Bodolf subió hasta la habitación donde se encontraba Selena. Ella permaneció acostada por indicaciones del médico. Escuchó los pasos acercarse; debía ser él, debía ser el hombre que logró lastimarla de aquel modo sin importarle nada. El pelirrubio entró al dormitorio y se acercó a ella, con una actitud un tanto arisca Selena se volteó de lado para no verlo.—Sé que estás enojada conmigo. Pero tienes que entender que eres mi mujer y no puedes rechazarme como a cualquier objeto. —dijo posando su mano en el hombro de la pelirroja.—¡No me molestes por favor! —contestó y se apartó de él— sigo sin sentirme bien. —espetó.—¿Qué te dijo el médico? —Bodolf indagó previamente antes de hablar con la chica, no podía correr el riesgo de que el médico hubiese dicho algo diferente a lo que le indicó Caleb mientras iba por él.—Dice que fue sólo una reacción de mi cuerpo al recibir el golpe que me has dado. —respondió con enojo sin mirarlo. —No quería hacerte daño. Sólo deseaba que pasáramo
Ambos parecían ansiosos en su habitación, Edwar pensando en que no debía dejarse llevar por sus impulsos nuevamente, y Selena deseosa de que Bodolf terminara de irse, aunque tratando de convencerse a sí misma “No puedes pensar en acostarte con el hermano de tu esposo” “Edwar también te engañó y dejó sola, no es tu culpa lo que ocurrió luego” “Deja ya de pensar en él, relájate, todo va a estar bien” y esta última frase es precisamente la que la llena de dudas, porque no puede dejar de pensar en él ni un sólo segundo y porque estando frente a él, nada estaba bien.Bodolf entró a la habitación justo para despedirse de ella, se acercó a la pelirroja y se sentó al borde de la cama.—Regresaré pronto, espero te portes bien y no estés inventando cosas, ¿eh?—¿A qué te refieres? —preguntó ella en tono hostil.—Selena, amada mía, sé que crees que soy un monstruo porque tuve que usar ciertas estrategias para convencerte de casarnos, pero no fue así. Cuando tu padre vino a ofrecerte yo estab
Mientras Edwar disfrutaba de la tibieza del sol y sonreía junto a Arlet en el jardín, Selena lo observaba discretamente desde la sala principal. Verlo junto a aquella mujer despertaba celos en ella. Sólo imaginar que la hermosa enfermera pudiera conquistarlo, le generaba emociones incontrolables. Aquel hombre no sólo era excesivamente apuesto, era un amante increíble; Selena revivió aquella noche junto a él una vez más, recordó como su cuerpo se estremecía al sentir dentro de ella los movimientos pélvicos y ondulantes del lycan, su fuerza, el deseo que se reflejaba en su mirada y el sabor de sus labios devorando los suyos. Instantáneamente sintió como su vagina se humedecía y como se movían intermitentes sus paredes vaginales tras la idea de volver a contener su sexo eréctil dentro de ella. La pelirroja, caminó hacia el bar que estaba situado en un rincón de aquella sala, el cual estaba finamente decorado con elegancia y buen gusto, las paredes revestidas con madera oscura y adorn
Selena se acercó a la cama y él se incorporó ligeramente para recibirla. La pelirroja se sentó a su lado, de frente hacia él, se inclinó buscando sin dudar aquellos labios. Edwar no pudo contenerse, no después de haber deseado que ella llegara hasta su habitación. Mas, no con la intención que fue la chica ¿o quizás sí? Era tonto engañarse, era tonto negar que también deseaba estar con ella. Quería poder decirle que la noche que supo que ella estaba casada con Bodolf, no pudo dormir durante toda la noche imaginando que se entregaba a su propio hermano, pensando en que otro hombre la hacía suya, que moría de celos y de impotencia.Cuando sus labios se unieron en un beso apasionado, ambos sintieron sus cuerpos estremecerse como si una descarga eléctrica se traspasara del uno al otro, intercambiando sus energías, su esencia. Selena acarició el pecho semi desnudo de Edwar, mientras él amasaba y acariciaba sus desnudos y turgentes senos. Aquellas caricias eran apenas un pequeño abreboc
