—Vaya, Larissa... —Yinah aplaude con lentitud a la vez me escaneaba de arriba a abajo, siempre con desdén. Es tan diferente a la Yinah que conocía—. Te ves bien... Casi no pareces la roba novios que eres.Suspiro, cansada de este tema.—Yinah, no quiero problemas. Solo vine a la fiesta porque Logan...—Logan, Logan, Logan. —Mi antigua amiga rueda los ojos, harta de escucharme—. La verdad, me sorprende que ahora tomes en consideración a Logan, cuando siempre fuiste tú la que lo excluyó de todo. ¿Ahora sí le haces caso? ¿Por qué será? Creo que tengo una idea... ¿Tantas ganas tienes de quedarte con su dinero?¿Qué?—No tengo tiempo para esto. —Intento pasar a un lado, pero ninguna se mueve, así que me toca regresar a mi posición inicial. Afortunadamente, el espacio era bastante amplio—. Déjenme pasar. Chicas, estoy cansada y no quiero problemas. Ya es suficiente.Hago el mismo intento de salir, pero ninguna parecía querer ceder.Lo sabía.Sabía que venir a esta fiesta solo me traería pro
—Miau. —Casi me atraganto con el jugo de fresas al escuchar a mi mejor amigo maullar frente a todos en el restaurante.¿Será que alguna vez podremos salir sin que me avergüence públicamente?Después de varios días sin verlo, finalmente teníamos unos minutos para reunirnos y ponernos al día. Realmente extrañaba las excentricidades de Evan.—No maúlles, idiota. Lo que te estoy contando es bastante serio. —Intentaba atraerlo de nuevo a la realidad, pero él no parecía querer salir de su mundo lleno de bromas interminables.No sería él si lo hiciera.—¿Me pregunto si debería enviarles un paquete a cada una con unas orejas de gato y una cola peluda? —Hago una mueca de desagrado al escucharlo hablar, lo que lo hace reír—. No pienses en otra cosa, pequeña pervertida. Lo digo porque quieren pelear contigo, no les hagas caso. Solo se sienten frustradas; ya se les pasará.—Yo no pensé en nada malo, idiota. —Me defiendo.—Sí, claro... Por tener la mente tan virginal es que estás en la espera de t
—Larissa, responde. —Logan no me estaba gritando, pero su tono de voz denotaba un profundo disgusto.Demasiado, diría yo.—Oye, hermano, cálmate. Creo que estás imaginando cosas que no son. —Evan interviene, tratando de calmar la situación, pero Logan se mostraba aún más serio.Incluso podía ver cómo apretaba sus puños con fuerza. Esto podría salir muy bien o muy mal.Maldición.—Estoy hablando con Larissa. —Le responde con firmeza, lo que lleva a mi amigo a levantar ambas manos en señal de rendición. Luego, el pelinegro clava sus ojos en mí, pero había algo en su mirada que me hace hervir la sangre—. ¿Larissa?¿En serio?—¿Realmente estás haciendo esto, Logan? ¿Después de todo?—Dímelo tú. Estás aquí, a solas con este hombre. Flores, chocolate... Larissa, no soy ingenuo.Pues yo creo que sí.Un intenso fuego comienza a arder dentro de mí, amenazando con consumirlo todo a su paso.—Entonces, te pregunto lo mismo... ¿Qué haces aquí con Haylee? ¿Ahora te reúnes con tu ex?Aquella pregun
—Gracias por lo de hoy, chicos. —Abrazo a Aria y luego a Evan. Este último me da un zape en la frente antes de separarse por completo de mí—. ¡Auuu!—Recuerda hablar con Logan... No siempre estaremos aquí para arreglar tus desastres, Larissa... ¡Saca tus garras, amiga, y lucha por lo que es tuyo! —Casi quiero reírme por lo que había dicho el castaño, pero solo me sale una mueca. Desde lo que pasó con Logan, solo había querido echarme a llorar—. Ah... Desafortunadamente, Aria no podrá acompañarte mañana al pueblo.—¿Qué? ¿Por qué?—Tengo pocos días de libertad y quiero pasarlos con mi novia. No quiero compartirla contigo. —Explica, y yo lo golpeo en el hombro, furiosa porque ahora se habían arruinado mis planes.Ese tonto...—Evan, no quiero ir sola.—Dile a Logan que te acompañe, así aprovechas un tiempo a solas con él... Total, embarazada ya estás... ¡Ay!Aria suelta una carcajada cuando un nuevo puñetazo golpea el hombro de su novio.—Idiota...—¡Pegas muy fuerte, mujer! —Se queja e
