Me despierto en medio de la cama de Enzo. No sé en qué momento de la noche me quedé dormida, seguramente después de haber bebido mi octava copa de vino. La manada había hecho una celebración por la unión de nuestro lazo hasta bien entrada la madrugada. Fue extraño, sentir que había familiaridad con ellos, cuando al mismo tiempo hacía poco había querido cazarlos. Todavía mis instintos de cazadora me dicen que debo cuidarme; en especial de Alarick, pero he dejado de sentirme tan a la defensiva al lado de los demás. Enzo no está por ninguna parte, por un segundo me quedo paralizada al pensar que quizá él y yo hicimos algo anoche, sin embargo, el vestido todavía sigue intacto sobre mi cuerpo, y no me siento diferente. Me siento en la cama justo cuando la puerta se abre frente a mí. El Alfa viene entrando con una bandeja de comida para mí. —Buenos días —saluda con una sonrisa. —¿Qué pasó anoche? —Te quedaste dormida así que te traje a la habitación. —¿Y nada más? Enzo sonríe de medi
EnzoIntento controlar los espasmos de temblor que tienen mis manos, en un vano esfuerzo por tranquilizarme. No puede ser que ese sueño haya sido realidad, no quiero creer que yo he vuelto a ser el monstruo que he mantenido a raya dentro de mí desde hace más de diez años.Tengo que dejar a Cyrene sola en la casa, aunque no es lo que deseo.Ahora que es mi luna, me siento más poderoso, más ágil y rápido, pero todo eso, lejos de hacerme sentir bien, me preocupa.No entiendo qué es lo que sucede conmigo. Esos sueños extraños los he mantenido en secreto, solo para mí mismo, pues no quiero tampoco preocupar a la manada. Además, tampoco creí que fuesen algo real. Es que nada de esto tiene sentido.Lo más lógico es que haya sido la manada de Alex. Lo están haciendo por venganza, eso es seguro.Sin embargo, no se me olvida que también llegué a soñar con ellos.Sacudo la cabeza para desechar esos pensamientos de mi mente. Todo eso no fue más que un sueño, al igual que lo de esta familia.Me de
Me parece increíble cómo soy capaz de sentir a Enzo cerca de mí, incluso cuando no lo tengo en mi campo de visión. Sabía que el entraría por la puerta en cualquier momento. Soy capaz de percibir su estado de ánimo, parece angustiado, y… ¿molesto? No puedo decirlo con exactitud porque no sabría decir el motivo.Sin embargo, yo sí que estoy molesta. Encontrarme a Hailey herida y convaleciente junto a Vincent, también herido y asustado por el ataque de un hombre lobo, no es precisamente lo que esperaba cuando salí a buscarlos. Mucho menos me esperé encontrar a Sam muerto.Hailey no pudo decirme demasiado porque Vincent se ha negado a separarse de nosotras en todo el camino de vuelta al hotel, sin embargo, no necesito todos los detalles, porque cuando llegamos a la habitación de Sam, la encontramos hecha un desastre. Al final el malnacido sí tenía un antídoto, y estoy segura de que Enzo lo mató para sacárselo.La puerta de la habitación se abre de improvisto. No puedo evitar dar un respin
Vincent se fue luego después de una hora. Me parece que quedó mucho más confundido que antes, creo que le he creado un nuevo miedo que antes no tenía, pero no puedo hacer nada más por él.Hailey se ve mucho mejor ahora que se ha bañado, su semblante está más tranquilo, aunque sé que está perturbada por lo que sucedió con Sam. La verdad es que su cuerpo quedó irreconocible.Me asomo por la ventana mientras miro como cae la noche. El viento ha comenzado a cambiar y ahora hace más frío que antes. Dentro de mí, desearía ver de nuevo a Enzo, como si algo clamara por tenerlo cerca.—Hailey, ¿puedes hablar ahora?Su mirada perdida, como si estuviese en shock, me deja claro que no está tan bien del todo.—Eso creo.—¿Qué sucedió realmente ese día?—No lo recuerdo con exactitud, estaba en el hospital y de un momento a otro ese hombre entró fingiendo ser un médico y me atacó. Cuando desperté estaba en esa horrible cabaña.—¿Qué pasó luego? Cuando Enzo y Sam fueron.—Cayeron en la trampa del Ome