Como dos lobos insaciables, Selena y Edwar vuelven a amarse esa noche. El lycan no desea salir de ella, ni ella dejar de tenerlo dentro de su cuerpo. Todos los prejuicios y sus egos quedan a un lado ante la necesidad de amarse y poseerse. La pelirroja ha olvidado las palabras de Bodolf sobre la traición de su hermano con su ex esposa y Edwar se desprende de sus dudas, y el hecho de que ella haya podido estar con Bodolf resulta irrelevante en ese preciso instante. Es como si estando juntos, todo careciera de importancia, y solo ellos dos y aquel extraño deseo que los envuelve y seduce de manera inevitable e irrevertible, fuese su única razón de vida.Selena siente al lado de Edwar que está a salvo de todo, el único lugar en que se siente segura es entre sus brazos. Ninguno de ellos desea desaprovechar aquella segunda oportunidad que la vida le da. ¿Es esa su única oportunidad para volver a amarse? Quizás sí, pero de no ser así, esa es la excusa perfecta para estar a solas y devorarse
Aquel encuentro entre Selena y Edwar había sido perfecto, era como si el espacio y el tiempo coincidieran para que sus almas gemelas se reencontrasen en el mundo físico. Sus miradas se reflejaban la una a la otra y una conexión profunda y poderosa los dejaba sin aliento, deteniendo el tiempo a su alrededor.Sólo ellos existían en aquel universo paralelo.Al igual que sus cuerpos compenetrados, sus almas gemelas se acercaron lentamente como si fueran atraídas por una fuerza magnética irresistible que los empujaba a unirse. Cada caricia y cada beso los acercaba más profundamente, más íntimamente, más reveladoramente, mientras sus corazones latían al unísono y sus almas se reconocían en un nivel espiritual y emocional trascendiendo lo físico y lo racional.Una emoción indescriptible los embargó, un sentimiento de plenitud y completitud que los envolvía en un abrazo invisible, pero poderoso. Se miraron nuevamente a los ojos y a través de ellos, vieron la imagen de su propia alma reflej
Cuando Edwar llegó acompañado de Arlet para desayunar, se encontró con la noticia del regreso de su hermano. Al verlo, Selena no sólo se sintió incómoda sino celosa al percibir que venía acompañado de su linda enfermera. —Buenos días, Bodolf. No pensé que volvieras tan pronto —repitió la misma frase de la pelirroja, y el lycan sonrió con sarcasmo.—Logré desocuparme antes, además no quería estar ni un segundo lejos de mi esposa. Anoche fue inolvidable, ¿verdad mi amor? —Selena sonríe y asiente con el propósito de hacer enojar a su amante— Veo que estás muy bien vestido ¿pensabas salir a dar un paseo? —el comentario de su hermano irrita a Edwar.—Pensé, como te comentaba, que tardarías en volver. —Bofolf frunció el ceño y Edwar quiso aclarar sus dudas— Me disponía a ir a la empresa, ya que como estuve ausente en estos días, ahora que tú tampoco estabas, pensé que era lo más conveniente.—En eso tienes razón, no es recomendable que la empresa sea desatendida. Pero, hazte cuenta qu
Luego de ponerse al día en los asuntos de la empresa, intentando no enfocarse en lo que podía estar pasando entre Selena y su hermano, Edwar sale de su oficina para dirigirse a la clínica donde minutos atrás, Arlet concertó una cita con uno de los especialistas más importantes de la ciudad. Minutos más tarde, aguarda impaciente ser atendido, aunque no quisiera le aterraba la idea de pensar que su condición física no pudiese revertirse y recuperar sus movimientos. Necesitaba volver a caminar. Necesitaba retomar el rumbo de su vida y tomar las decisiones que no tomó mientras estuvo con Beatrice. Arlet lo miraba con entusiasmo y de vez en cuando colocaba su mano en el hombro del lycan para reconfortarlo con una suave caricia.—Todo va a estar bien, siento que tendrá excelentes noticias del médico. La Dra Ojeda es una de las más reconocidas e importantes del país, ha operado a muchos deportistas y artistas. —¿Es una mujer? —preguntó con aspaviento.—¡Sí! ¿Tiene algo de malo? ¿No m