Como dos lobos insaciables, Selena y Edwar vuelven a amarse esa noche. El lycan no desea salir de ella, ni ella dejar de tenerlo dentro de su cuerpo. Todos los prejuicios y sus egos quedan a un lado ante la necesidad de amarse y poseerse. La pelirroja ha olvidado las palabras de Bodolf sobre la traición de su hermano con su ex esposa y Edwar se desprende de sus dudas, y el hecho de que ella haya podido estar con Bodolf resulta irrelevante en ese preciso instante. Es como si estando juntos, todo careciera de importancia, y solo ellos dos y aquel extraño deseo que los envuelve y seduce de manera inevitable e irrevertible, fuese su única razón de vida.Selena siente al lado de Edwar que está a salvo de todo, el único lugar en que se siente segura es entre sus brazos. Ninguno de ellos desea desaprovechar aquella segunda oportunidad que la vida le da. ¿Es esa su única oportunidad para volver a amarse? Quizás sí, pero de no ser así, esa es la excusa perfecta para estar a solas y devorarse
Aquel encuentro entre Selena y Edwar había sido perfecto, era como si el espacio y el tiempo coincidieran para que sus almas gemelas se reencontrasen en el mundo físico. Sus miradas se reflejaban la una a la otra y una conexión profunda y poderosa los dejaba sin aliento, deteniendo el tiempo a su alrededor.Sólo ellos existían en aquel universo paralelo.Al igual que sus cuerpos compenetrados, sus almas gemelas se acercaron lentamente como si fueran atraídas por una fuerza magnética irresistible que los empujaba a unirse. Cada caricia y cada beso los acercaba más profundamente, más íntimamente, más reveladoramente, mientras sus corazones latían al unísono y sus almas se reconocían en un nivel espiritual y emocional trascendiendo lo físico y lo racional.Una emoción indescriptible los embargó, un sentimiento de plenitud y completitud que los envolvía en un abrazo invisible, pero poderoso. Se miraron nuevamente a los ojos y a través de ellos, vieron la imagen de su propia alma reflej
Cuando Edwar llegó acompañado de Arlet para desayunar, se encontró con la noticia del regreso de su hermano. Al verlo, Selena no sólo se sintió incómoda sino celosa al percibir que venía acompañado de su linda enfermera. —Buenos días, Bodolf. No pensé que volvieras tan pronto —repitió la misma frase de la pelirroja, y el lycan sonrió con sarcasmo.—Logré desocuparme antes, además no quería estar ni un segundo lejos de mi esposa. Anoche fue inolvidable, ¿verdad mi amor? —Selena sonríe y asiente con el propósito de hacer enojar a su amante— Veo que estás muy bien vestido ¿pensabas salir a dar un paseo? —el comentario de su hermano irrita a Edwar.—Pensé, como te comentaba, que tardarías en volver. —Bofolf frunció el ceño y Edwar quiso aclarar sus dudas— Me disponía a ir a la empresa, ya que como estuve ausente en estos días, ahora que tú tampoco estabas, pensé que era lo más conveniente.—En eso tienes razón, no es recomendable que la empresa sea desatendida. Pero, hazte cuenta qu
Luego de ponerse al día en los asuntos de la empresa, intentando no enfocarse en lo que podía estar pasando entre Selena y su hermano, Edwar sale de su oficina para dirigirse a la clínica donde minutos atrás, Arlet concertó una cita con uno de los especialistas más importantes de la ciudad. Minutos más tarde, aguarda impaciente ser atendido, aunque no quisiera le aterraba la idea de pensar que su condición física no pudiese revertirse y recuperar sus movimientos. Necesitaba volver a caminar. Necesitaba retomar el rumbo de su vida y tomar las decisiones que no tomó mientras estuvo con Beatrice. Arlet lo miraba con entusiasmo y de vez en cuando colocaba su mano en el hombro del lycan para reconfortarlo con una suave caricia.—Todo va a estar bien, siento que tendrá excelentes noticias del médico. La Dra Ojeda es una de las más reconocidas e importantes del país, ha operado a muchos deportistas y artistas. —¿Es una mujer? —preguntó con aspaviento.—¡Sí! ¿Tiene algo de malo? ¿No m
