Selena cortaba y dejaba sobre un plato los pedazos de carne que le daría de comer al lobo esa noche. Estaba nerviosa. Sus ojos no podían dejar de ver el pomo delante de ella, como a la vez escuchar los pasos del animal recorriendo toda la casa. Se había negado a estar dentro del cuarto y haría recorría cada rincón del pequeño apartamento, oliendo y restregándose contra todo. Hasta lo había visto subirse al sofá.Ella no sabía si decirle algo. Este animal era tan complicado de comprender que se estaba rompiendo la cabeza. Sin embargo, tomaría medidas. Debía saber que era.Por lo que agarró el pomo y vertió con cuidado tres gotas de su contenido sobre el alimento. No lo haría dormir por mucho tiempo, pero si el suficiente para poderlo amarrar en caso que el tuviera otras intenciones. Aunque para ese momento no sabía. EL lobo no la había atacado en ningún momento, más bien, era demasiado meloso.Eso sí, lo había visto husmear en su ropa, sobre todo la interior y había tenido que arrancar
Lord se separó ligeramente del cuerpo que temblaba debajo de él para admirar en medio de la oscuridad, con sus orbes relucientes las marcas que había dejado en todo el cuello de la mujer y que ahora se extendían desde allí hasta su clavícula y terminaban en uno de los pechos que acababa de soltar. Se relamió el hilo de saliva que unía su lengua con la piel enrojecida. Se sentía orgulloso de su trabajo, así debía estar siempre la piel de su compañera.Aun así, no bajaba la molestia en su interior. Ella había osado drogarlo y amarrarlo. Le había puesto un maldito bozal como si él fuera un perro. Él era un lobo, un alfa de manada. De solo recordarlo le erizó el cabello de la nuca. Bajó la cabeza y mordió el pecho de ella con tanta fuerza que la mujer soltó un gemido agudo y sus párpados revoloteaban.Lord sabía que ella no desperraría del todo. Y si lo hiciera, embobada con sus feromonas de seguro pensaría que estaba en medio de un sueño. Por lo que apretó el otro pecho entre sus dedos y
A pesar de haberse quedado al menos una hora al lado de su alfa este no le había dado una respuesta de lo que haría ahora. Lord se encontraba pensativo sobre el tema. Mientras tanto Senas se tambaleaba en su silla de un lado a otro debido a lo agotado que estaba. El alfa pareció darse cuenta por fin de este hecho.-Ve a descansar- le dijo corriendo su cabello hacia atrás- Yo también haré lo mismo, quizás después de una noche de sueño no piense en agarrar por el cuello a mi mate por tratarme como un perro.-Bueno… ese es el papel que está desempeñando en este momento- soltó Senas de forma mecánica recibiendo un gruñido por parte del alfa- Yo… ya me voy. Si necesita algo avíseme- el beta se levantó rápidamente saliendo de la habitación antes que el lobo lo atacase. Lord estaba muy inestable y era mejor no alterarlo más.El alfa soltó un suspiró y se dejó caer en la cama con un sentimiento de frustración alojado en su pecho. Deseaba tanto no tener que ocultarse de su mate. Si solo su Lun
-AAAAHHH- el grito de Serena se escuchó en toda la casa y la puerta del baño se abrió de golpe.La mujer salió empapada y completamente desnuda corriendo delante del espejo de la habitación. Allí comenzó a repasar a una de las manchas rojas que estaba sobre su cuerpo con una expresión contrariada.Lord que hasta el momento se había mantenido acostado en la cama alzó la cabeza con interés y se dedicó a admirar la espalda y el trasero desnudo de su pareja qué le parecía sumamente sensual. Ojalá pudiera transformarse disfrutar de esta con plenitud.-¿Qué demonios es esto?- repasaba cada una de las marcas sobre todo la de pecho- Acaso algo me picó- ella lo menos que podía asociarlo era que alguien se lo hubiera hecho.«Si supieras no estarías tan tranquila aquí conmigo alrededor» pensó Lord moviendo su cola levemente en la cama.Fue entonces que Selena se dio cuenta que no estaba sola en la habitación y miró por encima de su hombro como el lobo la repasaba con la mirada. De alguna forma e
