque él no lleva a nadie a su departamento.El departamento de soltero de un hombre es sagrado y ni siquiera para la intimidad casual se puede irrumpir en él.Todo lo que ha descubierto acerca de la investigación que ha realizado Alfa, la capa de la mafia de la información y los delitos “blancos”, aunque sean más negros que sus zapatos, ya está toda organizada y lista para entregársela al fiscal.Solo está esperando que Gerard regrese a la oficina, luego de que llegara de sus vacaciones, y necesita que todo esté ordenado.Se le ocurre que falta lo más importante y no sabe si llamarla o no. Desde aquella
Dan se remueve, ve el teléfono y no puede evitar fruncir el ceño, porque Gerard solo lo puede llamar si es importante o una emergencia, pero esta vez son las dos cosas juntas.-Viejo… ¿Qué pasa? – le responde aún adormilado -.-Acorta la búsqueda de la chica… - le dice algo excitado y preocupado su amigo-, averigua si Luz trabajó en la empresa de Rafael.-¿Luz? – no puede evitar la sorpresa en su voz, el destino tendría que ser muy c@brón para hacerle algo así a su amigo, se sienta en la cama de inmediato -. Hermano… ¿no crees que el destino sería muy retorcido?-Mira, a estas alturas ya no me fío de nada. Solo averigua eso… no recuerdo si ella me contó cómo conoció a Rafael, si trabajó con él allí… Dan – Gerard hace una pausa y Dan sabe
La entrada del sol por aquella cortina que no cerró le daña los ojos y le recuerda que anoche bebió directo de la botella de tequila. Se levanta de mala gana, ve la hora y recuerda que quedó de llamar a Alfa…-¡Mierd@! – el improperio le sale de lo más profundo del alma, porque su mente le recuerda la llamada -.Busca el teléfono con desesperación, lo encuentra tirado al lado de la cama, busca el número de la chica y le marca, sin dejar de pasar la mano libre por el cabello alborotado.-Abbot… te dije que yo te llamaría…-Lo sé, lo sé… anoche hice el ridículo y lo peor es que debía pedirte algo acera de la investigación.-Mmm… ya veo. Dime.-La búsqueda de la chica, acórtala. Necesito saber si Luz Méndez trabajó con Rafael Williams antes de aqu
Matías, en una jugada arriesgada, aprovechó ese beso para esposar por la espalda a Alfa, dejándola entre divertida y sorprendida por el arrojo del oficial.-Con que esas tenemos, oficial Méndez…-Lo siento, pero si tus hombres no responden, tendrás que hacerlo tú.-¿Sabes lo tonto que te verás al entrar conmigo, detenida?-Me debes un mal rato – le dice muy cerca de su rostro, sin dejar de mirarla a los ojos -.-Creo que serán dos – la rodilla de Alfa impacta en la entrepierna de Matías sin aviso y lo último que ve antes de caer al suelo con sus manos allí, es la sonrisa de satisfacción de la mujer -.-Maldición – dice entre dientes -. No vi venir eso…-Conmigo nunca ves venir nada, querido… - deja caer las esposas frente a sus ojos y del oficial sale un gruñido -.
Alfa se pone de pie, se arregla la pechera y sale de la oficina como una tromba.-¡Y que no se te olvide quién es la jefa aquí! – camina con decisión a la zona de la cocina, porque ahora solo quiere asesinar a alguien y qué mejor que un pollo -.Mientras lo destroza con un cuchillo, llega alguien a su lado que la ve preocupado.-¿Te pasa algo, preciosa?-No me digas así, Gamma – responde sin mirarlo, porque ese cuchillo bien podría ir a su cabeza -. Soy tu jefa.-Pero antes que eso, eres mi amiga.-Aquí dentro, soy tu jefa, si los demás te escuchan decirme así, me van a faltar el respeto y no quiero más hombres metidos en el maletero de Díaz.-Supe que él es un buen candidato para ese lugar – le dice con una media sonrisa, que cree ella no ve, pero el reflejo en las baldosas de la pared le dan