"¿Está todo listo?", pregunté mirando a Dristan directamente a los ojos, a lo que él respondió con un leve asentimiento. Satisfecha con su respuesta, me volteé hacia el resto de las manadas que se encontraban esparcidas en grupos, por el patio trasero; mis puños se cerraron involuntariamente y respiré profundo para calmarme.

"Hoy es el día en que los hombres lobo del mundo se unen, para derrotar a los traidores de nuestra raza y reclamar nuestra libertad. Muchos de ustedes han viajado a través de los mares para estar aquí y participar en una batalla que pasará a la historia, ¡así que hagamos que sea una gran victoria!", terminé diciendo enérgicamente, ganándome un fuerte aplauso de la multitud. Busqué en los ojos de todos y cada uno de los que estaban frente a mí, y no encontré nada más que valentía y determinación.

"Acabamos de recibir la confirmación de que todas las manadas están listas y esperan nuestra orden. Todos ustedes conocen bien sus deberes, por favor, quédense con su equ