Aquello era una brutal tortura. No había otra forma de describirlo. Claro, ella no sabía que tenía a su pareja queriéndosela comer las 24 horas del día, y por eso se paseaba desnuda constantemente delante de él. Si ella supiera la realidad de seguro se encerraría en el baño porque él la haría gritar debajo de él.La erección que aguantaba en su mano era sumamente dolorosa. Sus dedos se movían de arriba abajo por todo su miembro haciendo énfasis en su glande. El agua la había cambiado por caliente para que fuera más agradable la experiencia, calentando incluso la pared de baldosa detrás de él en donde su espalda estaba apoyada.Su boca estaba abierta dejando salir pequeños gemidos, sabía que estaba solo por lo que no le importó. El baño estaba inundado de sus feromonas opacando por completo las de su mate al mezclarse. Aun así la esencia de ella estaba en el aire, y eso hacía que se estremeciera.Era delicioso.Gruñó cuando sus muslos temblaron junto a su vientre. Sus dedos apretaron l
Nadie se movió en el interior de la estancia, al menos no los humanos. Lord por su parte se acercaba a los dos que estaban sentados como un depredador y les gruñía de forma baja pero amenazante. Selena sabía que no debía acercarse en ese momento, algo la mantenía firme en su lugar y no sabía que era. Solo cuando el lobo se subió en la butaca de dos plazas frente a ellos y se dejó caer causando que esta crujiera bajo su pecho, la humana pudo respirar. Al menos no correría la sangre.Ahora venía la parte más difícil. Explicar todo aquello. Y no sería fácil.-Este… es mi perro. Es un poco grande- dijo ella con una sonrisa incómoda y no solo eso, una gota gruesa de sudor corría por su sien.Los dos hombres la miraron incrédulos. De lejos se notaba que no era para nada un perro, sim embargo, más que estar impresionados por el animal, parecían nerviosos, y más ahora que este solo los miraba desde su posición.Selena se acercó y se sentó en el pequeño espacio que quedaba del mueble junto al
-Debería ir a la fiesta- Serena habló para sí misma mientras le servía el plato de comida a Lord y ante sus palabras el lobo alzó la cabeza y le gruñó- ¿Qué? Yo también tengo derecho a tener vida social- se sintió loca teniendo aquel tipo de conversación con su mascota.Ella podía tener vida social, pero no ir a una fiesta donde seguro el objetivo final era terminar revolcándose con alguien y eso era lo que no quería Lord para nada. Para eso estaba él, para que se revolcara con él, era su mate después de todo. Segundos después alzó las orejas con una idea en su mente.A él no le gustaba ese tumulto de gente, prefería ser de aquellos que se quedaba en una esquina con tranquilidad descansando después de un cargado día, o corriendo por sus terrenos, pero su beta era especialista en escaparse de la manada en las noches e ir a esas fiestas. Lo había visto regresar varias veces al otro día con el típico olor del lobo que se apareó y no con una loba. Senas tenía un gusto particular por las h
En buen momento había ella comprado las cosas para bañar al lobo, lo único que no se esperaba que con lo espeso de su pelaje casi se había llevado la mitad del pomo de Champú, además del tamaño de él. Y por lo que parecía al animal le estaba gustando el baño, sobre todo cuando ella restregaba en su cuello creando buena espuma.-De todo, mira que irse a meter con el saco de harina- protestó ella sentada en la bañera, estar parada lavando un anima tan grande había agotado su espalda y rodillas.Lord sentado frente a ella tenía los ojos cerrados disfrutando de las manos de ella sobre su cuerpo y soltaba bufidos con sus protestas. Quizás podría ensuciarse más seguido solo por sentir aquello.Después de un rato la espuma estuvo de más en su cuerpo y se sacudió provocando que parte te esta cayera encima de la mujer que se cubrió con un chillido, quedando manchada por todos lados y hasta un gorro encima de su cabeza.Serena cerró los ojos y cuando los abrió con una mueca alzó la regadera y m
