La primera vez que había tocado el suelo italiano se sintió perdida, como si no podría nunca encajar en un lugar diferente al que había conocido, ciertamente, echó de menos lo que conocía antes de terminar encerrada en ese sanatorio, ahora volvía a tener la oportunidad de vivir, de recuperar lo que perdió en un chasquido de dedos injustamente, ella por fin divisaba los rayos de luz, miraba el amanecer y contemplaba el atardecer junto a dos personas que le brindaban protección y cariño, justo lo que idealizó en su imaginación y creyó nunca vivir. Mar, era una joven emocionada de poder estar al lado de ellos dos. La habitación que se le había presentado como suya por primera vez, al estudiarla la dejó perpleja, no había una cosa faltante en esa recámara que se volvió de ensueño. Poco a poco a lo largo de esos meses, se fue sintiendo cómoda y familiarizada con lo que tenía en su presente adornado de colores y lejos del blanco y negro que siempre lo opacó. Sabía de antemano que los día
Años después...Comenzó a gruñir cuando la fastidiosa de su hermana se subió sobre su cuerpo y empezaba a moverlo de un lado al otro, ese zarandeo con el objetivo de que despertara; él obviamente era consciente de lo tarde que se le haría si no abría los ojos, pero ella no tenía que hacer eso, no dejaba de hacerlo desde que era una chiquilla, ahora con dieciséis seguía con ello. —Olivia, ya te dije que no deberías hacer esto. —Ay hermanito, despierta de una vez por todas, no quiero llegar tarde por tu culpa —la curiosa Olivia sintió un bulto, algo extraño —. Asthon, ¿por qué...El joven se la quitó de encima antes de que siguiera preguntando. Inevitablemente Olivia había caído y se quejó, además de soltar varios improperios, cosa que Asthon le recriminó. No tenía que ser grosera. —Olivia —la asesinó con sus ojos verdes aceitunas. Ella sonreía inocente, como si no había hecho nada —. Sal de mi habitación. ¿Cuántas veces tengo que decirte que no entres sin mi permiso y mucho menos pa
—¿Y cómo quedó? —acercó la cuchara a sus labios para que diera una probada. Elevó un pulgar antes de dar su aprobación. —Me encanta —soltó con una sonrisita. Asthon también estaba satisfecho. Había hecho un gran trabajo. Caroline era buena en darle buenas lecciones de cocina, se lo debía, gracias a ello pudo aprender a preparar esos platillos. —Siendo así debería guardarle un poco a mamá —emitió, orgulloso por lo que hizo. —Me parece bien —emitió robándole un trozo de pollo y él la miró mal —. Lo siento, está bueno. —Aún así, mantén los modales. —¿Por qué eres así? Siempre tan exagerado, ¿podrías servirme un poco? Lo hizo y pronto le puso un platillo frente a ella. A Olivia se le iluminaron los ojos al ver la comida. —Deberías ir empacando alguna de las cosas que tendremos que llevar a ese campamento, será en pocos días, yo me prepararé de antemano —añadió. —Estoy emocionada por eso, no sé qué sería de mí si no tuviera a un hermano tan inteligente. —Deberías meditar entonces
Mientras Ashton estaba en la preparatoria, su cabeza divagaba en todo eso que lo tenía completamente aturdido la verdad sobre su pasado, la razón por la que a veces se sentía un poco lejano a los que consideraba sus padres, porque después de todo ellos no eran sus progenitores de verdad. No quería seguir andando por ese rumbo que le hacía daño, en su vida nunca le había faltado nada, ni siquiera amor y cariño de parte de Pamela y Oliver... por eso sería bueno descartar la idea de indagar más sobre ese asunto y preguntarle a ellos.¿Realmente podría cambiar el presente esa parte que se le había ocultado? Sin poder evitarlo pensó en su mamá biológica y su padre, o la razón por la que terminó en esa casa, así como el por qué ellos decidieron adoptarlo.Todas esas preguntas lo aventaban nuevamente a seguir buscando en el pasado. Ni siquiera podía probar un solo bocado de su desayuno, la comida dejaba de ser apetecible, se le cerraba el estómago aún clavado en lo que escuchó a escondidas
