—¿Puedo saber a dónde vas? Oliver solo pudo negar con la cabeza, antes de soltar una carcajada. —¿Ahora tengo que darte explicaciones sobre a dónde me dirijo? Creí que no te apegarías tanto al papel de esposa —enfatizó en esa última palabra. —Solamente hice una pregunta, de ninguna manera te estoy exigiendo que me rindas explicaciones, sabes que ni siquiera me interesa a dónde o con quién vas. Pasó de largo pero se frenó en seco otra vez cuando escuchó la voz de Oliver, sobre todo sus palabras batiendo la ira en ella. —¿De esa manera es como ahora te comportas con la persona que te ayudó? Creí que serías más agradecida después de todo. Estoy seguro de que ni siquiera tendrías para pagar el alquiler en donde estabas arrendada, aquí tienes absolutamente todo, comida, techo, ropa y aunado a eso, puedes darte tus lujos —le sacó en cara. —¿Y se supone que recibo todo eso porque quiero o no me queda de otra que aceptarlo? —lo enfrentó con la mirada, no se quedaría callada, entonces el
Temprano en la mañana de ese sábado, sacó todo lo pertinente para comenzar a pincelar sobre ese enorme cuadro la foto que la madre de Oliver le había hecho llegar. Mamá, papá y Oliver. Como le habría encantado omitirlo de la pintura, pero no podía hacer eso, sobre todo porque era para Caroline. —Solo no lo hago por eso —comentó rodando los ojos, como si él pudiera escucharla.Pero que bien se veía allí, no lo iba a negar, tan solo un adolescente en esa foto, pero ya era hermoso. Sacudió la cabeza. Ya dejaría de pesar en él, como si fuera lo más importante, de todos modos, seguía molesta....Oliver atacó el dolor de cabeza con unas pastillas, que mal se la estaba pasando por haber sido tan inconsciente, bebiendo como si no hubiera final. Con suerte la resaca se le pasaría en algunos minutos, pero lo que no podía olvidar con facilidad era haber pasado la noche con esa mujer. Maldijo, ¿cómo pudo seguir adelante? No podía decir que se había aprovechado de él, pero ella debió detene
Pamela alternó la mirada en los dos, a la espera de una respuesta. No parecía llegar nunca. —¿Se supone que deba contestar? —terminó soltando Oliver, antes de irse de ahí. Pamela se le quedó mirando durante el retiro sin saber cómo es que podía continuar enfadado con ella, al punto de tratarla así, terminó clavando los ojos sobre Diana, la chica se mantenía en su lugar y simplemente se encogió de hombros al recibir su mirada, haciéndose la tonta. —¿Y a este que bicho le picó? Tú —la apuntó —. ¿Qué se supone que no debo saber? —Pamela créeme que no es nada importante, así que ya es mejor que lo saques de tu cabeza, es una tontería no debería ni siquiera de contarte. Por otra parte es evidente que sigue enojado contigo, eso no se puede negar. —¿Cómo no podría ser importante sí Oliver parecía decirlo con preocupación? Por favor Diana cuéntame, dime qué es eso que...—De acuerdo —acarició sus hombros —. Sinceramente es que Oliver tiene alguien en su vida, es decir después de que firm
—Diana, lamento decirte que Oliver no desea que regreses a trabajar, no puedo hacer nada para que de su brazo a torcer. Lo siento mucho... Sé que te ayudabas con ese empleo, sin embargo es un asunto que se escapa de mis manos y no lograré que se retracte de su decisión. Espero que pronto puedas encontrar un trabajo. Eso sí que había sido algo inesperado para Diana, aunque se llenó de ira por lo que Oliver hizo, no se echaría a llorar, todavía tenía una carta debajo de la manga que no usaría sino hasta el momento que viera adecuado, esas fotografías saldrían a la luz cuando fuera necesario. Ya lo había decidido. —No te sientas mal, Pamela... no es algo que puedas decidir tú, así que no te preocupes por eso, yo de todas maneras estaba averiguando en algunos lugares para conseguir un trabajo lo antes posible, bien dicen por allí que cuando una puerta se cierra otra mejor se abrirá. Estas semanas trabajando en su casa han sido buenas para mí, también he log
