Enzo sigue con su mano sobre mi boca y no parece dispuesto a liberarme. Me aprieta contra su cuerpo en ese pequeño espacio que parece ser un almacén. Está tan cerca que siento el calor de su cuerpo, tan solo de tenerlo así, ya me hace sudar.Como no lo veo dispuesto a soltar la mano de su boca, le doy una lamida que hace que él ponga cara de asco y la aparte.—¡Agh! ¡Eres como una pequeña bestia!—¡Ja! Mira quién lo dice —ataco—, ¿qué estás haciendo aquí?—Necesitaba asegurarme de que estuvieses a salvo.El hecho de que diga eso me hace temblar las piernas. ¿Por qué me importa lo que él sienta?—Curioso, cuando has sido tú en primer lugar el que me ha puesto en peligro.—¡¿Yo?! Te dije que te mantuvieras alejada, ahora por tu culpa tengo un Alfa y dos Betas sueltos en el bosque de Numore.—¿Sueltos? ¿Cómo que sueltos?—Cuando volvimos a tu trampa, ya no estaban.Siento que la sangre abandona mi cuerpo y me pongo pálida. Si han logrado escapar, entonces mis amigos están en serios prob
Enzo Cada vez me cuesta más obligarme a estar lejos de ella. A cada hora lucho contra el instinto dentro de mí que me dice que tengo que realizar el ritual del vínculo lo más pronto posible, o empezaré a ver las consecuencias de negarlo. Doy pasos agigantados para poner la mayor distancia entre el hospital y Cyrene. Todavía tengo el dulce aroma de su piel grabado en mi nariz, como un embriagador perfume que me vuelve loco. Anoche las cosas no habían salido demasiado bien. Acabe con gran parte de la manada, sí, pero todavía quedaron los tres más importantes, y lo peor de todo, es que habían escapado… Aún no me explico cómo. Cuando volvimos al lugar de la trampa después de que se escaparon los cazadores; o más bien, que los dejé ir; las sogas se encontraban cortadas, como si de un zarpazo se hubiesen liberado. Y no había rastro de ellos por ninguna parte. Me adentro en el bosque a toda velocidad, necesito llegar hasta mi manada y asegurarme de que estén a salvo. Sé que al menos los
Media hora se demora la policía en devolverme mis pertenencias, pero cuando al fin tengo la moto en mis manos me siento aliviada.Vincent se fue en su camioneta a llevar al muchacho que ayudó a sacar de la cárcel, me dio la dirección de una cafetería en la plaza del pueblo, y me pidió que lo viese allá cuando terminara.Acepté su invitación de tomar un café y conversar, sin embargo, ahora no estoy tan segura de haber hecho lo correcto. Él parece un buen chico, es guapo y atento, y me ha ayudado desde el minuto uno en que lo conocí, pero hay una pequeña voz en mi interior que susurra que debería estar viendo a Enzo en lugar de a otro.Debo estar completamente loca, ¿cómo puedo considerar ver a Enzo en lugar de a otro humano?Vincent es el tipo de chicos que me han gustado desde siempre, el único problema, es que para un cazador, hacer lazos con alguien ajeno a la verdad acerca de lo sobrenatural, es bastante complicado; por decirlo de forma simplificada.Subo a mi moto y luego de coloc
EnzoSé que no estoy pensando demasiado bien las cosas. Llevar secuestrada una vez más a Cyrene a mi guarida no es exactamente el mejor plan del mundo, pero ya no sé qué más hacer. La situación me tiene desesperado. Necesito salvar a Duko y a Kurt; la manada y yo somos la única familia que tienen, ¿qué clase de líder sería si les doy la espalda o los dejo morir sin al menos intentarlo?Esta vez al menos me aseguro de que ella no pueda encontrar la ubicación.Conseguir la camioneta en tiempo récord no fue un problema, tampoco llevar a los tres cazadores a la casa, el problema fue verla a ella con ese hombre.Nunca lo había visto antes en el pueblo, aunque tampoco puedo presumir de que me paseo mucho por ahí. El pequeño espectáculo que hice en la cafetería me habrá servido para no volver a mostrar mi cara por el lugar en un par de semanas.Se supone que no debería llamar la atención, sin embargo, Cyrene me descoloca. Hace que mi lado salvaje e impulsivo salga con más frecuencia que ante
