Cuando terminó de ducharse y cambiarse, a Dave se le ocurrió llevarla a ver las oficinas que había comprado. Amaris aceptó sin dudarlo. No tenía perder el tiempo lamentándose por sus pérdidas.Así quisiera o no, tenía que adaptarse rápido y seguir adelante.Ella tenía curiosidad por ver lo que él consideraba un buen entorno de trabajo para ella y, como la elección final sobre si crear o no una nueva empresa le había sido impuesta, también quería ver con qué disponía para trabajar.'Como creí que no te gustaría estar en el mismo edificio que yo por motivos de trabajo, y menos después de nuestra última conversación al respecto'. Dijo Dave con indiferencia mientras los conducía hacia su destino.Su expresión un tanto pensativa y su ceño fruncido le indicaron a Amaris que, por muy indiferente que sonara, le molestaba la idea de que no quisiera pasar con él las 24 horas del día.'No te lo tomes a pecho, Dave. Estaría encantada de tener mi propio despacho en tu edificio si fueses capaz de m
En el hospital.'¿Y bien?' Preguntó Amanda con insistencia, de pie en el pasillo, frente a la habitación privada de su hija.El especialista encargado del cuidado de su hija frunció el ceño y se aclaró la garganta antes de hablar. No me extraña que las parteras no quisieran ocuparse de ella, su arrogancia era agobiante.'Todo parece estar bien con el bebé, su alteza. Sin embargo no podemos precisar el origen de la sangre, ya que no había signos de hemorragia interna'. Dijo el médico con firmeza, mirando con desconfianza a Amanda por encima del hombro y hacia la habitación donde Jess estaba recostada en la cama.Frunció ligeramente el ceño al ver a Jess mirar el teléfono como si nada, esbozando una extraña sonrisa mientras se tapaba la boca con la mano y reía.'¿Está seguro? ¿No hay más pruebas que pueda hacer para comprobarlo?''Se lo aseguro, alteza, las imágenes obtenidas en la ecografía son muy claras. El bebé, y su hija, por lo visto, gozan de perfecto estado de salud. A excepción
'No hay redención posible para ti ahora, Jess. Si el aquelarre exige que seas desollada viva. Entonces, en lo que a mí respecta, pueden tomarse todo el tiempo del mundo para hacer lo que quieran contigo. Eres una decepción, una mald*ta vergüenza!' Amanda siseó venenosamente, mientras una sonrisa maliciosa se extendía por su rostro.'¿Qué está pasando? ¿Amanda?'Instantáneamente, el rostro de Amanda se congeló. Tras un momento de vacilación, se puso de pie, se alisó la ropa, plasmó una empalagosa sonrisa en su rostro y se volvió hacia el inesperado visitante.'Leopold, cariño, qué agradable sorpresa' ronroneó, su voz suave como la seda, mientras se enfrentaba a la expresión confundida de su esposo.'No hacía falta que vinieras hasta aquí, mi amor. Estábamos a punto de regresar a casa'. Amanda dijo dulcemente, mientras se acercaba presurosa hacia donde Leopold estaba parado, obviamente confundido.Ella le pasó las manos por el pecho y lo miró tímidamente, con una pequeña sonrisa coqueta
Mientras Dave le daba a Amaris un breve recorrido por el bloque de oficinas, ella no pudo evitar una sonrisa ante la emoción casi infantil que se reflejaba en el rostro de él, y la forma en que su pecho parecía hincharse, lleno de orgullo, mientras le mostraba cada habitación.Charló con entusiasmo sobre sus ideas para la disposición del espacio, y cuando Amaris protestó por el tamaño de su oficina, una sonrisa traviesa apareció en los labios de él, al tiempo que ella se sonrojaba furiosamente.'Por lo general no te quejas de que las cosas son demasiado grandes, mi Luna' susurró él acaloradamente, y se dirigió hacia ella con lentitud.Amaris soltó una risita, y sintió que sus mejillas se sonrojaban. Él la presionó contra una mampara de vidrio y trazó la parte superior de su cuerpo con las manos, exhalando lentamente.'Dave... compórtate...' Murmuró ella, con una tímida sonrisa en su rostro.'¿Por qué? Somos dueños de este edificio... podemos hacer lo que queramos, y nadie puede decir
