—¡Mami! —Liv corre hacia mí con una enorme sonrisa en su rostro. Me agacho para recibirla en mis brazos y la abrazo, inhalando el aroma de mi pequeña. Cuando me separo de ella, me doy cuenta de que estaba vestida con ropa diferente, seguramente sus abuelas lo hicieron. Se veía realmente encantadora con un vestido negro con flores rosas, zapatillas negras y medias blancas, su cabello recogido en dos coletas adorables que me derretían de amor. Logan aprovecha y acaricia suavemente el cabello recogido de Liv, llamando su atención. Ella finalmente salta a sus brazos y yo me pongo de pie. Me hacía mucha falta—. Hoy me divertí mucho.Qué alivio.—¿Sí? ¿Jugaste mucho con tus abuelas?—Sí.—¿Y fuiste una buena niña? —Pregunta Logan, su voz llena de curiosidad.—Siempre soy una buena niña, papá. —Me río y Logan abre la boca sorprendido por su respuesta. Liv gira su cabeza un poco, intentando mirarme—. Mami, ¿verdad que siempre soy una buena niña?Sonrío enternecida por la dulzura de mi hija y
Liv no debió ver algo así. Estaba muy asustada; incluso podía sentir cómo temblaba y se aferraba a mi cuello con fuerza. Sin decir nada, y recordando el camino, subo las escaleras hasta llegar a la antigua habitación de Logan. Respiro aliviada al ver que la puerta estaba sin llave y entro en ella, ignorando el mundo exterior.Miles de recuerdos me golpean sin aviso: risas, susurros y momentos compartidos. Pero en este instante, no podía pensar en otra cosa que no fuera la estabilidad emocional de Liv. Con cuidado, la bajo de mis brazos y la siento en la cama de su padre. Ella miraba la habitación con confusión; creo que en este tiempo jamás había estado aquí. Qué raro.—¿Estás bien, pequeña? —pregunto con voz tranquila, mientras secaba las pequeñas lágrimas que bajaban libremente por sus mejillas.Liv se aferra a mi brazo, manteniéndose cerca de mí, con un evidente miedo. Maldita sea, ¿por qué ese hombre decidió venir justamente hoy?—No me gusta ver a papi molesto —murmura con la voz
—Creo que lo mejor será que regresemos a casa. —Niego una vez más y trato de respirar hondo, intentando controlar mis náuseas. Logan se aleja de mí un momento y, cuando vuelve, me da una botella con agua. Se veía bastante preocupado—. Larissa, estás muy pálida.Ya estábamos a mitad de camino a mi antiguo hogar. Todo iba de maravilla; Liv estaba de buen humor, Logan y yo también, pero nuestro pequeño bebé parecía estar muy sensible. Unos veinte minutos después de iniciar el viaje, comenzaron las fuertes náuseas que nos hicieron detenernos tres veces. Esta última, en medio de la carretera, donde finalmente pude vaciar mi estómago.Aún así, me sentía terrible.—No, solo nos queda una hora de viaje. —Finalmente le respondo, después de tomar un poco más de agua—. Regresar no me hará sentir mejor.—Pero...—Además, al llegar podemos pasar, por precaución, al hospital. —Logan me mira sin estar completamente convencido—. Sabes que esto es normal. Las náuseas y el vómito son parte de estar emb
—Estás loca... Estás completamente loca, Larissa. —A Mackenna ni siquiera le interesaba que Logan estuviera a unos cuantos metros de nosotras, jugando con Liv—. Dijiste que era un encuentro para que Liv conociera a su padre y ya.—Lo sé, pero...—Veo que disfrutaste más que Liv. —Me regala una sonrisa lasciva y yo la golpeo en el hombro—. ¡Te vas a casar y estás embarazada del amor de tu vida!Ambas estábamos sentadas en una mesa en el restaurante del resort. Logan ya había hecho el pedido e incluso había invitado a Mackenna a comer con nosotros. Afortunadamente, estaba en su hora de descanso y podía hacerlo.—¡Lo sé! Todo esto es tan loco, parece un sueño... Aunque no todo ha sido color de rosas. Casi nadie de la familia de él está de acuerdo, su abuela solo me aceptó por este bebé y, bueno... la ex de Logan...—¿Hay una ex? —Asiento al mismo tiempo que suspiro—. Ay, Larissa... De todos modos, no les prestes demasiada atención. Te estás casando con Logan, no con su familia, y sobre s
