El reloj en el escritorio de Kylian marcaban las 9:30 de la noche. Estaba esperando a que sus hombres le dijeran exactamente a donde había ido a parar Nicole. No le importaba lo que hiciera la pelirroja, pero le causaba curiosidad su ubicación actual.
Zeus estaba mordiendo uno de sus juguetes ruidosos, haciéndolo perder cada vez la inexistente paciencia que tenía. La información del piloto ya la había leído y nada le parecía interesante o relevante. El tipo era un inútil y tenía un ingreso decente. Nada llamativo, pero no podría darle una buena vida de lujos a nadie. Un asalariado más. —Está en Dream night con Selene. Llegaron hace unos 20 minutos y se fueron al ala VIP —le informó Matt, entrando a la oficina. —Qué pequeña se volvió Irlanda para ella —suspiró—. ¿Cómo llegó a mi bar? —Eres dueño de casi todos los bares, clubes y discotecas de moda de la ciudad, Kylian. Es imposible que no asista a alguno. —Me debe estar siguiendo... —se levantó de su silla—. Zeus, vamos a trabajar. Su perro se levantó con su juguete y siguió a su dueño. —Kylian, déjala ser. La chica está limpia y no tiene una mala vida. No sabe de la mafia y solo le gustan los animales. Pagó sus deudas siendo modelo y se retiró. Está limpia —le pidió Matt. —Sus tíos están preocupados por su relación. Soy amigo de la familia y no quiero dramas en mi vida. Voy a trabajar y puede ser que le preste un poco de atención por un instante. Luego vuelvo a la normalidad —le explicó. —No la dañes si tú no... —Déjalo así, Matt. No te metas en mis asuntos y ve para otro lado —lo miró—. La vida no es color de rosa y no lo voy a dejar pasar. Si me meto con ella o no, es mi jodido territorio. Si decido destruirla, es mi puto país en el que ella decidió estar —Kylian lo miró con frialdad—. Así que, tú te callas y me obedeces. —Te vas a arrepentir. Ella no es... —Y tú no la puedes consolar y tampoco mirar. Es una orden de tu Capo —le advirtió—. No te metas en lo que yo quiero y llevemos la fiesta en paz. No te preocupes por Nicole porque ella está ciega por el piloto y yo jamás podré quererla. Salió de la oficina molesto por la actitud de Matt. No debía cuidar a una mujer con la que quería pasar solo una noche. Le cabreaba que la defendiera y ni siquiera la había conocido. ☆☆☆ Nicole y Selene estaban en la parte VIP del club nocturno. Era uno que estaba de moda y resultaba difícil ingresar. Ambas lo lograron por ser bonitas, pero esa suerte no la volverían a tener si el hombre de seguridad era cambiado. Nicole tenía una falda corta roja y un crop top de tirantes del mismo color. Dejaba ver su ombligo y aunque tenía un blazer, no se lo puso por el calor. Botas hasta más arriba de las rodillas de color negro y su cabello recogido en una cola alta. Selene estaba vestida igual, pero su ropa era blanca. La temática del club esa noche era "Twins". Si no te parecías, podías usar la misma vestimenta. —Dos mojitos, por favor —pidió Selene, cuando se sentaron, después de bailar un rato—. ¿Entonces te vas a casar? —le preguntó, regulando su respiración. —No estoy segura. Siento que después de pedirlo y esperarlo tanto... —apoyó una mano en su mejilla—. Ahora que se me da no sé cómo sentirme. Selene la miró y la abrazó. Ellas son mejores amigas y las únicas solteras del grupo. Ambas estaban teniendo dificultades en su relación con sus pilotos, pero a diferencia de Selene, ella no lo estaba haciendo por aparentar. —Vamos a beber hasta olvidar nuestros nombres, Nicole. Ahí veremos si se te ocurren mejores ideas. —¿Y a ti? —el bartender le entregó los mojitos, después de guiñarles un ojo—. ¿No se te ocurre nada ahora? —Yo ahogo mis penas en alcohol una vez al mes —le sonrió—. ¡Bebamos como si el mañana no existiera! —¡Sí! ¡Hasta olvidarnos de quienes somos! —siguió Nicole. Ambas mujeres se tomaron la bebida a fondo blanco y fueron nuevamente a bailar después de dos shot de tequila. Kylian se encontró con Nikolas en el área VIP del club, viendo como las chicas estaban pasadas de copas y varios hombres intentaban acercarse. —¿Por qué no intervienes? —le preguntó al griego, al verlo cabreado. —Es mi mejor amiga y le doy espacio. Solo la estoy cuidando de lejos. Kylian tenía el club lleno de su gente y aunque Nicole parecía pasarla bien, no le gustaba que ella estuviese tan fuera de