Cruce mis brazos evitando el contacto con mi esposo, intentando analizar todo lo que hablamos en ese momento, desesperada por encajar todas las piezas o por descubrir la inconsistencia de la declaración de Mark— En una de las recepciones que fuimos tu y yo, Melisa me abordó en el cuarto de baño, diciéndome que aun seguías acostandote con ella — le dije— Bueno aparentemente te mintió, porque no era verdad, no me he vuelto a acostar con ella Sofía, solo paso lo que te explicado, la deje creer que estaba por ella, para poder despedirla aun a conciencia de que lo sabían mi hermano y mi abogado — me dijoMe fije en que mi esposo no apartaba sus preciosos ojos verdes de mi, le mire yo tambien buscando en sus ojos, donde estaba la mentira y la franqueza con la que me estaba hablando, aunque ya me sentía aturdida y desorientada, como si las acusaciones que yo le profería hubieran dado una vertiginosa vuelta, ya que no sabia que creer aunque seguía dolida con el— Sofia cariño, no como decir
Después de hablar con mi madre, me marché del salón hacia mi dormitorio, recogí algo de ropa de mi armario y mis cosas personales, marchando hacia la entrada del salón dejando mi pequeña maleta en la entrada de la casa volviendo hacia el salón para despedirme de mis padres. Cuando entre me acerque primero a mi padre que estaba sentado en un sillón, dándole dos besos, abrazandome él muy fuerte, mirandome después— No vuelvas a tardar en venir hija, te echamos mucho de menos — me dijo— Te lo prometo papá, vendré más a menudo, no te preocupes — le respondíDespués me fui hacia mi madre que estaba de pie al lado de la puerta del salón, abrazandonos las dos— Cuidate y procurar cuidar vuestro matrimonio, esos niños necesitan a sus padres unidos, Sofia si teneis algun problema otra vez con tu esposo, por favor hija, hablarlo los dos como personas adultas que sois — me dijoDespués de los abrazos y los besos de mis padres, me fui hacia la entrada de la casa encontrándome a mi nana en la pue
Muchos días me encontraba a mi esposo mirandome fijamente, aunque yo le apartaba la mirada enseguida, ya que sus preciosos ojos verdes me hacían que me derritiera y no podía dejar que cayera en su brazos por una simple mirada suya. El momento más duro supongo que para los dos era, cuando le apagamos la luz del dormitorio a mi hija, viendo quedarse de pie sin moverse a Mark en el pasillo, observando, cuando iba a cerrar la puerta del dormitorio donde yo dormía. viendo en sus preciosos ojos como me suplicaban en silencio que me fuera a la cama con él, aunque yo siempre fingía no entender lo que me decían. Prefería darme la vuelta dándole a Mark la espalda y caminando despacio hacia mi dormitorio, cerrando la puerta tras de mí.Los meses fueron pasando y ya tenía mi tercera cita con la ginecologa,faltaban dos meses antes de que mi bebe naciera, pero esta vez accedí a que mi esposo me acompañase, aunque a las demás citas siempre iba acompañada por mi madre, sin que Mark se atreviera a pro
Bajamos los dos del coche, acercandonos seguidamente a donde estaban los ascensores, subimos a él, bajando en la planta donde tenía Alice su despacho, la asistente se levantó enseguida que nos vio de su sillón acercándose a donde estabamos mi esposo y yo abrazandonos las dos, tocando la mujer con su mano y suavemente mi barriga— Que ganas tenemos todos de que des a luz y ver a este pequeñín — nos dijo— Ya queda muy poco para tenerlo en nuestros brazos — le dijo Mark, enseñándole a la mujer la ecografía que la médica nos dio, sonriendo— Alice está en su despacho, se alegrará mucho de veros y ver ese fotografia — nos dijo la asistente de AliceNos fuimos Mark y yo hacia el despacho de nuestra amiga, tocando su puerta Mark, entrando cuando escuchamos que nos dio permiso. Nada más entrar y vernos, Alice se levantó de su sillón acercándose hacia donde estábamos nosotros, cerrando la puerta Mark tras de sí— Hola cariño, qué alegría veros a los dos juntos y pareceis muy felices ¿ha habid
