Amaris parpadeo un par de veces cuando notó que Maena se alejaba de ella y volvía a sentir su cuerpo pesado.Enseguida, Dave la rodeó con sus brazos para ayudarla a incorporarse. Le sonrió al ver que recuperaba la lucidez en su mirada y notó que las comisuras de sus labios se curvaban en una leve sonrisa.'Gracias...' Murmuró Amaris mientras él se reía como respuesta y se inclinaba, dándole un beso en la frente.'Tienes que manejar mejor a tu loba'. Se oyó la voz temblorosa de Leopold desde el otro lado de la habitación.Amaris se tensó un poco al ver que Dave giraba la cabeza para mirarlo con advertencia.'No, no tiene que hacerlo. Así están perfectamente equilibradas. A pesar de lo que puedas pensar, no estoy interesado en quitarte la corona, «mi rey» Me basta con ver cómo se te escapa el poder de las manos. No seremos la causa del fin de tu reinado, ese honor lo tendrás tú mismo'. Le respondió Dave con un leve gruñido.En ese momento, Amaris se estremeció entre los brazos de Dave,
En cuanto volvieron a casa, Dave se empeñó en convencerla de que se relajara y la llevó al baño.Él le preparaba la bañera mientras ella elegía la ropa que se pondría después y, tan pronto como se sumergió en el agua, sintió los dedos firmes de Dave posarse sobre sus hombros y empezó a masajearle los músculos adoloridos de su espalda.Amaris soltó un suspiro mientras cerraba los ojos y apoyaba la cabeza en el borde de la bañera.'Oh, Dios mío. Se me acaba de venir algo a la mente...' Dijo de repente Amaris, intentando contener una carcajada. '¿Te imaginas a Jess como heredera al trono? ¿Dirigiendo el reino y representando a los alfa y luna en un cargo oficial con otras razas? Sería un desastre'.Dave soltó una risita maliciosa mientras le masajeaba los nudos de la espalda, haciendo un esfuerzo desesperado por ignorar la er*cción que sobresalía en su entrepierna.Amaris suspiró con pesadez e inclinó la cabeza hacia un lado, dejando al descubierto su marca y provocando que Dave abriera
Cuando Amaris le bajó lentamente la cremallera de los pantalones y la abrió, sus pantalones cayeron al suelo, haciendo que la expresión de Dave se tensara.'Amaris...''Shhh... Mi Alfa'. Dijo mientras le bajaba el bóxer. 'Quiero darte un poco de placer para que termines lo que empezaste'.Le pasó la mano por el m*embro y empezó a acariciarlo con un movimiento rítmico mientras él gruñía y volvía a inclinarse hacia delante, colocando su m*embro sobre el rostro de Amaris a medida que le devoraba el cuerpo con más energía.Sus caricias eran más bruscas e insistentes que antes, le mordisqueaba los pechos y se los chupaba con fiereza, mientras ella gemía de satisfacción.Sus dedos retomaron la tarea de acariciarle el cl*toris, pero esta vez no perdió el tiempo y le introdujo tres dedos, obteniendo un grito de placer mientras los introducía y los sacaba sin miramientos.Ella igualó la velocidad de sus embestidas con la de sus caricias, y la respiración de él se fue volviendo más agitada por
Cuando terminó de ducharse y cambiarse, a Dave se le ocurrió llevarla a ver las oficinas que había comprado. Amaris aceptó sin dudarlo. No tenía perder el tiempo lamentándose por sus pérdidas.Así quisiera o no, tenía que adaptarse rápido y seguir adelante.Ella tenía curiosidad por ver lo que él consideraba un buen entorno de trabajo para ella y, como la elección final sobre si crear o no una nueva empresa le había sido impuesta, también quería ver con qué disponía para trabajar.'Como creí que no te gustaría estar en el mismo edificio que yo por motivos de trabajo, y menos después de nuestra última conversación al respecto'. Dijo Dave con indiferencia mientras los conducía hacia su destino.Su expresión un tanto pensativa y su ceño fruncido le indicaron a Amaris que, por muy indiferente que sonara, le molestaba la idea de que no quisiera pasar con él las 24 horas del día.'No te lo tomes a pecho, Dave. Estaría encantada de tener mi propio despacho en tu edificio si fueses capaz de m
