Luna estuvo quieta mientras Klaus la depositaba sobre la manta en el suelo de la casa de campaña. No era nada cómoda, era pequeña y olía extraño mas no protestó, no era el momento ni tampoco tenía la intención de quedarse mucho tiempo allí adentro. Klaus se arrodilló delante de ella y pasó sus dedos por sus mejillas.

-Debes estar realmente asustada- la expresión de él era extraña- Aquella vez que vi a Lord en tu casa realmente pensé muchas cosas, pero sobre todo que él te estaba manipulando y haciendo que tú le obedecieras- su pulgar recorrió el labio inferior de la mujer- él es lo suficientemente fuerte para eso.

Luna apretó los labios para no soltar una estupidez y arruinar todo, no era el mejor momento. Inclinó la cabeza y puso rostro de lástima, aunque lo que diría era todo lo contrario a lo que estaba en su corazón.

-Yo… realmente pasé miedo. Lord… ese alfa es muy intimidante- bajó la mirada- Sentía que me controlaba con sus feromonas.

Klaus se acercó a ella y la abrazó contra su