—Creo que sí —Esther sonrió y Edwar exhaló un suspiro.— Va a depender de estos últimos resultados. Cuando te dije que saldrías caminando, no bromeaba, Ed. —Gracias Esther —sujetó las manos de su amiga y las besó. —No tienes que agradecerme. Sólo necesito que me cuentes toda la verdad. ¿Qué ocurrió entre tú y la esposa de Bodolf? ¿Por qué huiste con ella?Edwar comenzó a contarle desde un principio como ocurrieron las cosas entre él y aquella humana, como poco a poco y sin darse cuenta se vio involucrado con su cuñada y todo lo que pasó luego entre ellos. Esther lo escuchaba atentamente, analizando todos los hechos y palabras de su ex cuñado.Para la elegante mujer, aquella historia trajo a su mente algunos recuerdos de su relación con el pelirrubio…***—No puedes desecharme como a un objeto Bodolf. —Esther respondió indignada. —¿Qué Esperabas Esther, eh? ¿Qué me casara contigo? Eres una más de la manada que se metió en mi cama. Yo nunca te prometí amor ni mucho menos un com
Selena se recuesta en su almohada, absorta en sus pensamientos; de su mente no sale la idea de volver a estar con Edwar, lo desea, necesita sentirlo, todo en ella reclama sus caricia y su sexo; se está volviendo adicta a las emociones y sensaciones que sólo él puede ofrecerle.Piensa en su conversación con Bodolf sobre sus encuentros sexuales y espera que él realmente acepte lo que le ha sugerido, sexo consensuado. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, pues el lycan es un hombre obsesivo y quiere hacerla suya cuando le venga en ganas. Aún así debe ser cuidadoso, no puede permitir que ocurra lo mismo que hace días atrás cuando quiso forzarla a estar con él y terminó haciéndola perder el embarazo.Nada puede ser más importante para él que seguir siendo el líder, aunque deba deshacerse de sus deseos perversos y darle una tregua a la pelirroja de por lo más de un mes, mientras su embarazo esté en evolución. Tres meses es poco y a la vez, puede ser mucho para quien está acostumbrad
—Sr Edwar —entra Pilar, ansiosa, hecha un manojos de nervios— ¿La Sra Selena está en su habitación? —pregunta la mujer.—¿Qué ocurre, Pilar? —responde éste, intentando entender lo que está pasando. —Es que el Sr Bodolf va hacia su habitación y yo vi cuando su esposa entró aquí. —Edwar no tiene más opciones que decir la verdad, sabe que Pilar es la única que puede ayudarle en esa situación por lo que asiente y le pide a Selena salir de donde se oculta.—Selena, ven por favor —La chica sale del baño. Edwar entonces le pide a la empleada ser su coartada.— Ve con Pilar. —le ordena y la pelirroja sale de la habitación. La empleada la lleva hasta la cocina, mientras le sirve en una copa un poco de postre.—Sólo dígale que vino hasta aquí por algo dulce para comer, dígale que tuvo un antojo, por favor. —le sugiere la mujer con firmeza.—¡Gracias, Pilar! No sé que decirle la verdad, es algo que ni yo misma logro entender.—No se preocupe, pero por favor, no vuelva a hacerlo. Ya fue s
A pesar de que Bodolf ha logrado mantener a Selena distanciada de su hermano, no deja de seguirle la pista. —¿Qué deseas Margaret? —pregunta el lycan al ver que la asistente de su hermano entra a su oficina.—¿Cómo estás Bodolf? —Supongo que bien, pero a qué debo tu visita. —insiste en saber.—Tengo información que tal vez te interese. —dice la mujer con una sonrisa perversa. —Termina de hablar, no tengo todo el día para escuchar tus chismes. —la mujer lo mira desconcertada.—Creo que mejor regreso luego —responde sintiéndose indignada.—¡Ufff! Un ataque de dignidad —comenta en tono sarcástico.— No irás a ningún lugar. —le ordena. —No es justo que me trates así, siempre te he servido con lealtad. —¿Lealtad? Vamos no tienes que fingir conmigo. Me eres leal porque te doy un buen pago cuando me traes información relevante. Si Ed te pagara, serías capaz de venderme sin dudarlo. La mujer apreta los puños, Bodolf resulta detestable cuando se lo propone.—Pues bien, es justa