sí. Parecía feliz y desenfrenada, pero no le gustaba verla tan borracha. De la nada, pusieron la canción Beautiful Things de Benson Boone y los asistentes empezaron a cantar a todo pulmón. Nicole se movió de manera sexy, o mejor dicho, lo sexy que una borracha sin sentido común en ese momento podía generar. Él sonrió, después de todo, estaba disfrutando la vista. Dos hombres se acercaron a ellas para tratar de perturbar su paz. Kylian se encontraba sentado en el bar observando la situación. Nicole frunció el ceño y le dijo algo al oído a Selene. Ambas encararon a los sujetos, que alzaron las manos y se fueron. Las chicas se rieron y caminaron directamente al bar. Bueno, Selene fue detenida por Nikolas y Nicole se cuenta se dió. Miró a Kylian y frunció su boca, llamando la atención del mafioso. —Siempre que te veo digo que te me pareces a alguien... —arrastró sus palabras, obteniendo otro mojito. Kylian casi mata con la mirada al bartender, quien cambió la bebida por agua con gas—. ¿Por qué me quitaste mi bebida? —lo señaló al recibir otro vaso—. Sabe horrible... Kylian se rió, pero no dijo nada. —Como te seguía diciendo... te me pareces a alguien —balbuceó—. Yo conozco a un idiota que se quiere acostar conmigo, pero no entiende que no es mi tipo de hombre. A mí me gustan los hombres fuertes, pero cariñosos, dulces... lindos... y que no sean imbéciles —lo señaló—. Te pareces a ese hombre... me caes mal. Siento que te odio. —Yo soy mejor que el idiota de tu novio y cualquier tipo que tú puedas conocer —le comentó, tomando de su vaso de whiskey—. Solo que no quiero ser un caballero contigo. Tú eres una mujer que quiere matrimonio y una vida rosa —ella hizo pucheros—. Yo no puedo darte eso. Todas las mujeres buscan es jugar con los sentimientos de uno y no estoy dispuesto a arriesgarme tanto. —Me imagino que ya conociste a todas las mujeres que hay en este mundo —se burló—. Yo no tengo la culpa de que tú eligieras a una mujer que no quería ser amada por ti, pero yo voy a hablar por mí —lo señaló, él miró su bonito dedo—. No quiero casarme, solo quiero tener una relación en donde sentirme amada y segura. Viernes de películas y domingos de estar todo el día en la cama. Quiero una familia de dos. No está mal ser una mujer que quiere matrimonio y una vida rosa en mi hogar. Si quisiera una guerra, para eso tengo la calle. —Yo hago las guerras, cariño —le guiñó un ojo. —Pero yo necesito paz. Tú pareces un hombre peligroso y produces miedo. También estás herido y con la gente así hay que tenerle cuidado. Si salgo embarazada capaz me dejas siendo madre soltera y... Giró su silla y la arrastró hasta dejarla frente a él. —No reflejes los deseos del inútil de tu novio en mí —la tomó por sus mejillas y el roce de sus narices era inevitable—. Te daría el universo entero si llevaras a mi hijo, pero no quiero. No quiero hijos y no quiero responsabilidades. Solo Zeus es quien tiene mi atención. Ella sonrió y besó la punta de su nariz. —Hasta los perros con rabia tienen cura —él miró su boca y luego esos ojos brillantes que lo estaban haciendo perder la paciencia—. No soy la mujer que te lastimó y no quiero nada que venga de un hombre que cree que puede arreglar las cosas siendo un bruto —ella puso su mano sobre la de él—. Me estás lastimando y mientras tú sigas siendo así, no obtendrás más que rechazos de mi parte. —¿Qué estás queriendo decir? —soltó su agarré y miró que sus mejillas estaban rojas. —No lo sé, piensa un poco. Te he dado suficiente educación gratuita cuando no te mereces nada —le sonrió—. ¿Puedes soltarme ahora? —lo miró con diversión, él asintió y obedeció—. ¿Qué haces aquí? —Soy el dueño de todos los locales de moda de la ciudad —le respondió y la volvió a poner en su lugar—. Siempre inspecciono en las noches mis cosas. Quería tener todo en orden antes de irme a dormir. —Y además mentiroso —se rió, Kylian sonrió genuinamente—. Edúcate un poco y vuelve a buscarme. Puede ser que la próxima vez te preste atención —se levantó y se tuvo que agarrar porque se mareó—. Tú pareces un animal sin ley y la vida no es así. Todo el mundo necesita reglas y tú pareces educado para muchas cosas, pero no para tratarme. —Edúcame tú. —No me pagas para darte clases particulares —se acercó y le dió un beso en la mejilla para despedirse—. Tú