Lord abrió su boca soltando el cuello del humano al que le había arrebatado la vida de la forma que se merecía. Había herido casi de muerte a uno de los suyos. Jadeó con fuerza y todo su cuerpo se estremeció ante la ola de dolor que lo recorrió debido a las varias heridas de bala en su cuerpo. Solo su genética había ayudado a que no colapsara, pero aun así sintió el cuerpo también herido de Senas a su lado a modo de apoyo cuando se tambaleó.

No era el dolor lo que le estaba afectando. Era la pérdida de sangre ante tantas heridas aun cuando estas habían cerrado. Sin embargo y lejos de todo ello, lo que más lo tenía incómodo era aquella sensación. Sentía su enlace vacilante y un estrés que lo desconcentraba.

-Luna, dónde está mi mate- jadeó tras una fuerte oleada de mareo que casi hacía flaquear sus patas, pero se mantuvo firme. No podía verse débil, no cuando su manada estaba presente. Al menos habían logrado deshacerse de los cazadores que habían atacado.

-Ella está en el pueblo junto