En el hospital.'¿Y bien?' Preguntó Amanda con insistencia, de pie en el pasillo, frente a la habitación privada de su hija.El especialista encargado del cuidado de su hija frunció el ceño y se aclaró la garganta antes de hablar. No me extraña que las parteras no quisieran ocuparse de ella, su arrogancia era agobiante.'Todo parece estar bien con el bebé, su alteza. Sin embargo no podemos precisar el origen de la sangre, ya que no había signos de hemorragia interna'. Dijo el médico con firmeza, mirando con desconfianza a Amanda por encima del hombro y hacia la habitación donde Jess estaba recostada en la cama.Frunció ligeramente el ceño al ver a Jess mirar el teléfono como si nada, esbozando una extraña sonrisa mientras se tapaba la boca con la mano y reía.'¿Está seguro? ¿No hay más pruebas que pueda hacer para comprobarlo?''Se lo aseguro, alteza, las imágenes obtenidas en la ecografía son muy claras. El bebé, y su hija, por lo visto, gozan de perfecto estado de salud. A excepción
'No hay redención posible para ti ahora, Jess. Si el aquelarre exige que seas desollada viva. Entonces, en lo que a mí respecta, pueden tomarse todo el tiempo del mundo para hacer lo que quieran contigo. Eres una decepción, una mald*ta vergüenza!' Amanda siseó venenosamente, mientras una sonrisa maliciosa se extendía por su rostro.'¿Qué está pasando? ¿Amanda?'Instantáneamente, el rostro de Amanda se congeló. Tras un momento de vacilación, se puso de pie, se alisó la ropa, plasmó una empalagosa sonrisa en su rostro y se volvió hacia el inesperado visitante.'Leopold, cariño, qué agradable sorpresa' ronroneó, su voz suave como la seda, mientras se enfrentaba a la expresión confundida de su esposo.'No hacía falta que vinieras hasta aquí, mi amor. Estábamos a punto de regresar a casa'. Amanda dijo dulcemente, mientras se acercaba presurosa hacia donde Leopold estaba parado, obviamente confundido.Ella le pasó las manos por el pecho y lo miró tímidamente, con una pequeña sonrisa coqueta
Mientras Dave le daba a Amaris un breve recorrido por el bloque de oficinas, ella no pudo evitar una sonrisa ante la emoción casi infantil que se reflejaba en el rostro de él, y la forma en que su pecho parecía hincharse, lleno de orgullo, mientras le mostraba cada habitación.Charló con entusiasmo sobre sus ideas para la disposición del espacio, y cuando Amaris protestó por el tamaño de su oficina, una sonrisa traviesa apareció en los labios de él, al tiempo que ella se sonrojaba furiosamente.'Por lo general no te quejas de que las cosas son demasiado grandes, mi Luna' susurró él acaloradamente, y se dirigió hacia ella con lentitud.Amaris soltó una risita, y sintió que sus mejillas se sonrojaban. Él la presionó contra una mampara de vidrio y trazó la parte superior de su cuerpo con las manos, exhalando lentamente.'Dave... compórtate...' Murmuró ella, con una tímida sonrisa en su rostro.'¿Por qué? Somos dueños de este edificio... podemos hacer lo que queramos, y nadie puede decir
Amaris se permitió llorar, pero solo un instante. A decir verdad, su padre no merecía sus lágrimas. Lloraba por su madre, y por la vida que nunca había podido tener con ella. La infancia feliz que le había sido arrebatada de manera tan dolorosa.No había duda en su mente de que algún día sería capaz de vengar la muerte de su madre, pero eso no sería ahora, y estaba impaciente por que se hiciera justicia.Amanda y Jess merecían responder por los crímenes de los que eran sospechosas, pero antes necesitaba pruebas sólidas, y por mucho que Minerva y su padre hubieran buscado respuestas, hasta ahora esa búsqueda solo había conducido a callejones sin salida.De mala gana, se apartó de la reconfortante seguridad de los brazos de Dave, y se preguntó por un instante en qué momento se había vuelto tan dependiente de él.Los ojos de él intentaron desesperadamente buscar los de ella, pero ella desvió la mirada. La decepción y el dolor en el rostro de Dave eran sencillamente demasiado para que Ama