Por la noche cuando ya estaba la casa tranquila y mi hija ya estaba durmiendo en su cama, me duche yo primero en el cuarto de baño de mi dormitorio poniendome después un camisón corto y transparente con un tanga a juego, Mark entró también en el baño en cuanto yo salí para ducharse. Cuando mi esposo volvió al dormitorio llevando tan solo una toalla enrollada en su cintura, nos quedamos los dos mirándonos, quitandose mi esposo la toalla sentandose en la cama. Mark me cogió de la tela del camisón, me acerco hasta donde estaba él sentándome a horcajadas encima de su regazo, apartando mi esposo mi melena a un lado sobre uno de mis hombros, acaricie suavemente los pectorales y su musculoso vientre, mientras él me miraba y jugaba con los mechones de mi pelo, cogiendome despues con sus manos mis caderas moviendome despacio, para que sintiera lo duro y caliente que ya tenía su erección haciendo que me excitara Con una mano mi esposo cogió mi barbilla haciendo que lo mirara, acercando sus lab