Desde que conocí a Enzo mi vida solo se ha convertido en un espiral de locura tras locura. Cuando creo haber hecho algo bien, todo se transforma en un desastre.Debí asegurarme de que los lobos estaban muertos, debí dejar a Hailey al cuidado de alguien en el hospital en lugar de distraerme con los ojos bonitos de Vincent.Ahora estoy encerrada en esta casa en algún lugar del bosque con once hombres lobo que podrían matarme en un segundo. No importa que falten dos semanas para la luna llena. Ellos siguen siendo más y más poderosos que yo. En especial cuando no tengo ningún arma con la que defenderme.Me acerco a él con los ojos llorosos. No me gusta demostrarle debilidad, no quiero tener que deberle nada, pero no sé con qué me estoy enfrentando. No se me olvida que el Alfa y los Beta también se escaparon, y ahora mismo todo en lo que puedo pensar es en Hailey.—Enzo, por favor, déjame ir, tengo que ir a salvarla. Ella es mi mejor amiga en todo el mundo. No puedo perderla.—No —responde
EnzoLlevamos toda la tarde andando por el bosque en busca de esa cabaña. Saber que tengo a mi lado a un despreciable cazador, que no dudaría en matarme si tuviese las armas, me pone alerta hasta límites insospechados.No me gusta su actitud prepotente, ni esa mirada de que tiene algún as bajo la manga que usará en cualquier momento para clavarme el puñal por la espalda.La luz nos abandona poco a poco, debajo de esta arboleda tan espesa que casi nunca deja pasar los rayos del sol; y, además, con el cielo siempre nublado; para las cuatro de la tarde, la visibilidad es casi nula, sin embargo, eso no es problema para mí. Tengo una visión superior a la de los humanos.Veo que Sam está a punto de tropezarse con una rama. Estoy tentado a dejarlo caer, pero a último momento, me arrepiento.Lo sujeto del brazo antes de que resbale y se dé de bruces contra las pequeñas rocas.—¿Qué haces? No necesito de tu ayuda —asegura sacudiéndose de mi agarre.—Está bien, la próxima vez dejaré que te romp
Enzo Lo primero que siento es un frío intenso que se apodera de mi cuerpo sin que lo pueda detener. La bala envenenada con acónito se esparce de prisa por mi sangre, infectándome con una lentitud digna de una tortura. Sam se queda un poco estupefacto sin apartar la vista de mí. Al parecer en algún momento que no alcancé a ver, Hailey había quedado inconsciente. Pues está tendida en el suelo y no se mueve. Intento no demostrar que estoy sufriendo un dolor agonizante, sin embargo, me es un poco difícil ignorar el hecho de que, si este cazador le ha dicho la verdad al Omega, moriré aquí esta noche. El dolor no me deja ponerme de pie, comienzo a agonizar bastante rápido. Termino de caer al suelo de costado, ante la mirada inerte de Sam. Al principio da un paso hacia atrás, recoge a Hailey y se la pone en brazos como un costal. Pienso que me dejará ahí, pero para mi sorpresa, se acerca. —Aunque no me guste reconocerlo, me has salvado la vida, a pesar de que yo iba a abandonarte. Solo p
—¿De verdad?El tono de incredulidad de Enzo me causa un poco de gracia.Comprendo que para él sea algo increíble, pero yo he tenido un montón de tiempo para pensarlo detenidamente mientras estuve cautiva en esta casa.Empezando por el hecho de que la angustia que sentí mientras estaba lejos de mí y no sabía lo que le sucedería fue horrible. La necesidad que tenía por ir corriendo a buscarlo, advertirle lo de Sam, o por lo menos asegurarme de que estaba bien, fue demasiado difícil de combatir.Quise negarlo al principio, pero entre más pasaba el tiempo, más me daba cuenta de lo obvio.Enzo y yo tenemos un lazo que nos une. Uno que hace que nos preocupemos por el otro, aunque no queramos.No estoy segura de si lo que siento por él es amor. Dudo enormemente que se trate de eso, pues a penas y lo conozco, no puedo sentir algo tan grande por él.Tampoco entiendo cómo es que funciona esto de ser su luna. No soy una loba, solo soy una simple humana que se vio envuelta en lo sobrenatural des