Bruce la interceptó de pronto.Se asustó tanto que dio respingo, porque tranquilamente caminaba por las calles y de pronto alguien había tocado sobre su hombro cuando se giró vio que era su ex novio, se molestó al verlo, extrañamente ahora no sentía tanto odio, tal vez porque todo ese aborrecimiento ahora se lo dedicaba a Oliver. —¿Qué sucede contigo? —¿Aún molesta? —¿De qué hablas? Ni te topo, y deja de hacer ese tipo de cosas —rugió empezando a caminar, pero el hombre también comenzó a andar a su par. —Lo siento, no tenía la intención de asustarte, además te vi y no pude evitar acercarme para saludarte. ¿Cómo van los estudios y tu vida... Me enteré por las noticias que ahora estás casada. ¿De qué trata todo eso Pamela? Se frenó en seco, molesta por su impertinencia de querer saber sobre ella. Era otro idiota más, además de andar metido en su vida, preguntando cosas que no le concernían. —No sé qué es lo que quieres hacer con todo eso y lo que deseas que te diga. En todo caso es
A puerta cerrada dentro de la oficina de Oliver ya comenzaba la acalorada discusión, en donde Pamela le reclamaba por haberle mentido todo ese tiempo y ocultarle algo tan inminente como que era el dueño de la compañía donde laboraba.Le parecía estúpido, la había tomado por el pelo, por qué engañarle con algo así... entonces comprendió el ascenso de aquel día, el trato diferente que se le estaba dando, no podía ser cosa que de Oliver y ella qué pensó haber obtenido todo eso porque era buena...Siempre se trató de él. Por eso ahora se sentía completamente decepcionada de recibir tanto, cuando en realidad no lo obtuvo pero su propio esfuerzo. Y ella más idiota no pudo ser. Debía darse cuenta de que Oliver era el dueño de la compañía por su apellido, habían demasiadas coincidencias, pero debido a que lo olvidó, lo pasó por alto.Ella misma se aborrecía por eso. —¿Por qué decidiste mentirme todo este tiempo sobre lo que realmente eres aquí? —gritó furiosa, mientras Oliver actuaba pacífi
Todavía faltaba mucho para que Oliver regresara del trabajo, aprovechando su ausencia, adquirió en una farmacia cercana varias cajitas de diferentes marcas a la espera de que tanto la más efectiva pudiera arrojar el resultado que buscaba. Nunca antes había sentido tanto temor, si tan solo estuviera embarazada del hombre que amaba, no estaría así de nerviosa, pero su relación con Oliver no tenía sentido, ni siquiera podía llamarse así. Precipitándose al resultado, creía que Oliver podría aprovecharse de eso para permanecer más tiempo a su lado y encima conseguir quedarse con el bebé, no sabía si tenía intenciones de tener hijos pero como a todo le sacaba provecho, tendría sentido. Era algo que podría pasar. Sé cercioró de colocar el pestillo a la puerta del baño, allí permaneció encerrada durante el tiempo necesario, eran simple las instrucciones a seguir escritas en la cajita rosa, seguía pensando que no había nada más terrorífico que la espera. Minutos que la torturaban y le quita
—Solo ha venido a despedirse. No tenía idea de qué pensaba irse a otra ciudad. —¿Por qué no me miras a los ojos? Vamos, hazlo, ¿te pongo tan nerviosa? Estaba a punto de defenderse, cuando comenzó a tener arcadas y no pudo vomitar en otra parte, sino sobre los zapatos de Oliver. La vergüenza no se apoderó de ella al instante de lo enferma que se sentía, y a Oliver no le importó lo que sucedió, porque más imprescindible era saber que ella se encontrara realmente bien, aunque eso lo dudaba. ¿Había pillado algún virus? También puede que hubiera comido algo en mal estado. Sea cual sea el motivo, estaba seguro de que tenía que ayudarle. Exanime estaba, razón por la que no sé negó a recibir su ayuda, ya estaba siendo llevada al interior de la casa, por él. Pero todo se puso negro en cuestión de segundos, la realidad se desintegró para ella. Oliver se desesperó tanto que pensó llevarla a un hospital. Antes de que eso sucediera, Pamela se despertó en el sofá del gran salón. Oliver estaba