Luna caminaban dando miles de vueltas en la habitación sin tener información alguna sobre la situación de Lord. La noche ya estaba cayendo y simplemente le habían llevado comido pero el guardia no le había respondido ninguna de sus preguntas y ya ella se estaba desesperando.Necesitaba saber cómo estaba él, después de todo no lo había dejado en su mejor estado.Se dejó caer en la cama de la habitación a la que había sido llevada mordiéndose el pulgar. La marca en su cuello había estado latiendo durante todo el día, a veces de una forma insoportable, otras muy caliente, a veces se calmaba como ahora, pero él área estaba roja e inflamada.Su corazón latía en su pecho ahogado de la angustia y solo quería, deseaba al menos saber si él estaba bien.Por suerte una hora después por la puerta entró Senas con el rostro agotado y algo pálido. Ella se levantó y caminó rápido hacia él.-¿Cómo está Lord?- le preguntó hablando muy rápido tanto que él lobo se tuvo que tomar unos segundos para analiz
Ah, corría como loco, pero no la encontraba. Necesitaba tenerla con él. Abrazarla, tocarla, follarla, hacerla gritar hasta que se quedara sin voz, morderla, devorarl… Lord se detuvo en seco, con las patas temblorosas y fuertes jadeos de su boca en nubes de humo en medio de la noche.Sobre él se vertía la luz de la luna llena aumentando más su malestar. No había parte de su cuerpo que no palpitara. Sobre todo su vientre bajo. Sus genitales ardían queriendo aparearse, pero con quien debía hacerlo no estaba por todo aquello.Y se estaba volviendo loco.LunaLunaLunaLa llamaba y ella no respondía. Tampoco podía sentir su olor por ningún lado. En medio de su locura los sentimientos que había sentido aquella vez que se la habían arrebatada de su lado lo invadieron y alzó la cabeza soltando un aullido de desesperación.¿Dónde estaba?Hasta hace poco estaba con él. La había salvado, la había llevado a su manada. Entonces… por qué no estaba a su lado. Devuélvanle a su mate. A su pareja. A la
Luna lo miró por encima del hombro con la ceja alzada. Y después entrecerró los ojos.-¿Tú… acaso te estás burlando de mí?- la mujer le preguntó. Senas le había dicho que Lord no tenía conciencia ninguna porque estaba en celo. Entonces cómo era posible que estuviese tan…Lord lamió su nuca nuevamente y le hizo gemir. Su cuerpo lentamente se estaba volviendo sensible sobre todo por las feromonas del alfa que se vertían sobre su cuerpo. Con la segunda lamida sobre su piel sintió que perdía parte de su fuerza y se dejaba caer completamente sobre el lecho de hojas debajo de sí y corría el rostro a un lado dejando su nuca completamente descubierta donde descansaba la marca de unión.Gimió cuando él se aferró a esa zona lamiendo una y otra vez. Había alivio haciendo que doliera menos y que estuviese tan caliente al punto de marearla y a la vez la estremecía. Para cuando el alfa alzó la cabeza Luna estaba con los ojos aguados, la boca levemente abierta soltando jadeos y temblando de la excit
Ah, esto era mejor de lo que había imaginado. Sus cuerpos estaban casi sincronizados, calientes, húmedos. Las grandes manos de su pareja la recorrían de arriba abajo relajando su cuerpo y preparándolo para la penetración por primera vez y dada la diferencia de tamaño no sería un proceso fácil, aun cuando la lengua del lobo había dilatado sus paredes vaginales. Lo más difícil sería su nudo y lo que menos deseaba Lord era hacerle daño.El alfa se incorporó sobre sus brazos para mirar a la mujer debajo de él mientras movía su cadera entre los muslos de ella dejando que su pene recorriera los labios húmedos de su sexo separándolos y rozando el punto hinchado entre ellos, haciendo que Luna soltara aun gemido agudo y se estremeciera debajo de él. Sus piernas envueltas alrededor de la cadera masculina lo apretaron más contra ella. Como si no tuviera suficiente y él sonrió al sentirla tan necesitada. Eso era lo que quería de su mate.Envistió varias veces más, como si estuvieran teniendo sexo