tienes el aspecto de Zeus y la personalidad de Ezequiel. No me puedo arriesgar a perder mi tiempo educando a alguien que solo quiere hacer su voluntad. Kylian tomó su rostro con delicadeza esta vez y ella sonrió. —Te dejaré educarme —dijo ronco—, si eso me permite tenerte en mi cama... —Entonces sigue siendo Ezequiel, Kylian —se alejó de él. El mafioso suspiró y vió llegar a Nikolas más molesto que antes. —Nicole quiere educarme. —¿Educar al mafioso? —se burló el griego. —Sí... —y el hombre estaba pensando sinceramente aceptar su juego. Kylian no lo sabía, pero no era Nicole que había caído en las garras de él.Nicole lo había dejado ahí sentado sin importarle lo que le había dicho. Para empezar, ella no estaba segura de si era él. Quiso decir cada palabra, pero no supo si había alucinado o era verdad. Ella siguió bailando y tomando a su antojo, no le importaba nada más. Solo quería sacar la amargura y dolor de su pecho. Sentía como si su corazón se partiera en pedazos, pero sabía que saldría de eso. De tantos desplantes que le había dado Iker a ella, se había acostumbrado y el dolor era momentáneo. Hoy estaba triste porque después de tanto pedirlo, Iker le dió lo que esperaba, pero simplemente, el tiempo ya había pasado.¿Qué otro problema podría tener Iker? Qué ella nunca fue prioridad para él. Nicole siempre lo esperó, siempre lo entendió, siempre, siempre estuvo y fue prioridad para ella... en cambio, él...—Hoy no puedo, Nicole.—Hoy no tengo dinero, Nicole.—Quiero salir contigo, Nicole, pero no puedo porque... Siempre había algo primero que ella. Iker salía con sus amigos, con su fam
Habían pasado algunas semanas desde la última vez que Nicole y Kylian se vieron. Eso no quiere decir que la pelirroja no estuviese siendo vigilada. Lo estaba, solo que la chica no lo sabía. El mafioso le dió la libertad de hacer lo que quisiera, pero estaba perdiendo la paciencia. ¿Por qué tenía que esperar por ella? Nadie le decía que hacer y ella no sería la primera. Nicole era el tipo de mujer con la que no puedes involucrarte más de una noche. Ella te va a exigir y reclamar tiempo. Pedirá salidas y mucha atención. Una mañana invadirá tu habitación y después se adueñará de tu mansión. Es del tipo de mujer que te va a pedir todo mientras llora para conseguir su fin.—Zeus, apestas a perro mojado —se quejó del olor de su mascota—. ¿Por qué en la peluquería no te trataron? Zeus lo miró, se levantó de su cama y se fue a tomar agua indignado.—Ahora el perro me ignora —Zeus le ladró—. Bueno, eres un animal, Zeus. Apestas a rayos y sí, eres un perro —lo señaló.El pobrecito del Cane Co
*Todo está listo, jefe. Esperamos sus órdenes.*Kylian leyó el mensaje y sonrió. Sentía orgullo por lo rápido que trabajaba su gente. Tenía las horas contadas para hacer todo lo que debía. Disfrutaría ver arder a gente sin importancia y se encargaría del hombre en su sótano. —Zeus, vendrás conmigo, pero esta vez debes cuidar a Nicole mientras comemos. Serás mis ojos si yo me descuido —se agachó y le puso un corbatín verde—. Quiero que vea lo buen muchacho que eres. Zeus abrió su boca para jadear, simulando una sonrisa. Kylian lo abrazó y se sentó a su lado. —Tú debes oler y cuidar a las mujeres buenas e inocentes. Debes alejar a todas las que quieran herirme —su fiel compañero lo miraba como si entendiera—. Tú tienes mejores vistas que yo. Sálvame de todo lo que yo no veo, Zeus. Las mujeres son un arma letal y yo no quiero volver a morir en manos de una.Zeus ladró y Kylian sonrió. Sintió como su pequeño cachorrito entendió lo que quiso decirle. Matt entró a la habitación y observó
La cena había transcurrido sin problemas. Fue divertida y hablaron lo suficiente como para cansarse y salir del restaurante cuando cerró. El tiempo les pasó en un abrir y cerrar de ojos. Estaban tan metidos en lo que estaban conversando, que la hora fue tan corta que no querían que terminara. Sabían que era probable que al llegar a la habitación todo cambiara. El mafioso perdió la noción por un segundo mientras iban subiendo en el ascensor. Miró su celular y respondió el mensaje que le había sido dejado temprano.*Que el hombre vea como se queman todos. Que nadie salga y parezca una fuga de gas. No quiero errores.*—¿Kylian? —la voz de Nicole, lo saca de su mundo.—Lo siento, ¿estabas diciendo algo? —ella alzó una ceja—. Estaba recibiendo información de unos animales rebeldes en uno de mis refugios.—¿Todo bien? —él asintió—. Vale, es que Zeus y tú vienen de verde. ¿Qué si te gusta ese color?—El verde nos define a nosotros —era el color de la mafia irlandesa—. Zeus destaca más y se