Ya estábamos en la casa de nuestra amiga, decidiendo Alice que durmieramos Mark y yo en el mismo dormitorio, imaginando que seria cuestion de mi esposo y de mi amiga, para ver si terminamos de reconciliarnos Mark y yo, aunque era un suplicio para mi acostarme mi esposo ya que se notaba en la cama, que había entre los dos y después de tantos meses sin ni siquiera rozarnos, que había entre mi esposo y yo una tensión erótica densa y asfixiante que ocupaba el espacio entre nuestros cuerpos Por la mañana cuando me desperte, me levante corriendo de la cama para entrar en el cuarto de baño, viendo a mi marido desnudo secando su cuerpo, pero me dio lo mismo ya que mis nauseas eran más fuerte que el deseo de tocar aquel cuerpo tan perfecto como el que tenía mi esposo, Empecé a vomitar sintiendo como Mark me cogía el pelo con sus manos para que no me lo manchara, quedandome un momento sentada en el suelo, mirándonos Mark y yo a los ojos— No me pasa nada, creo que estare asi hasta que nazca nu
Me levanté de la cama dispuesta a ir al dormitorio donde dormíamos Mark y yo juntos, pero cuando fui a abrir la puerta de mi dormitorio me quedé por un momento de pie con mi mano en el abridor pensando si lo hacía o no, ya que era arriesgarme mucho, pero a estas alturas de mi embarazo y teniendo mis hormonas revolucionadas, necesitaba sentir el calor del único hombre que yo amaba, así que abri la puerta de mi dormitorio acercandome al dormitorio donde estaba mi esposo, la abri y entrando dentro me quedé sorprendida de que el aun estuviera tan despierto como yo lo estaba, cuando vi como levantaba su cabeza del almohadón—- ¿Qué te ocurre Sofia?¿te encuentras bien? — me pregunto en voz baja para no romper el silencio de la nocheMe acerque despacio a la cama, abri las sábanas tumbandome junto a mi marido, dándome cuenta en la penumbra de la noche, como en el rostro de Mark había sorpresa por hacer lo que hice. Mark me acogió entre sus brazos, como aquella noche en la casa de mi amiga Al
Mark se marchó al día siguiente a San Diego con su hermano Aaron como me dijeron y con dos de los abogados de mi esposo, dándonos un dulce y apasionado beso Mark y yo cuando nos despedimos en la puerta de mi casa. Por la noche y ya estando mi hija durmiendo en su cama, escuche la melodía de mi móvil, lo cogi de encima de la mesita donde lo tenia viendo que era mi esposo— Hola mi amor ¿cómo estás? — me pregunto— Bien y la peque durmiendo ¿qué tal por San Diego? — le pregunté— Todo tranquilo Sofía, aunque te echo mucho de menos, mi amor — me dijo— Yo también, pero mañana volvéis a casa ¿no? — pregunte— Creo que no, ya que uno de los inversores ha tenido que regresar a su casa, por no sé qué razón — me dijo Mark— ¿Entonces, os vais a quedar ahí más de un dia? — pregunte— Si, serán al menos tres días o más, ya que le ha dejado al otro inversor unos poderes, para que se agilice todo, pero mis abogados lo han rechazado, tendremos que esperar a que el hombre vuelva para poder firmar l
El chofer de mis madre paró el coche en la misma puerta de urgencias de la clínica, bajamos mi madre llevando a mi hija en brazos y yo detrás de ella, cuando el chofer nos abrió la puerta del vehículo, entramos corriendo en urgencias acercándose a nosotras una enfermera que había, cogiendo enseguida a mi hija en sus brazos para llevarla a una la sala dentro— Ves con tu hija Sofía, yo me quedaré en la recepción para darle a las enfermeras los datos de la nena, anda corre hija — me dijo mi madreEntre dentro de la sala, donde estaba mi hija, viendo que había varios médicos con mi pequeña examinandola— El doctor Roberto ya nos avisó de que veía señora Harris con su niña muy grave — me dijo uno de los médicos— Él mismo me ha mandado traer a mi hija a la clínica, pero doctor, ¿qué le pasa a mi hija? por favor dígame algo — le rogué— Por favor señora escúcheme un momento que la veo muy nerviosa, vaya a la sala de espera, y cuando terminemos de examinar a la pequeña, le avisaremos para