EnzoNo importa cuan lejos esté de ella, si necesita de mi ayuda, voy a sentir su miedo y acudiré a su llamado. Escuchar su grito de terror me pone en alerta. Por fortuna no estoy tan lejos de donde ella se encuentra.—Alfa, ¿qué fue eso? —pregunta Conri, que está a mi lado.—Es ella —digo poniéndome tenso—, corre, busca al resto de la manada, yo me adelantaré.—Como ordene, Alfa.Sale disparado en la dirección opuesta al grito, mientras yo corro como un desquiciado a su encuentro.Cyrene me había echado una vez más, rechazando nuestro lazo. Cuando no nos habíamos unido, aquello no me habría dolido tanto, sin embargo ahora, la agonía pulsante en mi interior me grita que debo recuperarla.Acelero el paso andando en cuatro patas hasta que consigo acercarme lo suficiente a ella. Lo sé porque sus emociones están a flor de piel, la sensación de que está a punto de morir me desespera.En el ambiente puedo olfatear a su amiga Hailey, pero, además, hay otra cosa.Mi corazón retumba dentro de
—Por favor, no te duermas —escucho la voz de Enzo a lo lejos.Intento responderle, pero ni mi cuerpo, ni mi cerebro son capaces de hacerlo. Ya no siento los dedos de mis pies, solo los espasmos que me produce el frío azotando mi piel.Enzo me deja sobre el suelo helado. No sé cuanto tiempo pasa, lo siguiente que siento son sus brazos rodeando mi cuerpo, y un ligero calor chispeante a mi lado. Debe ser fuego.—Estarás bien, descuida. Yo te cuidaré —susurra en mi oído.Le contesto que tengo frío, o al menos creo haberlo hecho, no estoy segura de haber despegado bien mis labios. Su calor poco a poco me hace volver a la vida, sin embargo, el frío intenso de la noche no me deja en paz.Cierro los ojos del todo y me quedo así, sumida en un sueño que no lo es del todo. Soy consciente de que caímos al agua helada, y de que mi amiga estaba desangrándose desde lo alto de un árbol. Quisiera poder ponerme de pie e ir a buscarla ya mismo, mas, sé que eso es imposible ahora.Hailey ya debe estar mu
EnzoA decir verdad, no imaginé que esta noche acabaría así. No era consciente de las ganas que tenía de poseer a Cyrene, hacerla mía en todo sentido, hasta el momento en que mis labios tocaron los suyos y simplemente, mi lado animal desató toda esa necesidad contenida hasta ahora.Su cuerpo delicado y pequeño está debajo del mío y aunque sé que este no es el momento más adecuado, no quiero parar; y lo mejor de todo, es que ella tampoco.Deslizo mis manos por sus caderas mientras comienzo a subir su blusa. Puedo sentir cada pulsación acelerada de su corazón, que va errático a medida que me acerco a zonas prohibidas.Cyrene deja escapar un gemido suave entre mis labios y eso solo hace que pierda más el control, la deseo debajo de mí, sin ninguna tela que estorbe el tacto de nuestra piel. Quiero que ella sea mía para siempre.Beso su boca con mayor intensidad, entrelazo su lengua con la mía en una danza llena de frenesí, saboreo cada milímetro de sus labios dulces y me dedico a guardar
Enzo se quedó a mi lado todo el resto de la mañana. No sabía lo cansada que estaba hasta que mis ojos se cerraron sin que pudiera hacer nada al respecto. Cuando me vuelvo a despertar, él ya no está a mi lado.A mi memoria vuelven los recuerdos de todo lo que pasó la noche anterior. Esa criatura, la caída al río, y luego… Mis mejillas se encienden una vez más cuando recuerdo el roce de sus dedos sobre mi piel.No puedo creer que haya cedido a estar con él de esa manera. Hace unas cuantas semanas, algo así hubiese sido impensable en mí, pero ahora no me desagrada para nada la idea de pertenecerle en todos los sentidos.Enzo es un hombre maravilloso y es mi Alfa. No comprendo cómo, pero lo siento así, a pesar de que no soy como él.Sin embargo, ese momento de pequeña felicidad queda opacado con todo lo demás que está sucediendo. Creí que Hailey estaba muriendo, aunque bien podría ser lo mismo, porque convertirse en una mujer loba no es precisamente lo que ella quiere para su vida.La con