—¿Puedo saber que sucede ahora? —se presentó su abuela para sorpresa de ambos. —Yo... Me estoy disculpando con Olivia, tal vez fui un poco duro con ella hace un momento, pero ya sabes cómo es ella de rencorosa, siempre se encierra en su habitación y no saldrá de allí hasta que le venga en ganaCaroline negó con la cabeza y se llevó una palma a la frente, no era la primera vez que esos dos discutían, parecía ser el pan de cada día, así como se amaban, también se odiaban, las típicas discusiones entre hermanos, que no faltaban en su día a día. —Olivia hazme el favor de salir y acepta las disculpas de Ashton, lo está haciendo de todo corazón, no seas grosera con él. ¿No ves que no tuvo la intención de hacerte sentir mal? —Abuela no quiero verlo. Él es tan cruel... ¡Espero de todo corazón que nunca consiga una novia! El aludido terminó dándose por vencido y se volvió a su habitación, otra vez, no quería seguir perdiendo el tiempo con ella. Una vez ahí, se tiró sobre la cama. Habían cu
Ashton no pudiendo negarse se quedó con Olivia cuidando de ella, sí que sufría de dolores menstruales, eso siempre pasaba. —Solo masajea la zona —le pidió tomando su mano, para que la dejara sobre su abdomen, Asthon hacía todo lo que pedía, ella satisfecha hacía ciertos sonidos que se interpretaban de otra manera en la cabeza de Asthon, por lo tanto, un poco incómodo se ponía —. Gracias, lo haces tan bien. Se aclaró la garganta. —¿Sabías que nuestros padres se fueron a Los Ángeles y no vendrán sino hasta dentro de unos días? —Sí —se desinfló —. Mamá vino a darme un beso de despedida, asegurando que volverían pronto. Tu puerta tenía seguro y no pudo despedirse de ti, ¿qué ocultas? La picardía con la que lo miró, hizo que se enfadara. —No digas tonterías. ¿Ya te sientes mejor? —Sí, en serio tus toques son mágicos. —Olivia —elevó la voz —. Deberías asegurarte de comprar en la farmacia medicamentos para tu dolor, y no me vengas con que se te olvidó, ya que siempre sucede. —Sí, lo
Olivia negó por enésima vez, no le creía a Asthon, era imposible que ellos no fueran hermanos, después de que le soltara aquello le pidió que no revelara nada que por su cuenta había descubierto la verdad, y aún no le confesaba a sus padres que lo sabía todo. Luego venía el beso a su memoria, que no debía atesorar sino odiar. No era correcto en ningún sentido. Se acarició los labios. Su toque seguía presente con ahínco, haciendo que se sintiera bien y mal. ¿Cómo rayos era capaz de hacer algo así? No lo comprendía. Nada entendía.Los días posteriores lo estuvo evadiendo tanto que ni siquiera se fue con él a la preparatoria, tomando por su cuenta un taxi incluso se subió un par de veces en el bus. Ashton, lo estaba dejando pasar, su hermana necesitaba tiempo para aceptar la noticia. Para nadie era fácil enterarse y comprender que estuvo toda su vida siendo engañado. —Chicos, la clase de hoy se va a centrar sobre los aspectos culturales de nuestro país. Les recuerdo que mañana será
Asthon negó con la cabeza. Probablemente quien había ocasionado los ruidos había sido él, quien después de dar vueltas y vueltas dentro de la tienda no lograba conciliar el sueño. Por eso decidió salir y tomar una caminata alrededor. Pero todo estaba tan a oscuras que volvería a la carpa. Al final se percató de que Olivia intentaba salir y ahí estaba. —No te quedes callado y deja que duerma contigo, no podré descansar en toda la noche si me quedo sola —volvió a poner sus palmas juntas rogándole, haciendo que cayera otra vez—Supongo que no me puedo negar y seguirás insistiendo hasta conseguirlo, vayamos adentro pronto, antes de que algún profesor nos vea aquí afuera, no queremos recibir ningún regaño. ¿No es así? —apremió, como una niña pequeña entró junto a él. Menos mal la tienda era bastante espaciosa y podrían dormir sin ningún inconveniente los dos juntos. No era necesario que ella se pegara tanto a él, pero no pudo evitar acurrucarse en su espalda cálida. Le gustaba ahí, se se