—Bienvenidos, señor y señora. —Una mujer de edad avanzada nos regala una sonrisa pequeña y educada. Estaba vestida con un uniforme de dos piezas negro y unas zapatillas del mismo color—. Todo está listo para ustedes.—Gracias, Linda. —Agradece el pelinegro y me toma de la mano—. Larissa, ella es Linda, mi ama de llaves. Antes estaba en mi antigua casa, pero la traje conmigo porque es la más capaz para llevar las cosas aquí.—Mucho gusto, señorita Myers. —Sonríe ella con amabilidad—. Estoy disponible para cualquier cosa que necesite.—Un placer conocerla. —No me sorprendía que Logan tuviera personal de servicio en su casa; así fue como nos conocimos.Linda parecía buena persona, tenía un aura muy bonita.—Si me necesitan, solo llámenme. —Se despide y Logan asiente—. Me retiro.Ambos la vemos desaparecer por un pasillo y yo aprovecho el momento en silencio para poder apreciar el lugar.El interior era elegante y lujoso. El espacio amplio estaba dominado por colores claros, principalment
—¡Mami! —Liv corre hacia mí con una enorme sonrisa en su rostro. Me agacho para recibirla en mis brazos y la abrazo, inhalando el aroma de mi pequeña. Cuando me separo de ella, me doy cuenta de que estaba vestida con ropa diferente, seguramente sus abuelas lo hicieron. Se veía realmente encantadora con un vestido negro con flores rosas, zapatillas negras y medias blancas, su cabello recogido en dos coletas adorables que me derretían de amor. Logan aprovecha y acaricia suavemente el cabello recogido de Liv, llamando su atención. Ella finalmente salta a sus brazos y yo me pongo de pie. Me hacía mucha falta—. Hoy me divertí mucho.Qué alivio.—¿Sí? ¿Jugaste mucho con tus abuelas?—Sí.—¿Y fuiste una buena niña? —Pregunta Logan, su voz llena de curiosidad.—Siempre soy una buena niña, papá. —Me río y Logan abre la boca sorprendido por su respuesta. Liv gira su cabeza un poco, intentando mirarme—. Mami, ¿verdad que siempre soy una buena niña?Sonrío enternecida por la dulzura de mi hija y
Liv no debió ver algo así. Estaba muy asustada; incluso podía sentir cómo temblaba y se aferraba a mi cuello con fuerza. Sin decir nada, y recordando el camino, subo las escaleras hasta llegar a la antigua habitación de Logan. Respiro aliviada al ver que la puerta estaba sin llave y entro en ella, ignorando el mundo exterior.Miles de recuerdos me golpean sin aviso: risas, susurros y momentos compartidos. Pero en este instante, no podía pensar en otra cosa que no fuera la estabilidad emocional de Liv. Con cuidado, la bajo de mis brazos y la siento en la cama de su padre. Ella miraba la habitación con confusión; creo que en este tiempo jamás había estado aquí. Qué raro.—¿Estás bien, pequeña? —pregunto con voz tranquila, mientras secaba las pequeñas lágrimas que bajaban libremente por sus mejillas.Liv se aferra a mi brazo, manteniéndose cerca de mí, con un evidente miedo. Maldita sea, ¿por qué ese hombre decidió venir justamente hoy?—No me gusta ver a papi molesto —murmura con la voz
—Creo que lo mejor será que regresemos a casa. —Niego una vez más y trato de respirar hondo, intentando controlar mis náuseas. Logan se aleja de mí un momento y, cuando vuelve, me da una botella con agua. Se veía bastante preocupado—. Larissa, estás muy pálida.Ya estábamos a mitad de camino a mi antiguo hogar. Todo iba de maravilla; Liv estaba de buen humor, Logan y yo también, pero nuestro pequeño bebé parecía estar muy sensible. Unos veinte minutos después de iniciar el viaje, comenzaron las fuertes náuseas que nos hicieron detenernos tres veces. Esta última, en medio de la carretera, donde finalmente pude vaciar mi estómago.Aún así, me sentía terrible.—No, solo nos queda una hora de viaje. —Finalmente le respondo, después de tomar un poco más de agua—. Regresar no me hará sentir mejor.—Pero...—Además, al llegar podemos pasar, por precaución, al hospital. —Logan me mira sin estar completamente convencido—. Sabes que esto es normal. Las náuseas y el vómito son parte de estar emb