¡Hola mis amores! ♥️ La tos sigue siendo horrible, pero voy poco a poco mejorando. ¡Esteban ya ha despertado! :D Y parece que a tiempo jajaja, pero... ¿qué habrá pasado? Emily al final ha terminado teniendo una pequeña batalla mientras Julián y Angie se esfuerzan en ganar al Alfa de Silver Bone. ¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Os ha gustado? ¿Qué pensáis que ha sucedido? ¡Sois los mejores! ♥️ ¡Os adoro! ♥️ ¡Os leo! ♥️
— ¿E-Esteban? ¿E-eres tú? — preguntó Emily con voz trémula. — Sí, ya he regresado. — respondí con una sonrisa mientras aspiraba el olor de mi Luna: la había echado mucho de menos. — Me alegro de que hayas regresado, Esteban, pero... ¿podrías por favor retirar lo que parecen cristales mortales? Me gustaría seguir vivo. — dijo la voz de Julián. — ¿Cristales..? — pregunté extrañado mientras me incorporaba con lentitud y observé la habitación... si se podía llamar así a lo que estaba viendo. Como si de una cueva se tratase, la habitación se había llenado de decenas de estalactitas y estalagmitas de cristal transparente y muy afilado que habían destruido todo alrededor. Julián y Angie con la princesa estaban en una esquina de la habitación, con varias puntas afiladas apuntándoles a zonas vitales. Delante de ellos estaba el cuerpo de un hombre musculoso y con aspecto cavernícola ensartado por múltiples puntos, algunos de ellos vitales: la sangre teñía de color rojo los cristales allá
Los siguientes días fueron una mezcla de caos, descanso y revelaciones a las manadas. Había muchas preguntas sin respuesta que tuvimos que responder y como la mayoría dependían de mi, habíamos improvisado un pequeño escenario al que acudía para que pudiese contestar sin agotarme. Cada vez que salía de la habitación, me acompañaban Emily, Julián, varios médicos y unos pocos chicos de la forja: cuando pregunté por ello, me explicaron que se habían ofrecido voluntarios como refuerzo de la guardia para Emily, nuestro hijo y yo. Sus palabras habían sido: "Nosotros somos leales a nuestra maestra. Haremos cualquier cosa que ella necesite. En la forja somos una familia unida". Al parecer, mi Luna tenía una familia capaz de hacer cualquier cosa por ella. Emily había tenido muy mala suerte con su familia biológica, pero había conseguido una familia adoptiva real: estaba seguro que serían capaces de luchar a muerte incluso contra mi, por protegerla. Cada vez que bajaba al escenario, explicaba un
Nos encontramos en una habitación muy elegante de extravagante decoración. En el centro había una cama rodeada por tres hombres y una mujer. "¿Estás mostrando todo ésto?" — me preguntó Roy mientras nos acercábamos."Sí. Es una sensación extraña porque me cosquillea todo el cuerpo, pero tengo la visualización activada."— Lo siento mucho, pero no puedo hacer nada más. — dijo un lobo de mediana edad.— ¿Nos dices que lo están envenenando pero que no puedes hacer nada? — le increpó uno de los jóvenes: tenía el pelo negro y ojos verdes; parecía tener unos veintiocho años.— ¿Sabes quién es el que está en la cama? ¡Es nuestro padre! ¡El Alfa! — le espetó el otro joven, de pelo rubio y ojos grises: parecía tener unos veintiún años.— Niños, calmaos.— dijo la mujer pelirroja con autoridad y se dirigió hacia el médico — ¿Está seguro, doctor, que no se puede hacer nada por mi pareja?— Existe... una opción. Todos los venenos tienen una cura, pero... desgraciadamente, no conozco el veneno. Si m
Bajé del escenario con Emily y David se acercó a mi. — Esteban. — dijo Mar llegando a mi lado. No habíamos avanzado ni cuatro metros.— Mar. ¿Qué sucede? — ¿Qué vas a hacer con los cuerpos de la antigua familia de SunLight?— Aún no lo sé. ¿Por qué lo preguntas? ¿Has pensado ya en algo?Mar soltó un suspiro.— Después de ver lo que hicieron... y de escuchar las opiniones de los supervivientes de SunLight, no quiero saber nada de ellos. Sé que son mi familia pero... no recuerdo nada de ellos. El único vínculo que tengo con ellos es sanguíneo. — Lo siento mucho, Mar. — le dije con pesar.— No tienes la culpa, Esteban. No sé lo que significan esos tatuajes, pero no quiero saberlo. Seguro que fue una mentira, al igual que su mandato.— Era la marca que hacía el Alfa de SunLight para indicar quién sería el próximo Alfa. — interrumpió David.— El comienzo de un eclipse solar... o es una mentira acerca del supuesto apoyo de la Diosa, o una burla. Quizás ambas cosas. — dije después de pensa