Amaris se permitió llorar, pero solo un instante. A decir verdad, su padre no merecía sus lágrimas. Lloraba por su madre, y por la vida que nunca había podido tener con ella. La infancia feliz que le había sido arrebatada de manera tan dolorosa.No había duda en su mente de que algún día sería capaz de vengar la muerte de su madre, pero eso no sería ahora, y estaba impaciente por que se hiciera justicia.Amanda y Jess merecían responder por los crímenes de los que eran sospechosas, pero antes necesitaba pruebas sólidas, y por mucho que Minerva y su padre hubieran buscado respuestas, hasta ahora esa búsqueda solo había conducido a callejones sin salida.De mala gana, se apartó de la reconfortante seguridad de los brazos de Dave, y se preguntó por un instante en qué momento se había vuelto tan dependiente de él.Los ojos de él intentaron desesperadamente buscar los de ella, pero ella desvió la mirada. La decepción y el dolor en el rostro de Dave eran sencillamente demasiado para que Ama
'¡Un momento, Eva!, ¿qué quieres decir?' Amaris sacudió la cabeza con incredulidad mientras se apartaba del panel de cristal contra el que Dave la había presionado hacía unos instantes. 'Bueno, supe que algo no iba bien en cuanto empezó todo esto. No tenían nada que hacer allí, así que cuando todos se fueron y nos pusimos a limpiar, los guardias que Alfa Nocturne dejó aquí para ti se ofrecieron a ayudarme. Por cierto, Matteus es encantador, ya sabes, la gran bola de pelo enfurruñada'. Amaris soltó una risita ante la mirada incrédula de Dave, que replicó en voz baja: '¿Gran bola de pelo enfurruñada?!' Al mismo tiempo hizo un elaborado gesto con la mano. 'Sí, ¡prosigue!', respondió Amaris pacientemente. Ella ya estaba acostumbrada a la forma elaborada que tenía Eva de narrar los acontecimientos y, de hecho, le resultaba bastante entrañable. A veces, sentarse a tomar un café y ponerse al día con las anécdotas de su vida social resultaban ser un c
Amaris y Dave se dirigieron a la entrada del edificio para esperar a Eva y Matteus.Cuando la joven miró hacia atrás por encima del hombro, seguía sin creerse que aquel edificio fuera suyo.No estaba muy segura de cómo iba a llenar todas las plantas, ya que su personal era reducido, pero al menos ahora tenía margen para expandirse y plantearse otras vías que explorar. Siempre había tenido una mentalidad emprendedora, y Dave no hacía más que animarla a explorar todas las posibilidades.'Vas a tener que pensar en un nombre para la empresa, ¿sabes?', dijo Dave con una sonrisa socarrona. 'Sería mejor que pensaras primero en un nombre corporativo para que, cuando te expandas a otras áreas, puedan figurar bajo el mismo emblema'.Amaris asintió pensativa mientras entrecerraba los ojos ante la deslumbrante vista del edificio. Al fin y al cabo, era lo bastante grande como pa
Eva, horrorizada, jadeó y se tapó la boca.'Pero... ¡Eso es terrible! Amaris, ¡tienes que hacer algo! Tienes que...''Eva, tienes que confiar en mí y en que sé lo que hago. Necesito que hagas todo lo que te diga en el momento que te lo indique. Por ahora, permanecemos en silencio. Ni una palabra a nadie. ¿Entendido?', dijo Amaris con expresión seria.Eva asintió furiosa.'¡Por supuesto! Haré una copia ahora y me iré a casa, señorita Anderson'.Dave gruñó de repente y frunció el ceño hacia Eva, haciendo que esta diera un violento respingo y se le fuera el color de la cara.'¡No vuelvas a llamarla así! Ya no es Amaris Anderson, y no lo ha sido durante mucho tiempo. Es mi esposa y Luna de la Manada de la Luna Oscura, y como tal, la llamarás Señora Nocturne'.A medida que se acercaba el día