El alfa jadeaba con el cuerpo sumamente tenso y con una capa de humedad sobre su piel. Su cadera dolía queriendo moverse, pero no podía hacerlo, no cuando su miembro había roto a la mitad el estrecho canal entre los dos labios ahora rojos e inflamados. Y no podía creer lo realmente apretado que estaba su interior, tendría que follar varias veces su agujero hasta que se adaptara a su forma y no fuera tan incómodo para Luna. Al menos al estar húmeda tanto por su saliva como por su lubricación natural le era un poco más fácil.Extendió su mano y le acunó la mejilla a su pareja que tenía los ojos apretados intentando adaptarse a lo que taladraba su cuerpo.-¿Te duele mucho?- su voz salió realmente ronca.Luna tragó en seco y asintió levemente. Tomó algunos respiros suaves y giró su rostro, abriendo sus ojos y mirándolo con los ojos empapados en lágrimas.-Pero quiero que te muevas- le sonrió, si lo haces se pasará el dolor.El pecho del lobo se apretó y se inclinó para buscar sus labios y
Si, se sentía diferente.Luna jadeaba envuelta en los brazos de Lord desde no sabía cuándo. En algún momento había perdido el conocimiento, quizás desde que el nudo comenzó a llenarla en su interior, y este se abrió de una forma extraña, un poco dolorosa, pero a la vez demasiado placentera.Ahora su cuerpo entero latía y podía olerla más fuerte que antes. El olor de su pareja y sentirlo de una forma que antes no podía. Se removió un poco y jadeó.-No te muevas así- un beso cayó sobre su hombro desde atrás.Estaba acostada de lado contra el cuerpo del alfa y su cadera apretaba contra él debido a que el nudo aún no había bajado. Ahora comprendía porque su vientre se sentía endemoniadamente lleno.Otro beso cayó sobre su hombro y fue un trillo hasta su nuca que lamió sacándole otros gemidos, la zona estaba muy sensible, aunque no dolía.-¿Cómo te sientes?- había un deje de felicidad en la voz del Lord, incluso Luna podría sentirlo y hasta olerlo.-Extraña- respondió ella dejándose llevar
Luna se miró delante del espejo. El traje largo y sencillo de color rojo cubría su cuerpo ajustándose a sus curvas destacando su cabello rizado y corto alrededor de su rostro, sin embargo, no era eso en lo que ella estaba centrada. Sus manos pasaron por encima de su vientre y después de unos días y ciertas comprobaciones estaba segura. Esperaba que no fuera mucho susto para su pareja sobre todo en un día tan cargado de adrenalina como aquel. -Luna- una loba entró a la habitación- ya es hora. Esta le hizo una reverencia mientras Luna pasaba por su lado con una leve sonrisa y afuera de la casa había dos lobas que la llevaron por el camino indicado al lugar donde se haría la ceremonia. Era cruzando la manada en una zona abierta llena de arbustos de anturio con sus flores rojas que representan la fertilidad en las parejas, algo sumamente importante para los lobos. Los lobos estaban dispuestos algunos en su forma anima, otros transformados a cada lado de un camino de hojas secas puestas
Lord, alfa de la Manada Luna abrió la boca soltando un leve jadeo. La sangre se escurría por sus colmillos y manchaba la nieve debajo de sus patas. A su lado el cuerpo de su presa se hallaba ya sin vida. Su pecho se infló de satisfacción. Definitivamente era el mejor de su manada. No por gusto era el alfa. No importaba el tamaño del animal que se le enfrentase, no eran rival para él.Se sacudió quitando la nieve espesa de su espeso pelaje marrón. Acto seguido alzó la cabeza y aulló. No pasaron muchos minutos para que tres lobos aparecieron en su rango de visión, al detenerse eran más pequeños que él en tamaño más no es corpulencia. Lord se había encargado de un estricto programa de entrenamiento para todos los miembros de su manada.Sus terrenos eran amplios y el ataque de invasores era inminente, cada integrante debía ser capaz de protegerse con facilidad, incluido los cachorros.-Alfa- Senas, su beta de detuvo haciendo una inclinación con la cabeza.-Llévenselo- ordenó Lord con voz