Capítulo veintitrés
Pov Wade
¿Será que la embarré?
Todo lo que dije es falso. Sé que actué mal en decir muchas cosas de las cuales me arrepiento, pero no importa porque tanto como ella y yo estamos destrozados.
¿Por qué?
Prácticamente me rechazo, eso a mí y a mi lobo Yoshua nos destrozo, sentimos nuestro mundo venir abajo cuando nos dijo eso.
No soy sentimental, pero eso dolió.
Decidí dejarla tranquila, al menos por mi parte, solo observarla en secreto es lo único que hace que no duela tanto.
Debemos idear un plan para hacerle saber que estamos interesados.
¿Sí, pero qué?
No sé, ¿qué quiere una
Capítulo veinticuatroLe puse un chofer para que la llevara y trajera, tiene una casa regalada por mí, tiene mi atención, le compro comida, ropa, la pongo en uno de mis hoteles, tiene a la mejor guerrera de la manada, a un exelente maestro para el concurso, me tiene a mí, que más quiere para que se fije en mí.Siento a Natalia deslizarse por mi cuerpo y aunque su tacto es el de uno con deseo, no puedo evitar pensar que ella es la que me este haciendo esto.Cómo se movería, cómo lo haría, cómo empezaría, cómo me seduciría, cómo sería si su piel ardiente tocará la mía.Una y otra vez, arriba, abajo, dentro, fuera, sientiendo esas sensaciones de más, más y cada vez más de placer—Ah. Dios, Sara—siento que se detiene y abro los ojos encont
Capítulo veinticincoPov SaraDesde que llamé a Elizabeth, no para de enviarme mensajes para saber como estoy y si necesito ropa. Sinceramente ayer no pensé que lloraría tanto por celular hasta que se me ocurrió la gran idea de verla y aprovechar para que ella me trajera ropa.No andaré por la vida solo con ropa prestada.La cosa es que mi teléfono no deja de vibrar, todo el día desde que me levante hasta ahora aquí en Dhall Holding.Por cierto, ¿Dónde estará el malhumorado Ricky Ricón?Ayer se comportó de lo más raro conmigo y hoy pienso en él, ¿pero qué me está pasando? Trato de enfocarme en lo que dice el señor Santiago—Chicos lastimosamente paso un incidente y tenemos que reubicarlos, ahora sigan a la
Capítulo veintiséis¡Soy la mejor del grupo!Escribo mi calificación en grande y tapo el marcador, miro al profesor y este asiente en respuesta.Él lo sabía.Todas las miradas recaen en mí y no puedo evitar encogerme para hacerme invisible, no me gusta que la gente me observe tan detenidamente. Tomo asiento y sonrío, veo mi examen nuevamente y confirmo que todo está correcto a excepción de que solo me faltaban dos palabras para completar la oración en la pregunta del millón.—Chicos como ven Sara es la del puntaje más alto, ella pasará en limpió al igual que Paola y Estefan, seguido de Zelina con noventa y uno, Beny con noventa, Dayana con ochenta y ocho, Lea con ochenta y siete, Gregorio con ochenta y seis, Ariel con ochenta y cinco y Orlando con ochenta
Capítulo veintisieteSolo es una noche.Todo lo que tengo que hacer es trabajar una noche.Sinceramente esto a mi en particular me da miedo. El señor Alcibiades tomaba a morir y un borracho no es algo fácil de tratar, al menos no para mí.Cuando salí del lugar vi a las empleadas con pantalones negros, pero eso no fue lo que me llamo la atención, no, lo que me llamo la atención fue que todas usaban pantalón corto excepto una al fondo.Por mi torpe mente paso de todo menos ir a preguntar sobre su vestimenta, así que mande a Paola a cambio de unas clases de la supuestamente horrenda materia existencial. Cuando llegó me dijo que podía usar cualquiera de los dos, pero que estos tenían una regla.La cual nunca mencionó.Es inju
Capítulo veintiochoDejan sus cosas de belleza en las largas mesas de maquillaje y forman dos filas, me coloco en la de pantalones largos y la pelinegra con pantalón corto se posiciona en medio. Suspira—Bien chicas, hoy es un día atareado, el jefe está aquí así que el decide quien de ustedes lo atenderá—mueve sus manos de un lado a otro—aunque ya sabemos quien será, o sea yo—sonrío —también tendrán que cuidar a la nueva de que nadie la toque para no hacer perder personal valioso, los pantalones largos van al final y cortos al principio para que los hombres esten más adelante que atrás y sobre todo no se salgan del papel, acuerdense que los hombres llevan las manos pintadas aunque no se les vea, ahora a trabajar—en la misma columna que nos formamos salimos. La poca iluminación del lugar es un problema para enfocarme en la cantidad de silla
Capítulo veintinueve—Niña, te toca cambiarte de pantalón —¿eh? —así son las reglas. Te tocan, te cambias—abro mis ojos como platos—Ve a cambiarte.Esto no está bien, nada bien.Camino hasta llegar donde la morena. Gira su cuerpo en mi dirección y tapa su boca con las manos—Dios, creí que no te tocarían.—¿Ahora que hago? —me jorobo y cruzo mis brazos.—Debes cambiarte al pantalón corto, son reglas de aquí —menea su cabello —no te preocupes, te protegeré—me empuja directo al baño del personal autorizado —ahí puedes encontrar uno de tu talla—cierra la puerta antes de que pueda reprochar y suspiro resignada.Tomo el primero que veo y quito mi pantal&oacu
Capítulo treintaLo golpeó con todas mis fuerzas, pero este no se mueve ni un centímetro, me encierra con sus manos a cada lado de mi cabeza e inspira ondo, sus ojos brillosos no abandonan los míos y mi cara automáticamente toma un color rojo intenso.Desvío la mirada y coloco mis manos en su pecho—Suéltame, se supone que eres amigo de Elizabeth, no el mío.—Niña necia, ¿por qué no me dejas explicarte? ¿por qué te alejas de mí? cada vez que creo que doy un paso tu vienes y me demuestras lo contrario—su respiración es fuerte.Miro sus labios gruesos remojados —Tú eres alguien que me molesta todo el tiempo, además ¿qué se supone que estás haciendo?—No hago nada que no quiera.&nb
Capítulo treinta y unoPov WadeAquí estoy debatiendome entre si la fregue o no.¿Qué he hecho?Cuando me separé sus ojos estaban tan hermosos y luego cambiaron a temor puro. Sus lindos ojos. No me puedo culpar por sentirme atraído por ella, es inevitable, todo es perfecto: ojos, aroma, cuerpo.Cuando la besé por primera vez me sentí en el maldito paraíso donde revolotean cupidos y mariposas, me sentí por primera vez lleno a plenitud.Necesito su dosis de amor diaria.Tener que matar y degollar, ser frío y calculador cuando algo no me gusta, dar órdenes una y otra vez, cargar grandes negocios y empresas para que no se vayan al suelo es agotador. Por lo general cuando no la había encontrado todo era sencillo y ahora aquí en la comodi