—¿Este es el colegio donde estudiaba Liv? —Logan mira atentamente los alrededores y sonríe satisfecho al darse cuenta de que, en realidad, Liv nunca pasó necesidades y que fue educada en un lugar bonito y educativo.Con algunas fallas, pero son cosas que siempre pasaban en los colegios. No era responsable de la crianza que tenían los demás con sus hijos.—Sí... A pesar de que vivíamos en un pueblo pequeño, no puedo quejarme de las cosas que hay aquí. —El pelinegro me mira y sus ojos me transmitían un aura llena de energía positiva. Logan estaba aliviado, aunque también culpable de no haber vivido nada de esto.—¡Mira, papá! —La pequeña mano de Liv sostenía la de Logan y lo jala dentro del colegio. Ella se veía feliz y motivada por regresar. Definitivamente, lo único que necesitaba para estar bien era a su padre—. Este era mi salón de clases y aquel era mi puesto. En esa ventana podía ver el jardín y me gustaba mucho. —Luego lo jala de nuevo y, con esa energía chispeante de siempre, lo
Después de que Logan llevara a una dormida Liv a su habitación, cierra la puerta tras de él y se acuesta a mi lado. Toma una de mis manos y se queda en silencio, esperando a que inicie la conversación. Sabía que era un tema delicado. —¿No tienes una casa dónde ir? —Finalmente, decido esquivar el tema e intentar lograr un momento divertido con mi prometido—. Desde que te conté sobre el embarazo, no has vuelto a dormir en tu departamento. Logan bufa divertido y continúa jugando con mi mano; luego se la pone en la cara y comienza a hacer gestos extraños, lo cual me hace sonreír. —Es que se rompió un tubo de agua en el baño y se inundó todo el departamento. —Me río entre dientes y me giro para verlo mejor—. Pude haber muerto ahogado. —Tonto... —Esta vez soy yo la que le acaricia la mejilla—. Gracias por hacerme sonreír, incluso cuando me siento tan mal. —Sé que es complicado. Por ahora, solo quiero ser tu compañía. Cuando decidas hablar del tema, aquí estaré. —Es lo único que me dice
—¿Y bien, Logan? —pregunto una vez más después de un largo rato de silencio, tiempo en el que el pelinegro solo se queda mirándome y sudando como loco, sin saber qué responderme— Estás ocultándome algo, ¿verdad?—¡No! —sale de su estupor y acorta la distancia entre los dos— No te estoy ocultando nada.—¿Entonces por qué estás tan nervioso? —Logan se pasa la mano por el cuello, frotándolo varias veces, una clara señal de nerviosismo— Te conozco, sé cuándo estás mintiéndome. ¿Qué pasa? ¿Te estoy causando problemas con tu familia, es eso?—No... —toma mis manos y luego me abraza con delicadeza. Su calor inundaba mi cuerpo y, al respirar su aroma, de alguna manera me tranquilizaba— No es nada sobre ti... Solo son temas de trabajo.—¿Trabajo?Me separo de su cuerpo y lo miro preocupada, pero al mismo tiempo desconfiando de su palabra. No era porque no confiara en él, sino porque mi instinto me decía que aquí había algo más.Desde ayer estaba extraño.—Sí, es sobre el despido de una trabaja
—¿Les ha quedado claro todo? —Victoria nos preguntaba con voz dura y Logan y yo solo asentimos para no crear conflictos con ella— Más les vale, no quiero errores ese día. Suficiente con los que ya me están ocasionando.—Victoria...—Suegra, quizás usted quiera tapar el sol con un dedo, pero yo no, y hasta el último día voy a expresar toda mi negativa hacia esta unión. Ambos se están equivocando. —Vuelve a atacar la mujer y yo bajo la cabeza, abatida. Era increíble que, después de todas las cosas bonitas que habíamos vivido hoy, unas simples palabras de la madre de Logan fueran capaces de derrumbarme.—Larissa, levanta la cabeza. —Ordena el pelinegro. Puedo escuchar el bufido lleno de impotencia de su madre— Vamos, hazlo. No tienes de qué avergonzarte, no has hecho nada malo.Después de que Logan me ordenara una vez más levantar la cabeza, finalmente decido hacerlo y miro a la mujer que tanto me había odiado por amar a su hijo.—Vas a arruinar a mi hijo, Larissa... Que te quede bien cl