Lord podía decir que pocas veces podía dormir tan cómodamente como ahora. Sentir el calor de su mate contra él era igual de estimulante que relajante. El olor de ella era embriagador y se debatía su disfrutar con ella y hacerla estremecerse en sus brazos, o quedarse allí disfrutando del momento.No tuvo que pensarlo mucho, cuando comenzó a sentir que ella se removía detrás de él, pero no de la forma que lo haría una persona dormida normal, de los labios de ella salían quejidos. Estaba teniendo una pesadilla.Rápidamente se transformó y se giró sobre sí mismo para atraerla entre sus brazos y envolverla entre sus feromonas. El cuerpo de ella estaba cubierto por una leve capa de sudor fría y temblaba. Su ceño se apretaba y sus ojos querían abrirse, pero era inútil.-Shhhhh. No estás sola- le dijo él de forma calmada intentando que ella se tranquilizara y no pareció funcionar en un inicio hasta que ella dejó lentamente de temblar. Su rostro que se encontraba pálido se fue relajando.Fue u
Aquello era una brutal tortura. No había otra forma de describirlo. Claro, ella no sabía que tenía a su pareja queriéndosela comer las 24 horas del día, y por eso se paseaba desnuda constantemente delante de él. Si ella supiera la realidad de seguro se encerraría en el baño porque él la haría gritar debajo de él.La erección que aguantaba en su mano era sumamente dolorosa. Sus dedos se movían de arriba abajo por todo su miembro haciendo énfasis en su glande. El agua la había cambiado por caliente para que fuera más agradable la experiencia, calentando incluso la pared de baldosa detrás de él en donde su espalda estaba apoyada.Su boca estaba abierta dejando salir pequeños gemidos, sabía que estaba solo por lo que no le importó. El baño estaba inundado de sus feromonas opacando por completo las de su mate al mezclarse. Aun así la esencia de ella estaba en el aire, y eso hacía que se estremeciera.Era delicioso.Gruñó cuando sus muslos temblaron junto a su vientre. Sus dedos apretaron l
Nadie se movió en el interior de la estancia, al menos no los humanos. Lord por su parte se acercaba a los dos que estaban sentados como un depredador y les gruñía de forma baja pero amenazante. Selena sabía que no debía acercarse en ese momento, algo la mantenía firme en su lugar y no sabía que era. Solo cuando el lobo se subió en la butaca de dos plazas frente a ellos y se dejó caer causando que esta crujiera bajo su pecho, la humana pudo respirar. Al menos no correría la sangre.Ahora venía la parte más difícil. Explicar todo aquello. Y no sería fácil.-Este… es mi perro. Es un poco grande- dijo ella con una sonrisa incómoda y no solo eso, una gota gruesa de sudor corría por su sien.Los dos hombres la miraron incrédulos. De lejos se notaba que no era para nada un perro, sim embargo, más que estar impresionados por el animal, parecían nerviosos, y más ahora que este solo los miraba desde su posición.Selena se acercó y se sentó en el pequeño espacio que quedaba del mueble junto al
-Debería ir a la fiesta- Serena habló para sí misma mientras le servía el plato de comida a Lord y ante sus palabras el lobo alzó la cabeza y le gruñó- ¿Qué? Yo también tengo derecho a tener vida social- se sintió loca teniendo aquel tipo de conversación con su mascota.Ella podía tener vida social, pero no ir a una fiesta donde seguro el objetivo final era terminar revolcándose con alguien y eso era lo que no quería Lord para nada. Para eso estaba él, para que se revolcara con él, era su mate después de todo. Segundos después alzó las orejas con una idea en su mente.A él no le gustaba ese tumulto de gente, prefería ser de aquellos que se quedaba en una esquina con tranquilidad descansando después de un cargado día, o corriendo por sus terrenos, pero su beta era especialista en escaparse de la manada en las noches e ir a esas fiestas. Lo había visto regresar varias veces al otro día con el típico olor del lobo que se apareó y no con una loba. Senas tenía un gusto particular por las h