La mirada cristalina de Serena debido a las lágrimas que se habían formado en sus ojos se encontró con la de su mascota. Su mano se enterró entre el pelaje del cuello de él y lo acarició.-Siento que he olvidado algo importante- fueron las primeras palabras de ella- Esas pesadillas, los nuevos cambios en ellas, y ahora- cerró sus ojos y las lágrimas corrieron.Se llevó la mano al rostro e intentó respirar. Aunque había sido un sueño, el rostro de aquel hombre ahora era nítido y sentía que era el mismo que solía aparecer ahora al final de sus pesadillas. Si solo supiera quien era quizás podría saber sobre su pasado, sobre ella misma.Antes no le importaba, pero había sentido la conexión con él y como la trataba. La forma en que la había mirado, no era como la de padre, un hermano o un familiar, sino algo más preciado, más hermoso. Cada músculo de su cuerpo le había indicado tanto posesividad sobre ella como protección y se había sentido tan bien. Como que aquel era el lugar a donde deb
Aquello podría ser un pueblo pequeño pero la fiesta que estaba sonando no tenía para nada sentido de ser pequeña. La música se escuchaba desde varias casas atrás y cuando Serena llegó al lugar donde se realizaba se quedó impresionada.Era es la única discoteca del pueblo, una edificación grande larga. Desde donde estaba se escuchaba la música y los gritos de las personas, había un olor a alcohol bastante fuerte y uno que, aunque no estaba familiarizada con él sabía cuál era y estaba relacionado con el sexo. Cómo que esto se mirara por donde se mirara no era una fiesta normal. Ella tragó en Seco y se preguntó qué estaba haciendo realmente allí. No era de las que se metía en ese tipo de actividades y mucho menos que se dejara toquetear por cualquier hombre en un lugar. Era como si su cuerpo repudiara hacer contacto con un extraño.Respiró profundo y cuadró los hombros, pensando seriamente si debía volverse, quizás fuera lo más razonable, pero antes de darse la vuelta fue llamada. Alzó l
Tras decir aquello y notar la expresión que tenía el hombre Serena no pudo evitarlo y soltó una carcajada.-Lo siento, lo siento- se cubrió la boca mientras hasta Senas apartó su atención de sus compañeras de esa noche y miró a la mate de su alfa.Solo había alguien que pudiera burlarse de él y era precisamente Luna. Definitivamente era ella. Y que ahora fuera grande y además mucho más hermosa que antes lo llenó de orgullo, una luna así en la manada de seguro sería beneficioso, quizás no tanto para su alfa que por su aroma parecía en una incertidumbre si regañarla o comérsela allí mismo.-Yo usted no pierdo tiempo- fue lo que le comentó haciendo que el otro escuchara antes de agarrar la cabeza de la otra loba y comenzar a devorar su boca pinchando hasta sus labios con sus colmillos. La mujer se estremecía entre sus brazos.Lord por su parte rodeó la cintura de ella entre los suyos y la pegó más contra él. Serena puso sus manos sobre el pecho casi completamente desprovisto dejando el j
Serena nunca creyó la frase que decía la gente de que le había comido la boca, la sentía muy exagerada, pero ahora mismo eso era lo que ella estaba sintiendo. Aquel hombre no la estaba besando, prácticamente se la estaba devorando. Podía sentir los brazos de él aferrándola a su cuerpo y ella no tenía forma de escapar, no era como si quisiera hacerlo. Sus piernas temblaban tanto que si intentaba levantarse no podía hacerlo.Aquel extraño soltó sus labios solo unos segundos para moverla y ágilmente dejarla acostada en el sofá y él sobre ella. Otra vez se apoderó de su boca metiendo su lengua buscando la de ella. Parecía que le gustaba jugar con ella, incluso sentía leves pinchazos que lejos de dolerle la estimulaba.Serena podía decir que nunca se había sentido tan húmeda en su vida, y mucho menos con un extraño. Daba por hecho que sus bragas estaban empapadas y que si la tocaba solo un poco en ese momento no tardaría en correrse.Sus manos esta vez rodearon el cuello de él y se apretar