—Y un día... el guardia llegó llorando. Me preocupé, ¿qué le había pasado? ¿Al final el Alfa había mostrado su verdadera cara? Pero... me dijo que te habían envenenado. Estaba destrozado por eso. Te habían intentado matar. En ese momento... me di cuenta de que te había juzgado mal. Nadie puede tener ese dolor por un Alfa malvado. Los siguientes días, mis torturadores no vinieron. Los demás guardias estaban preocupados aunque intentaban disimularlo, y todos celebraban las noticias de que ibas mejorando, poco a poco. Aquellas celebraciones... me recordaron las sonrisas y la felicidad que había visto en esos dieciséis años. Me di cuenta de que te había prejuzgado por mi propio miedo. Así que decidí contarte todo, absolutamente todo, y someterme a tu juicio, cuando te recuperases. Y aquí estoy, haciendo eso mismo. Sabiendo que posiblemente decidas matarme o exiliarme. Aceptaré lo que decidas, porque ahora sé que SunLight está en las manos correctas. Ya no tengo que protegerlos.— ¿Y por qu
El siguiente día volvió a ser caótico, ya que David se sinceró con todos y contó todo lo que había hecho y porqué. Yo observaba en el escenario, sentado en un rincón. De vez en cuando, los lobos me miraban esperando ver cualquier reacción, por lo que mantuve una expresión neutral. Cuando David terminó miré con interés la reacción de mi manada: muchos estaban desconcertados y dubitativos, algo que podía comprender. Ellos estaban vivos gracias a una traición, en vez de una misión especial como creyeron. Además, el liderazgo de David había sido bueno, por lo era normal que tuviesen sentimientos encontrados. Decidí intervenir y nada más levantarme, todas las miradas se dirigieron hacia mi. — ¿Qué pensáis de lo que hizo? Vosotros estáis aquí por su traición. Hubo un silencio incómodo. — Alfa... es difícil. Nosotros creímos que era una misión real y que fue mala suerte que estuviésemos lejos de SunLight cuando fue atacada. — respondió una mujer. — Ahora... sé que fue por traición, p
Me encontré en una cocina amplia pero con pocos utensilios y varias goteras. Me acerqué y observé que estaban en bastante mal estado: algunos incluso tenían óxido, estaba claro que quienes vivían aquí no tenían mucho dinero."Mira, allí hay alguien." — me dijo Roy señalando unas figuras. Me acerqué a ellas y me quedé paralizado en el lugar: frente a mi, me encontré a Emily con catorce años. Tenía los ojos abiertos de par en par con una expresión horrorizada mientras sus manos cubrían su boca. Toda ella estaba llena de salpicaduras de sangre. Miré de frente y vi a un muchacho de siete años, pelo negro y ojos verdes, sujetándose el cuello mientras respiraba con dificultad. En el suelo, se encontraba rodeado de un charco de sangre el padre de los dos niños. De su pecho sobresalía el mango de un cuchillo de cocina."Me preocupa cómo le afecte recordar ésto..." — le dije a Roy — "No esperaba venir a este momento.""Es un momento importante para lo que quiere." — respondió Roy.Escuchamos va
Los días pasaron con calma y tranquilidad. El único acontecimiento importante fue la incineración de la antigua familia de SunLight. Apenas hubo asistencia, la gran mayoría de los lobos de SunLight no se presentaron para mostrar su respeto a quienes les habían dirigido: después de todo lo que había visto de ellos, entendía que no quisieran saber nada. Para mi sorpresa y diversión, David apareció en el acto con una mueca de disgusto. Cuando le pregunté por eso, su respuesta fue "Un Beta debe asistir a los actos importantes de una manada, sin importar cómo se sienta al respecto. Una de sus obligaciones es apoyar al Alfa en sus decisiones y actos públicos. Solo cumplo con mi deber, por mucho que los odie". Se había tomado muy en serio su posición.— ¿Cómo te trata la manada, ahora que saben lo que hiciste? — le pregunté un rato más tarde en mi habitación.— Me toleran y me conformo con eso. No confían en mi, no como lo hacían antes, y me miran como si estuviese planificando tu muerte. Es