El ladrido de Zeus en la puerta anunciaba que ya había amanecido. Kylian se dió la vuelta y miró a Nicole profundamente dormida. Sus cabellos estaban regados por toda la cama, pero le era imposible ver su rostro, ya que estaba cubierto. La respiración de la chica era pausada y no ocupada tanto espacio a su lado. De hecho, ella casi ni lo tocaba. Estaba en la punta de la cama, como si el hombre tuviese algo contagioso.Otro ladrido de Zeus hizo que ella gimiera con una leve molestia, sonrió y se sentó en la cama. Tuvieron sexo hasta altas horas de la noche. Se detenían, hablaban y volvían a hacerlo. Kylian se levantó de la cama después de darle una última mirada y abrir la puerta de la habitación. Zeus estaba sentado viéndolo con mala cara, el pobre cachorro tenía un hambre terrible.—Me quedé dormido —se excusó, él llevaba puesto un short y calcetines—. No me veas así, a veces yo duermo también.Zeus pasó de largo y fue directo a la cocina que tenía la Suite, Kylian abrió la nevera y
Ambos se despidieron en el aeropuerto de Irlanda con la promesa de volverse a ver algún día. Intercambiaron números y se agregaron a las redes sociales. Por supuesto que él las tenía, no todo el mundo sabía que Kylian era mafioso y así sucedía con los hombres del Sacerdocio. Eran tipos que hacían negocios sanos y no todo el dinero era producto de la mafia. Entró al sótano y vió algo que le causó mucha gracia. El hombre había organizado la —fiesta—, en un territorio que no entra en sus cochinadas y había causado una incomodidad entre Nicole y él, logrando no tener quizás, su mañanero.—¿Te han tratado bien? —habló, llamando la atención del tipo—. No quería que tus últimas horas de vida terminen con una mala imagen de mí.—Solo queríamos al líder y cooperar... —el sonido de su voz fue forzado, parecía que le dolía la garganta—. Nunca pensé que todos... terminaríamos así.—Bueno, nadie te manda a estar en el territorio de gente peligrosa.—El anterior líder...—Mi padre es una cosa —se
Madrid-España.Casi un mes después...Ser un idiota debe ser una profesión muy bien pagada. Tal vez Nicole no era la mejor mujer para el sexo, pero creyó en las palabras de Kylian, cuando le dijo que le había gustado lo que había pasado, pero jamás por su mente pasó, que el hombre desaparecería después. Un mes se cumpliría en dos días, desde la última vez que supo de él. —Nicole —la llamó Selene, la pelinegra veía a su amiga y por más que quisiera ayudar, tampoco podía. Ella vivía huyendo de su destino en Grecia y las garras de su comprador—, ¿me quieres ayudar con estos postres? La chica dejó de ver por la ventana y fue hacia su amiga. Se sentía amargada y usada. Sabía perfectamente que ellos habían quedado en una noche juntos y más nada, pero ni un mensaje para preguntarle sobre cualquier cosa... nada.Nicole se sintió usada y se encasilló como objeto sexual. Perfecta para satisfacer a un hombre, pero no lo suficiente para que se queden. Iker no era mejor que Kylian. Solo de idiot
Nicole se repitió una y otra, y otra vez que probablemente, en lo que saliera de su habitación, iban a acabar con su vida. Estaba llorando porque la persona que consideraba una hermana, le había mentido. No es tanto que perteneciera a la mafia, Nicole podía pasarlo, pero el hecho de que Selene no confiara ella cuando prácticamente hasta se conocían lo más mínimo... O eso creía ella.En cuanto a Kylian... Dios, se había acostado con el tipo más peligroso del mundo. ¿Cómo supo que era el tercero en ese fulano Sacerdocio? Se lo leyó en los labios a Sasha. Probablemente, también la quiera asesinar. Todos. Ella había leído, había visto como era la mafia y el peligro que eran. Murieron personas en ese incendio y la actitud de Kylian al hablar... —Dios mío... él dijo que no podría salir de viaje si fuera mafioso... pero también me mintió. Todos me mienten. ¿Es qué soy poco confiable? Temen que yo pueda... —no dijo más nada y se metió a bañar para despejar su mente. Le ardían los ojos y no l